Rev. 5:8:10...... y Apologista Mario Olcese
Algo que desde este blog nos preguntamos, es hasta dónde será capaz de llegar D. Mario Olcese, en la errática deriva que está tomando y ya rayando en la paranoia, en su disparatado entendimiento de las Escrituras. O quizás mejor sería preguntar, hasta dónde le permitirán llegar aquellos que tiene a su lado y que se supone que le aprecian (eso sería lo razonable), para que no haga más el ridículo y se ponga, si ello cabe, aún más en evidencia ante una audiencia que asiste perpleja a las continuas barbaridades que publica (y ya lamentamos tener que decir esto, pero es que las cosas son como son) y que le restan todo tipo de credibilidad. Y súmenle a ello, su continuo y fracasado intento por rebatir nuestros argumentos, en el sentido que ni los notables del AT, ni los sobrevivientes de la gran tribulación (Rev. 7:9; 14), tienen sitio entre aquellos que con Cristo reinarán…… quede claro que él dice que sí lo harán y por supuesto, nosotros que no.
Sin embargo, en sus últimos video/artículos publicados sobre el tema y en que destaca el más reciente “Los Santos recibirán la autoridad en el reino milenial de Jesucristo” (26/10/11) y algo que no discutimos desde este blog, pues eso es lo que se nos dice en Dan. 7:18, de ninguna manera rebate nada de nuestro planteamiento, como parece pretender, ya que no es más que la repetición del que publicó el 30/09/11 “El genuino fundamento de la Iglesia: ¡La verdad que pocos entienden en su real dimensión!”, solo que con algunos textos más y que solo tienen en común, que en todos ellos se halla repetida una expresión (en este caso la palabra “santo”) y lo cual parece ser definitivo para el Sr. Olcese, para considerar probado lo correcto de su teoría. Nada le importa a dicho caballero, parece ser, el no haber sido capaz de rebatir los argumentos que desde este blog se usaron para desmontar tan estrafalaria forma de razonar, el 07/10/11 bajo el título “Efe. 2:20, no dice eso, Sr. Olcese”, en ese caso con el uso de la expresión “profeta”.
Pero sea como sea y por lo visto, en lo que “suponemos” es un intento de responder a nuestro último escrito “¿Reinará Abrahán con Cristo, en el reino de Dios?” (26/10/11), el citado caballero vuelve a las andadas al publicar un disparate que avergonzaría a cualquiera que tuviera un poco de sensatez, así como una mínima capacidad para razonar con lógica y sentido común. Y es que una vez más, como en el caso del Sal. 17:15 y en dónde tuvimos que demostrarle en el artículo “Y “Armandito” respondió…” (15/09/11), que ese salmo no decía lo que él nos pretendía hacer “tragar”, vuelve a caer en el mismo error y a meter la pata hasta el corvejón, en una muestra más de lo poco creíble que es en sus afirmaciones, esa “quintaesencia” de la interpretación bíblica que es el Sr. Olcese; pero veamos la animalada que nos dice en esta ocasión…… y lo repetimos para que no queden dudas: es una animalada.
Y es que en uno de sus últimos escritos publicados hasta el momento “¿Está el Cuerpo de Cristo compuesto por solo 144.000 personas?” y después de citarnos de Rev. 7:9-15, en un nuevo intento de hacernos creer que los citados sobrevivientes forman parte del grupo de los que han de reinar con Jesucristo, fíjense que nos dice (y transcripción que se hace sin ningún retoque) como una manera de dar más fuerza y apoyo a la idea que plantea…… y no se pierdan detalle, porque la porción de su artículo que transcribimos, no tiene desperdicio::
“Incluso los 4 seres vivientes y los 24 ancianos fueron redimidos por la sangre de Cristo, se ven antesm en Apocalipsis 5:8,9, que dice:
Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos; y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, Y CON TU SANGRE nos has REDIMIDO para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación.
¿Podrían ser estos 24 ancianos, los 12 apóstoles y las 12 cabezas de las tribus de Israel? Es posible!” (Negritas nuestras).
Y ya nos disculparán ustedes el exceso ¡pero es que hay que ser bruto, ceporro e inútil, para decir semejante salvajada! Porque, en primer lugar ¿en qué cabeza medianamente “amueblada” cabe, el pensar que esos “4 seres vivientes” y los “24 ancianos”, son “redimidos” por la sangre de Cristo? Porque no nos olvidemos del verso 10, que según la traducción que usa el Sr. Olcese, dice como sigue:
“…… y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes y reinaremos sobre la tierra.”
Y lo cual significaría, poniendo ese verso 10 en su contexto natural (o sea, sin excluirlo), que solo esos personajes, los “4 seres vivientes” y los “24 ancianos” son hechos reyes y sacerdotes y por lo tanto, reinarían sobre la tierra y por cierto, contrario a lo que afirma D. Mario en el sentido de que serán “millones, miles de millones” los que han de gobernar con Cristo y entre los que se cuentan los “santos” de todos los tiempos, él mismo, así como a los Rivas, Dávila, Buzzard y tantísimos otros que pululan por ahí y dándoselas de “ungidos”; y con lo cual dicho caballero, de nuevo entraría en contradicción consigo mismo en una de sus enseñanza…… tal como tiene por costumbre, por otra parte.
Porque claro, resulta que en este pasaje transcrito, los citados personajes hablan en primera persona al decir “con tu sangre nos has redimido…… y nos has hecho……”, como refiriéndose a sí mismos y por lo que solo ellos serían los que reinarían sobre la tierra, como ya hemos señalado y lo cual es una verdadera atrocidad; aunque probablemente alguien podría decir, que el Sr. Olcese no se inventa eso sino que lo transcribe directamente de la Biblia y lo cual, desde este blog, ya sabemos que es cierto…… pero no es menos cierto que lo hace de la única versión de la Biblia, que traduce de ese pasaje semejante barbaridad: la versión RVR 1960. Sin embargo, nos tememos que lejos de ser un error, no es más que un nuevo intento (por aquello del “si cuela…… cuela”) usado por D. Mario, que aprovechándose de esa errónea traducción, o mejor dicho, pésima traducción de la citada versión, de nuevo ha intentado (como en su día hizo en el caso del Sal. 17:15) colarnos un gol en su desesperado empeño de no darse por vencido en su disparatado planteamiento, pues ha evitado tal y como hemos señalado, el mencionar el verso 10 y que hace del argumento, algo demasiado grotesco como para no ser visto hasta por el más torpe.
