lunes, 8 de marzo de 2010

Por la boca muere el pez

Como primera providencia, desde este blog nos gustaría señalar que deploramos el tan lamentable espectáculo que está protagonizando el ínclito Dr. Javier Rivas Martínez y que desearíamos que nunca se hubiera producido, porque lo que se está poniendo bajo escrutinio o en tela de juicio, es su credibilidad y su reputación y que entendemos que con la actitud mostrada, ha quedado seriamente dañada. Porque cuando se cae en el insulto y la descalificación personal, como ha sido el caso en su artículo a nosotros dirigido: “Una página que hiede a Watchtower”, pues que quieren que les digamos, pero nos parece que dicha circunstancia retrata perfectamente al personaje en cuestión. De ahí, el título de nuestro comentario de réplica, porque entendemos que inevitablemente lo que uno habla, a la corta o a la larga, siempre suele señalar de qué pie se cojea y eso, no es un pensamiento de nuestra cosecha, sino de cómo entendía Jesús este asunto; veamos:

O hagan el árbol excelente y su fruto excelente, o hagan el árbol podrido y su fruto podrido; porque por su fruto se conoce el árbol. 34 Prole de víboras, ¿cómo pueden hablar cosas buenas cuando son inicuos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca. 35 El hombre bueno, de su buen tesoro envía cosas buenas; mientras que el hombre inicuo, de su tesoro inicuo envía cosas inicuas. 36 Les digo que de todo dicho ocioso que hablen los hombres rendirán cuenta en el Día del Juicio; 37 porque por tus palabras serás declarado justo y por tus palabras serás condenado.” (Mat. 12:33-37).

Y ya que viniendo de quien viene, dicho pensamiento es irrefutable, el Sr. Rivas tendría que hacérselo mirar; porque además y ahí están todos nuestros artículos para quién quiera comprobarlo, desde este blog jamás se le ha faltado al respeto, mientras que nosotros hemos sufrido de su parte, más de una agresión verbal y ahí están sus escritos en sus blogs, para quienes quieran comprobarlo. Y actitud que, evidentemente, tiene que ver con su incapacidad para rebatir nuestros argumentos.

Y como entiendo que su artículo apunta directamente hacia mi persona, pues a nivel personal intentaré dar cumplida respuesta a semejante despropósito y que para ello, empezaré por una afirmación que nos hace al final de su exposición:

Armando: Nuestros visitantes estarán atentos a la contestación de las preguntas que te fueron hechas tiempo atrás por este hijo de Dios. No les quedes mal, por favor.” (Negritas mías).

De entrada ya pongo en duda, que el Sr. Rivas tenga para nada la condición de Hijo de Dios o ungido, que debo de entender que es a lo que refiere, cuando veo el grosero, mal educado e insultante estilo del escrito que ha generado. Por lo menos, no es este el ejemplo que nos dejó Jesús, nuestro dechado perfecto y derrotero a seguir, según las palabras de Pedro:

De hecho, ustedes fueron llamados a este curso, porque hasta Cristo sufrió por ustedes, dejándoles dechado para que sigan sus pasos con sumo cuidado y atención. 22 Él no cometió pecado, ni en su boca se halló engaño. 23 Cuando lo estaban injuriando, no se puso a injuriar en cambio. Cuando estaba sufriendo, no se puso a amenazar, sino que siguió encomendándose al que juzga con justicia.” (1 Ped. 2:21-23).

Y hasta donde hemos podido comprobar, para nada se ajusta la actitud del Sr. Rivas, al comportamiento exigido para aquellos que son verdaderos seguidores de Cristo. Por lo tanto, que cada uno saque sus propias conclusiones.