Y es que todas las demás versiones en lengua española que tenemos a nuestra disposición, vierten el pasaje de Rev. 5:8-10 en el mismo sentido, incluidas la RVR 1989 y la RVC:
“Tan pronto como lo tomó, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se arrodillaron ante el Cordero. Todos llevaban arpas y también copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos 9 y entonaban un cántico nuevo, que decía: «Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque fuiste inmolado. Con tu sangre redimiste para Dios gente de toda raza, lengua, pueblo y nación 10 y para nuestro Dios los hiciste reyes y sacerdotes y reinarán sobre la tierra.»”
O sea, que la sangre de Cristo redimió, no a los “4 seres vivientes” y a los “24 ancianos”, sino a otros y algo que se nos dice Rev. 14:1-4…… ¡incluso la propia RVR 1960!:
“Y vi y, ¡miren!, el Cordero de pie sobre el monte Sión y con él ciento cuarenta y cuatro mil que tienen escritos en sus frentes (denotando propiedad o pertenencia) el nombre de él y el nombre de su Padre. 2 Y oí un sonido procedente del cielo como el sonido de muchas aguas y como el sonido de fuerte trueno; y el sonido que oí fue como el de cantantes que se acompañan con el arpa, tocando sus arpas. 3 Y cantaban un cántico nuevo delante del trono y delante de los cuatro seres vivientes y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra. 4 Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos (los 144.000, obviamente) fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero.” (Acotaciones nuestras).
Y prescindiendo que en este pasaje de Rev. 14:1-4, ya se nos muestra claramente que los que gobiernan con Cristo son 144.000, dejando por tanto zanjada esta cuestión que se plantea de entrada (eso es lo que nos dice la Biblia), en el artículo que estamos analizando y ya volviendo al tema que nos ocupa, tenemos que la propia versión RVR 1960 se contradice a sí misma, al señalar que los tales redimidos no eran eso personajes que Juan vio en el cielo, sino miembros “de entre los de la tierra”, luego seres humanos, o sea, personal de “entre los hombres”; y algo que una persona entendida y con el ánimo de decir la verdad y no de engañar, como es lo que pretende Apologista en su empeño por defender lo indefendible, tendría que saber, o de lo contrario demostraría ser un ignorante…… y en el caso de Apologista, incluso un farsante, porque encima presume de una diplomatura en Teología. Y es que se ve tan desbordado ante nuestros argumentos, que se agarra a cualquier cosa por esperpéntica que sea, para tercamente sostener un disparate que se le hunde por todos lados y lo que le conduce a no saber ya ni lo que dice.
Y es que la lógica nos muestra, que esos personajes (los “4 seres vivientes” y los “24 ancianos”) formaban parte de algo que estaba en el cielo, alrededor del Trono de Jehová, mientras que Juan fue llamado arriba con el propósito de mostrarle las cosas que tenían que ocurrir en la tierra…… luego nada que ver una cosa con la otra:
“Después de estas cosas vi y, ¡miren!, una puerta abierta en el cielo y la primera voz que oí era como de una trompeta, que hablaba conmigo y decía: “Sube acá y te mostraré las cosas que tienen que suceder (obviamente, en la tierra y desde la perspectiva del cielo).” (Rev. 4:1). (Acotación nuestra).
Todo lo que sigue a continuación, hasta Rev. 5:1, donde se produce la apertura del primer sello, es la narración de cosas que Juan vio que había en el cielo, alrededor del Trono de la Majestuosa Persona de Jehová y nada que tuviera relación, por lo tanto, con lo que tenía que suceder en la tierra. Pero en su desvarío paranoide, el Sr. Olcese aún va más allá, porque vean lo que nos continúa diciendo y en referencia a Rev. 7:9:
“Sin embargo, noten ustedes que está grande multitud incontable de redimidos (miembros del cuerpo o iglesia de Cristo) está frente al trono y del Cordero, y no como meros súbditos de un reino por venir, como falsamente enseñan los Testigos de Jehová con su absurda teoría de las dos clases de salvos que tienen diferentes esperanzas y destinos.” (Negritas nuestras).
¿Y cómo sabe este caballero que no están “frente al trono y del Cordero” en una condición de súbditos de dicho reino? ¿De dónde saca que son miembros del cuerpo o la iglesia de Cristo? ¿Dónde en las Escrituras se nos hace la afirmación, de que concretamente esas personas fueran redimidas como “primicias” para Dios y el Cordero? Porque eso de quién se nos dice es de los 144.000 (Rev. 14:4), pero no de esa “gran muchedumbre” de sobrevivientes. ¿O es que el Sr. Olcese continúa manteniéndose en su disparatada teoría de que esas personas, reinan con Cristo durante el período milenario? Y para que vean de qué va la cosa, queridos lectores, nos permitimos recordarles y por aquello de si acaso lo han olvidado, o en su defecto, explicárselo a aquellos que no lo sepan, cual es esa teoría del citado caballero, según los siguientes artículos y cuyos titulares ya no dejan de ser, dicho sea suavemente, “curiosos” en sí mismos; vean, vean y pásmense:
“La muchedumbre incalculable de 144.000, viene de la Gran Tribulación”
Porque convendrán con nosotros, que si ya sabemos que son 144.000, difícilmente puede tratarse de una muchedumbre “incalculable”…… pues ya están perfectamente calculados ¿o no?
“Los 144.000 sellados de Apocalipsis, son una grande muchedumbre”
Y si para dicho caballero, 144.000 (luego están perfectamente contados) son una gran muchedumbre, de la que se nos dice “que ningún hombre podía contar”…… pues en fin, si él lo dice; pero pegar, aquello que se dice pegar, desde luego no lo hace ni con cola.
“¿Pueden ser los 144.000 de Apocalipsis 7 y 14, la misma grande muchedumbre? ¡Las evidencias muestran que sí!”
Pero por mucha evidencia que el Sr. Olcese afirme que exista (y que no ha podido presentar, obviamente), semejante despropósito queda desbaratado cuando analizamos la cuestión, desde la lógica y el sentido común; y para ello nada mejor que empezar leyendo el pasaje al que D. Mario hace referencia y analizándolo con la debida atención, para ver que sacamos en claro:
“Después de estas cosas vi y, ¡miren!, una gran muchedumbre, que ningún hombre podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos de largas ropas blancas; y había ramas de palmera en sus manos (……) De modo que le dije inmediatamente: “Señor mío, tú eres el que sabe”. Y me dijo: “Estos son los que salen de la gran tribulación y han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.”
Y lo primero que notamos, es que esta “gran muchedumbre” aparece, como nos dice el propio pasaje, después de la “gran tribulación” (pues se nos los presenta como sobreviviendo a ella) y lógicamente, ya en el momento de entrar en el período milenario…… pero fijémonos en un “pequeño” detalle: esas personas sobreviven a la “gran tribulación”, luego pasan con vida al nuevo “mundo” que se establece y por lo tanto, puesto que no han experimentado la muerte, no pueden participar de ninguna resurrección. Sin embargo, esos que con Cristo han de reinar, obligatoriamente tienen que tomar parte de una “primera” resurrección:
“Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos (los que participan de esta resurrección y no, sobre los que no lo hagan) la muerte segunda no tiene autoridad, sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.” (Rev. 20:6). (Acotación nuestra).
Luego queda claro, que si no se participa de esa “primera” resurrección, no se puede obtener la inmortalidad, ni se puede reinar con Cristo…… porque eso es lo que nos dice el texto que acabamos de leer. Luego razonablemente, de ninguna manera pueden ser los miembros de esa “gran muchedumbre” de sobrevivientes y que no han participado de esa “primera” resurrección (ni de ninguna otra, pues no han experimentado la muerte) miembros de ese grupo gobernante; pero es que además, antes de que se produzca el final de esa “gran tribulación” (y que es cuando aparece esa “gran muchedumbre”), ocurren dos sucesos en los que nada tienen que ver esos sobrevivientes: primero, la segunda venida de Jesucristo y momento en que se produce (1 Tes. 4:15-17) esa citada “primera” resurrección de aquellos que tienen que reinar junto a él en el reino de Dios y segundo, a continuación de ello y para finiquitar este inicuo sistema de cosas (Dan. 2:44), se produce la batalla de Armagedón y que es con lo que culmina la referida “gran tribulación” y el mundo tal como lo conocemos; y batalla que pelea Jesucristo…… ya con sus “hermanos” a su lado:
“Y los diez cuernos que viste significan diez reyes, que todavía no han recibido un reino, pero sí reciben autoridad como reyes por una hora con la bestia salvaje. 13 Estos tienen un solo pensamiento y por eso dan su poder y autoridad a la bestia salvaje. 14 Estos combatirán contra el Cordero, pero, porque es Señor de señores y Rey de reyes, el Cordero los vencerá. También, los llamados y escogidos y fieles que con él están lo harán.” (Rev. 17:12-14).
O sea, que para cuando se produce esa batalla final como culminación de la “gran tribulación” (de la que sobrevive la ingente muchedumbre citada) y que precede a la instauración del reino, todos los miembros que componen ese gobierno del reino, o sea, los hermanos de Cristo, ya están junto a él, peleando en defensa de la Soberanía del Altísimo y para derrotar a las fuerzas inicuas de Satanás…… luego dicho grupo de gobernantes ya está al completo y no se le puede añadir a nadie más. Y siendo solo después de esta batalla, eliminados ya todos los opositores al gobierno del reino establecido por Dios y preso Satanás por un largo tiempo (Rev. 19:19-21 hasta 20:3), cuando se procede a la instauración del reino mesiánico, con la toma de posesión de esos reyes gobernantes:
“Y vi tronos y hubo quienes se sentaron en ellos y se les dio poder para juzgar. Sí, vi las almas de los que fueron ejecutados con hacha por el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios y los que no habían adorado ni a la bestia salvaje ni a su imagen y que no habían recibido la marca sobre la frente ni sobre la mano.” (Rev. 20:4).
Acto seguido y ya dicho gobierno establecido, aparece esa “gran muchedumbre” de sobrevivientes y que en calidad de súbditos, se ponen bajo la tutela y cuidado de los primeros (Rev. 7:16-17).
Luego, resumiendo y a menos que las Escrituras nos mientan, la secuencia de los acontecimientos, más o menos es la siguiente: esos sobrevivientes de la “gran tribulación” y tal como hemos mencionado, aparecen al iniciarse el período milenario y tras la toma de posesión de esos reyes, o sea después de que esos miembros del gobierno del reino y a través de la “primera” resurrección, hayan aparecido y peleado junto a su Hermano Mayor, Jesucristo, la batalla de Armagedón, con la que culmina dicha “gran tribulación” y a la que esa “gran muchedumbre” sobrevive y por lo que, obviamente y por mucha “evidencia” que exista, siempre según el Sr. Olcese, nada tienen que ver los unos con los otros y por lo que esos otros, los sobrevivientes de ese período histórico que llamamos “la gran tribulación”, pasan a convertirse en los primeros súbditos de ese reino milenario. Y ya a continuación, irán apareciendo los participantes de lo que podríamos considerar como una “segunda” resurrección y que se produce durante ese período de mil años del reinado de Cristo…… y no al final del mismo (y encima, para destrucción eterna), como de forma disparata proponen los Sres. Olcese, Rivas, Dávila, Buzzard y tantos otros, en una clara muestra de que no saben de qué están hablando.