En otro orden de cosas y antes que incurra en el olvido, rogarle a dicho caballero, que rectifique en su página ladoctrinadedios.blogespot.com, el pie de foto con el que me identifica con la imagen de un señor que yo use en uno de mis artículos, para ilustrar gráficamente determinada actitud, pero resulta que como dice la canción, “yo no soy ese”. Mi foto Dr. Rivas, ni ha aparecido ni aparecerá en Internet, porque yo no busco promocionarme y porque además entiendo, que lo importante es lo que escribo (si acaso lo es) y no el que se me conozca a mí, exactamente lo contrario de lo que usted parece pensar, a tenor de lo que uno ve cuando visita su blog. Por lo tanto y en lugar de actuar con tanta ligereza, quizás debería de documentarse un poco más antes de tomar cualquier decisión de ese tipo y caer en semejantes errores. Y ya que parece venir a cuento, lo mismo le digo con referencia a las preguntas que usted infantilmente parece estar empeñado en que le responda y que en cierta ocasión, ya le expliqué la razón de negarme a ello. Lo cual obviamente usted parece haber querido ocultar, ya que si adjuntó a su comentario, una porción de uno de mis escritos, podía también haber incluido esa; no obstante, se lo voy a repetir para general conocimiento y para que quede constancia de que en ningún momento y según afirma usted, he pretendido ser evasivo: si no las respondo, es porque no me ha dado la gana el hacerlo, porque las considero impertinentes, disparatadas y maleducadas y además de un pretexto, para no enfrentar la pregunta que le tengo formulada y por medio de la que Ud. ha quedado entrampado y en completo ridículo...... porque esta y no otra es la verdadera cuestión envuelta en este asunto. Porque usted me habla de motivaciones personales y que son de mi exclusiva incumbencia, como todo el mundo puede entender perfectamente y de lo que yo le hablo y ya es más grave, a la par que distinto, es de una enseñanza bíblica que usted está difundiendo, a mi juicio de forma errónea y que de su respuesta a la tal pregunta depende o no, que su interpretación y consecuentemente enseñanza acerca de Juan 5:28-29, quede probada cierta o falsa.
Y eso es lo que ha hecho que Ud. pierda el control y la compostura y escribiera ese esperpéntico y grosero artículo, que al único que perjudica severamente es a usted; porque de ninguna manera, repito, puede dar una respuesta a dicha pregunta porque sencillamente está entrampado en ella, ya que de no ser así y si hubiera estado en condiciones de responderla y dejarnos públicamente como unos ignorantes, pues ya lo habría hecho pues de lo contrario no se entendería. Pero yo querido Dr., que según su criterio podré ser un memo, un hipócrita, un deshonesto, un necio, un traidor, un vil y despreciable rescoldo del “jehovismo” o cualquiera de esas lindezas que “educadamente” me ha dedicado, de ninguna manera soy un estúpido. Porque cuando le formulé dicha pregunta, yo ya sabía que le tenía contra las cuerdas y casi me olía lo que iba a pasar. Porque Ud. Sr. Rivas, parece ser (y solo digo parece) como aquellas personas con las que tuvo que enfrentarse el profeta Amós, cuando enviado por Jehová, se plantó ante el rey Jeroboán II y el Sumo Sacerdote del reino norteño de diez tribus de Israel, Amasias, para ponerles las peras al cuarto...... y un poco más y se lo comen vivo, porque claro ¿quién era ese desharrapado cuidador de ganado y punzador de higos de sicómoro, para decir semejantes “barbaridades” ante el rey y “tan altos dignatarios”? ¡Hasta ahí podíamos llegar! ¡Faltaría más! Porque claro, de reconocer que lo que Amós denunciaba era sencillamente aquello que ocurría en su entorno cotidiano y que Jehová detestaba, nada de nada...... antes se mataba al mensajero. Pues eso mismo es lo que está pasando en el caso que nos ocupa, que antes se descalifica por cualquier medio posible al mensajero, como por ejemplo, con el hecho de alguna anterior militancia, que reconocer que uno está equivocado. Y que ya son narices, que tal actitud proceda de una persona que se auto-califica como ungido e Hijo de Dios y por tanto, aspire en un futuro ser co-gobernante con Cristo en su gobierno del Reino y que solo de pensar en tal posibilidad, a uno se le ponen los pelos como escarpias. Menos mal, que ni es ungido, ni tienen la debida cualidad para ello (probado ha quedado), ni diga lo que diga, hay base bíblica para sustentar tal afirmación...... ¡afortunadamente!
Pero fíjese, para que no tenga necesidad de repetirme otra vez lo “piropos” dedicados para cuando tenga que responderme y que lo tendrá que hacer, si no quiere quedar peor que “Cagancho” en Almagro, que ya le digo desde este momento que se los acepto todos, entre otras cosas porque me es imposible por mi educación, ponerme a su altura en el campo del insulto y la descalificación personal y por otra parte, porque como decía el clásico “no insulta quien quiere, sino quien puede”...... y por supuesto, usted no puede; por lo que no se esfuerce tanto y de por aceptado por mi parte, que soy todo eso que usted dice y más, si así le apetece. Pero dicho esto, vayamos ahora a lo sustancial y verdaderamente importante, ya que tiene que ver con una doctrina o enseñanza bíblica por usted impartida. Y es que según su particular interpretación de Juan 5:28-29 y así se pronunció Ud. en el artículo “La Biblia si dice eso: que habrá dos resurrecciones”, su conclusión es la siguiente:
La Biblia revela indiscutiblemente que habrá «dos resurrecciones»:

La primera: llamada «resurrección para vida».