Porque de ser cierta la afirmación del Sr. Olcese, en el sentido que esos sobrevivientes también formarán parte del gobierno del reino, en calidad de reyes y sacerdotes, ello implicaría que durante mil años y sobre la tierra, solo habría perfectos e inmortales reyes y sacerdotes…… obviamente de vacaciones, porque no tendrían sobre quién reinar y sobre quién derramar sus aptitudes sacerdotales. Porque no olvidemos que de la “gran tribulación”, solo sobreviven, aquellos que “han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero”…… no se nos habla de que sobreviva nadie más, a pesar de que D. Mario afirme en otra de su “genialidades”, que los súbditos del reino serán personas que “por casualidad” se ha escapado de la “gran tribulación” y que a la fuerza (eso es, como con “vara de hierro”) son obligadas a someterse a Jesucristo y su gobierno…… o sea, que a Jehová y según el Sr. Olcese, se le “escapa” gente en el día de Su juicio (Sof. 1:14-18) sobre la tierra y luego, para solventar la situación, les “obliga” a obedecer en el reino, a base de “jarabe de palo” . Y eso lo pueden leer, entre otros, en su artículo “Los quebrantarás con vara de hierro: ¿a quiénes?” del 30/05/09; pero que estamos ante otra burrada del Sr. Olcese, queda establecido cuando atendemos las palabras de Pablo, en 2 Tes. 1:6-10:
“Esto toma en cuenta que es justo por parte de Dios pagar con tribulación a los que les causan tribulación, 7 pero, a ustedes que sufren la tribulación, con alivio juntamente con nosotros al tiempo de la revelación del Señor Jesús desde el cielo con sus poderosos ángeles 8 en fuego llameante, al traer él venganza sobre los que no conocen a Dios y sobre los que no obedecen las buenas nuevas acerca de nuestro Señor Jesús. 9 Estos mismos sufrirán el castigo judicial de destrucción eterna de delante del Señor y de la gloria de su fuerza.”
Luego queda claro que al Altísimo no se le escapa ni uno solo de aquellos que considera reos de destrucción eterna y por lo tanto, a la “gran tribulación” solo la sobreviven aquellos que tiene el favor de Jehová, o sea, aquellos que han “lavado” y han “emblanquecido” sus ropas con la sangre del cordero (Rev. 7:14).
Y es que si como afirma el Sr. Olcese, también esos sobrevivientes, más los notables del AT y según su estrambótica conclusión (ya considerada), formaran parte de ese grupo de 144.000 miembros reinantes junto a Cristo que aparece en Rev. 14:1, entonces sí estaríamos hablando como dice él, de un reino compuesto de “millones, miles de millones” de perfectos e inmortales Hijos de Dios, en calidad de reyes y sacerdotes, pero sin nadie sobre quién reinar; o sea, que estaríamos hablando de un reino...... sin súbditos. Y claro, ante tan extravagante situación, la pregunta que se nos ocurre a nosotros es la siguiente: ¿sobre quiénes entonces, se llevará a cabo “la restauración de todas las cosas de que habló Dios por boca de sus santos profetas de tiempo antiguo” (Hech. 3:21)? O sea y para entendernos, de eso que nos cuenta Isaías, por ejemplo (y por boca de quién también habló Jehová), de que los ciegos recobrarán la vista, los mudos el habla, los sordos el oído, los inválidos el restablecimiento de sus miembros (Isa. 35:5-6), etc. etc. etc…… luego ¿cuándo y en quiénes, se llevarán a cabo esas “restauraciones”? Y ya yendo un poco más allá ¿a quién saldrá Satanás a extraviar, al final de los mil años del reinado de Jesucristo (Rev. 20:7-8)? Porque claro, nos gustaría que el Sr. Olcese nos explicara quiénes serán esos que “numerosos como la arena del mar”, son entrampados por tan pérfido personaje y que según el versículo 9, serán destruidos al ser devorados por el propio fuego de Dios. ¿O tenemos que entender que inmortales Hijos de Dios, transgreden de nuevo en contra de la Soberanía del Altísimo y Este y a pesar de haberlos declarado inmortales, tiene que dar marcha atrás y se los tiene que “cargar” otra vez? ¿O se “equivocó” quizás Jehová, al concederles la inmortalidad? Y aunque pudiera parecer irreverente, pero…… ¿estará Jesucristo entre esos rebeldes transgresores, según el Sr. Olcese?
Y preguntas que son consecuencia lógica de una salvajada como la que nos quiere colar el “teólogo” Apologista, que una vez más y ya van “tropecientas”, acredita un total desconocimiento de aquello que realmente nos dicen las Escrituras y que como un falso maestro, por tanto, agente al servicio de Satanás, intenta extraviar a los que le leen y que inocentemente se creen sus disparates...... y de los que desgraciadamente hay más de uno, que encima le dan las gracias por haberles “arreglado la vida”, al enterarse de que por haberse bautizado ya han sido adoptados como Hijos de Dios y por tanto, reinarán al lado de Jesucristo…… y que ya hay que ser lerdo para creerse semejante estupidez (Ver su artículo del 19/09/11 “Algunos comentarios de mis amigos y de mis detractores más furibundos”). Pero claro, el problema surge cuando dicho caballero se ha topado con unos que saben leer y razonar con lógica y sentido común sobre aquello que leen y empiezan a apretarle las clavijas y a ponerle las peras al cuarto: en ese momento al Sr. Olcese ya se le empieza a hacer de noche, las cosas ya se le ponen cuesta arriba, se le empiezan a cruzar los cables y no sabiendo por donde salirse, nos suelta barbaridades como la que sigue:
“Incluso los 4 seres vivientes y los 24 ancianos fueron redimidos por la sangre de Cristo”
Como si esas personas que de manera permanente están ante la mismísima presencia del Soberano del Universo, Jehová Dios y a Su exclusivo servicio, tuvieran pecado y necesitaran de ser redimidas por alguien…… ¡cuidadito que hay que ser ceporro para decir esto! Y de nuevo pedimos excusas por nuestra salida de tono, pero es que la cosa ya pasa de castaño oscuro, porque quién nos dice semejante burrada, se auto identifica como un “ungido” o Hijo de Dios, se erige en publicador de las prístinas “verdades” de la Biblia, “adalid” de la verdad y poseedor además, de una diplomatura en Teología…… y que visto lo visto, hace falta tener estómago para decir esto. Pero es que en su idiocia, va mucho más allá, porque vean cual es el razonamiento del que es capaz y que ya hemos señalado al principio de este artículo, pero que se lo repetimos porque cuando se analiza con cuidado, ya es de aurora boreal:
“¿Podrían ser estos 24 ancianos, los 12 apóstoles y las 12 cabezas de las tribus de Israel? Es posible!”