La segunda: llamada «resurrección de juicio», «de condenación».

Categórica afirmación que no podrá negar que adquiere el rango de enseñanza o doctrina bíblica como le he comentado y en la que yo, un desecho de este mundo según Ud., por mi pasado como TJ, afirmo que está totalmente equivocado a pesar de sus muchos conocimientos y si no, a ver si puede responder a la pregunta que en su día le formulé: “En cuál de esas dos resurrecciones entonces, nos coloca a Juan el Bautista.” Pregunta a la que afirmo que no le puede dar respuesta, sin previamente reconocer su error acerca de la interpretación de Juan 5:28-29. Y eso claro está, tendría otra consecuencia inmediata, porque...... ¿se acuerda Ud. de esta afirmación en una de las preguntas que me formula y que “gentilmente” responde por mí y en una prueba más, de que por la boca muere el pez?:

¿Son guiados los creyentes por el espíritu santo?

La respuesta la damos con un rotundo «Sí»; y aquí está la prueba revelada en el siguiente pasaje y que no brinda un embarazoso dilema para comprenderse, porque su contexto verdadero es indubitablemente «literal»:

«Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os “guiará” a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber» (Jn. 16:13-14).”
Luego siendo esto así como usted afirma y que es el Espíritu Santo el que nos guía a toda la verdad, cosa que yo por supuesto no pongo en duda, resultaría que de tener yo razón en mi afirmación de que usted está equivocado, demostraría en mi caso, tener una porción de tal Espíritu Santo porque yo estaría diciendo verdad y con lo cual, además, quedarían contestadas de golpe todas las preguntas que me formula, porque lo que está claro Dr. Rivas, es que los que poseen dicho Espíritu, como usted dice, son los creyentes y consecuentemente aquellos que gozan del favor de Jehová ¿me va siguiendo, D. Javier? Luego pensara lo que yo pensara a nivel personal, lo importante es que contaría con el favor de nuestro Creador y todo lo demás ya serían solfas. Pero por otra parte, también quedaría probado que usted no tiene la verdad al enseñar algo erróneo y en consecuencia, demostraría no tener dicho Espíritu Santo y con ello, tampoco el favor del Altísimo...... ¿entiende porque es tan importante responder a dicha pregunta? Porque según la respuesta que le dé, puede quedar probado su error o no, con todo lo que ello implica, tal como hemos visto.
Pero también sé que no lo va a hacer, porque hasta ahora lo que ha manifestado es una altanería y una soberbia tal, que no le permitirán aceptar su error y al igual que los fariseos de los tiempos de Jesús. Pero claro, en algún momento y por fuerza, algún movimiento tendrá que hacer, aunque solo sea por vergüenza torera y que probablemente será volver a insultarme ya que parece ser el terreno en donde mejor se maneja, pero tenga en cuenta un detalle: al igual como me señala en su último párrafo que nuestros visitantes estarán atentos a la posible respuesta que yo de a sus preguntas, al igual y quizás con más interés, estarán aguardando para ver si será usted capaz de dejar aparte los insultos y los argumentos malsonantes y dar por fin, la debida atención a la que, semejante “excremento” como yo, le ha formulado y que lo ha dejado contra las cuerdas. Pero ya les adelanto a nuestros respectivos seguidores, que Ud. no va a hacer tal cosa, antes volverá al insulto y a la descalificación personal o en su defecto, a dar la callada por respuesta, que reconocer su error. Pero recuerde, que lo que está en juego es su reputación y su credibilidad y algo muy esencial cuando de lo que uno habla, es de la palabra de Dios...... y por cierto, dado que no recuerdo haberle dado permiso para que me tutee, le ruego mantenga el tratamiento; por si no lo sabe, es una regla básica de educación.
Armando López Golart



No hay comentarios:

Publicar un comentario