Porque si esta mamarrachada fuera “posible”, con ello se estaría dando por sentado como mínimo, que la primera resurrección o parte de ella, ya había acontecido en los tiempos de escribirse la Revelación; es más, significaría que mucho antes de ser glorificado Jesucristo y acceder a la presencia del Ser Supremo ¡ya lo habían sido esos personajes!, pues según el relato de Juan, para cuando él ve a dichos personajes aún no hay ni rastro del Cordero...... y nosotros con esos pelos y sin enterarnos de la jugada. Pero claro, para contemplar semejante “posibilidad”, como hace dicho caballero, hay que ser un ignorante integral (como parece ser el caso y a las pruebas nos remitimos) y no saber que la “primera” resurrección está circunscrita a la segunda venida de Jesucristo y por lo tanto, si Juan ya vio a esos personajes en el cielo…… es obvio que aquí hay algo que no cuadra, porque lo que dijo Pablo fue clarísimo:
“Porque esto les decimos por palabra de Jehová: que nosotros los vivientes que sobrevivamos hasta la presencia del Señor no precederemos de ninguna manera a los que se han dormido en la muerte; 16 porque el Señor mismo descenderá del cielo con una llamada imperativa, con voz de arcángel y con trompeta de Dios y los que están muertos en unión con Cristo se levantarán primero. 17 Después nosotros los vivientes que sobrevivamos seremos arrebatados, juntamente con ellos, en nubes al encuentro del Señor en el aire; y así siempre estaremos con el Señor.” (1Tes. 4:15-17).
Y para más inri, resulta que después de tanta lata con la prominencia de Abrahán y David, como la que nos ha dado y nos está dando D. Mario, encima los que están ante la presencia del Altísimo, según Juan, sean los cabezas de las doce tribus de Israel (por lo tanto más importantes) y nada que haga referencia a esos dos personajes. Aunque nosotros queremos pensar (¡que quieren! nos ha cogido en el día bueno), que quizás lo que pretendía decir es que esos personajes “prefiguraban” a los doce apóstolos y a los cabezas de las doce tribus; pero en primer lugar, eso no es lo que dice y en segundo lugar, si ello fuera así…… ¿a quién prefiguraban entonces, las “cuatro criaturas vivientes”?
Luego en todo caso estaríamos hablando de un despropósito continuado, porque como les hemos dicho, Juan solo dejó constancia de lo que vio que había en el cielo alrededor del Altísimo, cuando mediante una visión, accedió a dicho lugar y que nada tenía que ver lo que contempló en ese momento, con acontecimientos relacionados con la tierra y por lo tanto, nada sobre lo que tengamos que especular o intentar sacar conclusiones. En todo caso, esos “24 ancianos” y lejos de la barbaridad que nos ha dicho el Sr. Olcese, acerca de si podrían ser una representación de los 12 apóstoles y los 12 cabezas de las tribus de Israel, no serían más que el conjunto de prominentes personajes que en asamblea permanente, rodean al Altísimo y en continua actitud de servicio:
“Dios se levanta en la asamblea divina, en medio de los dioses juzga.” (Sal. 82:1).
Y que eso parece tener todas las trazas de ser así, se deduce del libro de Daniel y en dónde en “una visión de la noche”, dicho profeta nos habla de algo que contempló que sucedía también el cielo y suceso que sería muy anterior a la visión relata por el apóstol Juan en el libro de Revelación:
“Seguí contemplando hasta que se colocaron tronos (luego había más personajes acompañando a Jehová) y el Anciano de Días se sentó. La ropa de él era blanca justamente como la nieve y el cabello de su cabeza era como lana limpia. Su trono era llamas de fuego (luego obviamente era diferente de los restantes tronos, de los que no se nos dan detalles); sus ruedas eran un fuego ardiente. 10 Había una corriente de fuego que fluía y salía de delante de él. Había mil millares que seguían ministrándole y diez mil veces diez mil que seguían de pie directamente delante de él. El Tribunal tomó asiento y hubo libros que se abrieron.” (Dan. 7:9-10). (Acotaciones nuestras).
Y probablemente a ese Tribunal hacía referencia Jesús, cuando en su Sermón del Monte (así se le conoce), dijo lo siguiente:
“Sin embargo, yo les digo que todo el que continúe airado con su hermano será responsable al tribunal de justicia; pero quienquiera que se dirija a su hermano con una palabra execrable de desdén será responsable al Tribunal Supremo; mientras que quienquiera que diga: ‘¡Despreciable necio!’, estará expuesto al Gehena de fuego.” (Mat. 5:22).
Y aunque es cierto que algunas traducciones relacionan dicho tribunal con el Sanedrín judío, no es menos cierto que puesto que esas cosas se podían hacer desde el fuero interno de cada uno y ser por lo tanto, solo vistas por Jehová, sería razonable pensar que dicha secreta actitud personal, tendría que ser sometida a juicio por ese divino e inapelable Tribunal Supremo y presidido por el propio Jehová. Aparte que en su porción final, en dicho pasaje se nos menciona la posibilidad de ser expuesto uno al Gehena de fuego, que significa destrucción eterna y algo que solo depende del Jehová (Mat. 10:28); pero repetimos…… “probablemente” Jesús se refería a eso. En todo caso, lo que sí queda de manifiesto, es que la rocambolesca interpretación del Sr. Olcese acerca de los “24 ancianos”, una vez más deja patente que no tiene ni idea de lo que dice, porque sencillamente no entiende las Escrituras y mostrando con ello, no poseer el “espíritu de verdad” del que habló Jesús y que al parecer, tenía una misión específica y que obviamente no se concreta en el citado caballero:
“Sin embargo, cuando llegue aquel, el espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propio impulso, sino que hablará las cosas que oye y les declarará las cosas que vienen.” (Juan 16:13).
Luego con esa deriva de la que hace gala dicho caballero, no solo no es fiable en sus afirmaciones, sino mucho más grave aún, miente descaradamente en su categórica afirmación de ser un Hijo de Dios…… porque una cosa es lo que él nos diga y otra muy distinta, la que nos dicen los hechos constatados. Pero como les venimos diciendo continuamente, queridos lectores, ustedes tienen la palabra en cuanto a creerse las enseñanzas de dicho caballero y seguir leyéndole…… o “cambiar de canal”; y es que nosotros, los dos autores de este blog, ya sabemos de qué va el asunto y lo tenemos por lo que es: un falso maestro y agente satánico, cuyas enseñanzas son destructivas, porque crean confusión (2 Ped. 2:1) y apartan a uno de la verdadera enseñanza impartida por las Escrituras y sin la cual, no se puede agradar a Dios.
Y no se tomen estas discusiones como algo de poca importancia, como si no tuvieran nada que ver con ustedes que nos leen, porque recuerden que cuando los apóstoles le preguntaron a Jesús acerca de las señales que anunciarían su segunda venida, fíjense que señaló en primer lugar:
“Estando él sentado en el monte de los Olivos, se acercaron a él los discípulos privadamente y dijeron: “Dinos: ¿Cuándo serán estas cosas y qué será la señal de tu presencia y de la conclusión del sistema de cosas?”. 4 Y en contestación, Jesús les dijo: “Cuidado que nadie los extravíe; 5 porque muchos vendrán sobre la base de mi nombre, diciendo: “Yo soy el Cristo” y extraviarán a muchos”.” (Mat. 24:3-5).
O sea, que no solo lo cercano de la segunda venida de Jesucristo estaría marcada por la proliferación de personas que afirmarían hablar “en su nombre” y que son todos aquellos que actualmente afirman ser “ungidos” o Hijos de Dios y que son legión, como es el caso del Sr. Olcese, sino que estas representarían un peligro para aquellos que les prestaran atención, pues “extraviarían a muchos”. Luego si Jesús ya advirtió de que representarían un peligro, es obvia la necesidad de tenerles identificados para no ser presa de sus falsas y engañosas enseñanzas que evidentemente nos pueden perjudicar. Y es por eso que desde este blog nos metemos en estos zafarranchos, pues deseamos poner en alerta a quiénes nos quieran escuchar, para que no se dejen engañar…… pero no que por ello tengan que dar crédito a todo lo que nosotros les contamos, sino que lo contrasten, al igual que cualquier otra información que les llegue, con su ejemplar de la Biblia y entonces decidan quién les está mintiendo y quién les dice la verdad. O sea que advertidos ya están y por lo que solo resta que manifiesten su soberana decisión acerca de quién deben de fiarse, no sin antes volverles a repetir, la necesidad de contrastar esto que les hemos contado con su propio ejemplar de las Escrituras…… ya saben, por aquello de que nosotros también nos podemos equivocar.
MABEL
domingo, 30 de octubre de 2011
miércoles, 26 de octubre de 2011
¿Reinará Abrahán con Cristo, en el reino de Dios?
Y cuestión que tiene que ver, con una de las preguntas que tengo pendientes de responderle a Apologista Mario Olcese, que fue formulada de la siguiente manera y que, como es costumbre en este blog, se transcribe sin retoque alguno:
“8.- Si Abraham será sólo un mero súbdito del reino de Cristo, ¿por qué dice Pablo en Rom. 4:13 que Abraham y su simiente serán los herederos del mundo?¿No es la simiente de Abraham, Cristo y su cuerpo o iglesia según Gál. 3:16,29)?¿Se puede ser heredero del mundo siendo un mero súbdito del reino en la tierra?¿Es sensato sostener que el padre de la fe será un mero súbdito de sus hijos en la fe (Cristo y la iglesia)?”
Y empezando la respuesta por la parte final de su pregunta, yo entiendo que lo que no es sensato es afirmar lo contrario, pues me permito recordarle a D. Mario, que en infinidad de ocasiones desde este blog se le ha explicado (por lo visto sin ningún éxito), que Abrahán no será un mero súbdito del reino, sino que ocupará un lugar de privilegio en el mismo, así como David y otros notables del AT, según el Sal. 45:16:
“En lugar de tus antepasados (o “padres”, según versiones) llegará a haber tus hijos, a quienes nombrarás príncipes en toda la tierra.” (Acotación mía).
Pero claro, lo que dicho salmo también nos dice y sin dejar lugar a duda alguna, es que Abrahán y como antepasado de Jesús que era, pasará en el reino milenario a tener la condición de hijo de Jesucristo (por derecho de recompra, mediante su sacrificio expiatorio), que no la de hermano del mismo y por lo que, obviamente, no puede heredar el reino en calidad de rey, porque consecuentemente no es un Hijo de Dios, pues de lo contrario sí sería hermano de Jesucristo. Por lo tanto y puesto que hemos visto que no es así, podemos asumir que dicho personaje, durante su estancia sobre esta tierra y contrario a la disparatada afirmación del Sr. Olcese, en el sentido que hubiera sido hecho por el Altísimo, Hijo adoptivo Suyo, estaba bajo la paternidad de Satanás como el resto de la humanidad. Porque no olvidemos, que cuando Adán pecó, no solo fue echado del paraíso, sino que también fue repudiado por su Creador, de la relación paterno/filial que les unía y pasando por lo tanto, a depender del diablo como padre adoptivo, según propia decisión (Gén. 2:16-17) y condición que recibieron sus descendientes como herencia…… porque de lo contrario ¿cómo se entendería que Abrahán pasara (y de ser cierta la afirmación de D. Mario) de ser un Hijo de Dios, a ser un hijo de Jesucristo? ¿O es que acaso, por alguna oscura y desconocida razón, fue rebajado de tal condición, al pasar de Hijo de Dios…… a hijo de Jesucristo? Porque lo que nos afirma el citado salmo está clarísimo y por lo tanto, solo la razón nos dice que hijo de los dos no podía serlo el citado personaje…… siempre y cuando las Escrituras mantengan un mínimo de coherencia, claro.
Y siendo cierto que ese texto ya en sí mismo, es demoledor y suficiente para desbaratar la disparatada afirmación del Sr. Olcese, en el sentido de que los notables del AT tengan que reinar con Cristo en el reino de Dios, dicho caballero y a pesar de las veces que le hemos mostrado (y razonado) dicho pasaje, continúa publicando, sorprendentemente y en una actitud rayana en lo demencial, el mismo argumento. Y si no, vean sus últimos videos titulados “Abrahán esperaba la ciudad celestial (el tabernáculo permanente)” y un doble video más, bajo el título “Todos los fieles creyentes somos extranjeros y peregrinos sobre esta tierra”, amén de lo que ya ha publicado anteriormente en el mismo sentido y siempre con la misma extravagante intención: demostrar que Abrahán, David y resto de notables, serán reyes en el milenio y planteamiento esperpéntico donde los haya.
Pero si con ese salmo ya no fuera suficiente para eliminar de un plumazo tan disparada enseñanza y demostrar que ese caballero no tiene ni la más remota idea de lo que dicen las Escrituras, existe otro argumento que demuestra la razón que nos asiste, cuando desde este blog negamos una y otra vez tan estrambótica idea; porque veamos: casi 350 años después de la muerte de Abrahán, se produjo la liberación de los israelitas de la tiranía de Egipto y usando Jehová para ello a Moisés; ya lejos del alcance de los egipcios, se produjo el siguiente episodio y en el que intermedió dicho personje:
“Al tercer mes después de haber salido los hijos de Israel de la tierra de Egipto, el mismo día, entraron en el desierto de Sinaí. 2 Y procedieron a partir de Refidim y a entrar en el desierto de Sinaí y a acampar en el desierto; e Israel se puso a acampar allí enfrente de la montaña.
3 Y Moisés subió al Dios verdadero y Jehová empezó a llamarlo de la montaña, diciendo: “Esto es lo que has de decir a la casa de Jacob y anunciar a los hijos de Israel: 4 “Ustedes mismos han visto lo que hice a los egipcios, para llevarlos a ustedes sobre alas de águilas y traerlos a mí mismo. 5 Y ahora si ustedes obedecen estrictamente mi voz y verdaderamente guardan mi pacto, entonces ciertamente llegarán a ser mi propiedad especial de entre todos los demás pueblos, porque toda la tierra me pertenece a mí. 6 Y ustedes mismos llegarán a ser para mí un reino de sacerdotes y una nación santa”. Estas son las palabras que has de decir a los hijos de Israel”.
7 De modo que Moisés vino y llamó a los ancianos del pueblo y expuso ante ellos todas estas palabras que Jehová le había mandado. 8 Después de eso todo el pueblo respondió unánimemente y dijo: “Todo lo que Jehová ha hablado estamos dispuestos a hacerlo”. Inmediatamente llevó Moisés a Jehová las palabras del pueblo. 9 Ante esto, Jehová dijo a Moisés: “¡Mira! Vengo a ti en una nube oscura, a fin de que el pueblo oiga cuando hable contigo y para que en ti también pongan fe hasta tiempo indefinido”. Entonces Moisés informó a Jehová las palabras del pueblo.” (Exo. 19:1-9).
Y ya a continuación, después de la aceptación por parte del pueblo de Israel de la oferta de Jehová, fue cuando Este les pasó a exponer Sus mandamientos que tenían que ser cumplidos sin defecto y sin falta; pero quedémonos con lo sustancial y analicémoslo detenidamente la siguiente cuestión ¿con quién fue establecido el pacto, quiénes lo aceptaron y lo más importante…… para cuándo se llevó a cabo el cumplimento de dicha promesa?
El citado pacto, fue establecido con personas que vivieron casi 350 años después de la muerte del patriarca Abrahán y desparecidos también, su hijo Isaac, así como su nieto Jacob (quién dio nombre al pueblo elegido por Dios: Israel) y la desaparición también, de aquellos que dieron nombre a las doce tribus de Israel. Luego esos personajes no estuvieron en ese momento presentes para manifestar su aceptación o rechazo a dicho pacto y sabido es, por otra parte, que un pacto no tiene efectos retroactivos, pues solo es aplicable entre las partes que lo validan…… en este caso, entre Jehová y las personas que estuvieron presentes en ese momento y que decidieron en uso de su libre albedrio, el aceptarlo y comprometiendo así también a sus descendientes, pues el pacto tenía que ver con algo que aplicaba en un futuro lejano, según los términos en que fue establecido el mismo:
“Y ahora, si ustedes obedecen estrictamente mi voz y verdaderamente guardan mi pacto (y algo que requería de tiempo, para ser constatado), entonces ciertamente llegarán a ser mi propiedad especial de entre todos los demás pueblos, porque toda la tierra me pertenece a mí. 6 Y ustedes mismos llegarán (se entiende por el tiempo verbal, que se hacía referencia a un tiempo futuro) a ser para mí un reino de sacerdotes y una nación santa” (Exo. 19:5-6). (Acotaciones mías).
Luego las personas que en ese momento estaban presentes y aceptaron el pacto, no fueron los directos beneficiarios del mismo, o sea, no llegaron a ser ese “reino de sacerdotes” prometido, ni los descendientes de ellos después y eso durante generaciones, pues esa promesa tuvo su cumplimiento cuando apareció Jesús, más de 1.500 años después de ser establecido dicho pacto, e inició la búsqueda de aquellos que junto a él, tenían que conformar ese “reino de sacerdotes” prometido por Jehová. Y algo en lo que tiene que estar de acuerdo el Sr. Olcese, pues esto es lo que él mismo publicó, el 12/12/10, bajo el título “Estar con Cristo -- ¿qué significa esta frase?” y en la segunda mitad del último párrafo:
“Pero lo cierto es que Jesús vino a los Suyos para buscar herederos de su reino, y éstos, por supuesto, eran una manada pequeña comparados con los gentiles del mundo entero. Pero una vez que la mayoría de Su pueblo natural rechazó la oferta del reino, Jesús llamó a los gentiles a través del ministerio de Pablo, y a éstos, les dijo: “Si sufrimos, también REINAREMOS con él; Si le negáremos, él también nos negará” (2 Timoteo 2:12). Así que una participación activa en el reino también le fue ofrecida a una grande multitud de conversos gentiles.” (Negritas mías).
O sea, que lo que habría que entender de lo que nos dice el Sr. Olcese, es que después de la aparición del legítimo heredero al trono del rey David, el propio Jesús, lógicamente se tenía que proceder a la búsqueda de aquellos que lo tendrían que acompañar en ese gobierno del reino y que pasarían a conformar ese “reino de sacerdotes” anunciado. Y puesto que esos judíos del primer siglo, se habían apartado del obligado cumplimiento de las condiciones impuestas por Jehová, en el pacto del Sinaí, se tuvo que extender dicha búsqueda a personas de entre los gentiles o gente de las naciones; ahora bien…… ¿qué podemos entender de esa circunstancia?
En primer lugar, que habían pasado siglos desde que se hizo la promesa de “ahora si ustedes obedecen estrictamente mi voz y verdaderamente guardan mi pacto, entonces (……) ustedes mismos llegarán a ser para mí un reino de sacerdotes”, hasta que llegó el momento del cumplimiento de la misma y se empezaron a buscar (por medio de Jesús) a esos que tenían que calificar para ser “reyes y sacerdotes” en el reino de Dios…… luego nadie que hubiera muerto para antes de ese tiempo, pudo alcanzar el cumplimiento de esa citada promesa de Jehová y por lo cual, razonablemente, los notables del AT quedaban fuera del cuadro. De hecho, son interesantísimas para dar validez a mi planteamiento, las palabras que se produjeron en cierta ocasión entre Jesús y sus discípulos; veámoslas:
“Entonces Pedro le dijo en respuesta: “¡Mira! Nosotros hemos dejado todas las cosas y te hemos seguido; ¿qué habrá para nosotros, realmente?”. 28 Jesús les dijo: “En verdad les digo: En la re-creación, cuando el Hijo del hombre se siente sobre su trono glorioso, ustedes los que me han seguido también se sentarán sobre doce tronos y juzgarán a las doce tribus de Israel. 29 Y todo el que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos, o tierras, por causa de mi nombre, recibirá muchas veces más y heredará la vida eterna.” (Mat. 19:27-29).
Luego lo que entendemos de esas palabras de Jesús y aunque el Sr. Olcese se obstine en no aceptarlo, es que solo aquellos que le habían seguido y seguirían posteriormente, a través de la actividad de sus apóstoles (Juan 17:20), serían los que conseguirían el poder acceder a conformar el prometido “reino de sacerdotes” y sentarse en esos tronos ofrecidos por Jesús, que permitían reinar con él en el reino de Dios…… luego de nuevo vemos que inevitablemente, los Abrahán, David y muchísimos otros más, quedaban fuera de este cuadro, pues para ese tiempo ya llevaban siglos muertos y lógicamente, no pudieron seguir a Jesús…… y repito, a menos que podamos confiar en la coherencia y lógica de la Biblia.
En segundo lugar, todo parece indicar, que estaríamos hablando de una cantidad determinada de personas las que tendrían que configurar ese grupo de gobernantes, no solo por las palabras de Jesús en Luc. 12:32 y en el sentido de que serían un “rebaño pequeño”, sino por las palabras que en su momento dirigió Pablo a personas “ungidas” como Hijos de Dios y que no eran israelitas, sino gente de las naciones (o gentiles); veámoslas y prestemos atención:
“Porque no quiero, hermanos, que ignoren este secreto sagrado, para que no sean discretos a sus propios ojos: que un embotamiento de las sensibilidades le ha sucedido en parte a Israel hasta que el número pleno de gente de las naciones haya entrado.” (Rom. 11:25).
Luego una vez ese número pleno de las naciones hubiera entrado a formar parte de ese grupo, obviamente algo se habría completado y solo se podía hacer referencia al total de los miembros de ese grupo de “reyes y sacerdotes” por aparecer y con lo que se habría cerrado la posibilidad de acceder al privilegio de reinar junto Cristo; y que estaríamos hablando de un número (en conjunto, o sea, de judíos y gentiles) determinado de gobernantes con Jesucristo, nos lo indica también, algo que Pablo había dicho un momento antes de las palabras transcritas:
“Sin embargo, si algunas de las ramas fueron desgajadas, pero tú, aunque eres acebuche, fuiste injertado entre ellas y llegaste a ser partícipe de la raíz de grosura del olivo, 18 no te alboroces en triunfo sobre las ramas. Pero, si te alborozas en triunfo sobre ellas, no eres tú quien soporta la raíz, sino la raíz a ti. 19 Dirás, pues: “Algunas ramas fueron desgajadas para que yo fuera injertado”. 20 ¡Está bien! Por su falta de fe fueron desgajadas, pero tú por la fe estás en pie. Cesa de tener ideas encumbradas; antes bien, teme. 21 Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, tampoco te perdonará a ti.” (Rom. 11:17-21).
Luego lo que estamos viendo es que se trataba de sustituir ramas desgajadas de un simbólico olivo (Israel), por otras procedentes de un olivo silvestre (los gentiles); luego no se añadían ramas al citado olivo, en este caso personas, sino que solo eran sustituidas aquellas que por no ser merecedoras de formar parte de ese grupo selecto, que tenía que reinar en el reino de Dios junto a Cristo, eran desgajadas o rechazadas. Entonces estamos hablando de mantener siempre una cantidad determinada, la que fuere y mediante sustitución de unas por otras, pero que en todo caso y según Luc. 12:32 (como hemos señalado), de reducido tamaño y lejos por lo tanto, de la burrada que nos ha contado reiteradamente el Sr. Olcese, en el sentido que los gobernantes con Cristo serán “millones, miles de millones”. Y si este proceso, como es lógico, inició con Jesús, pues fue él quien dio inicio a la búsqueda de aquellos merecedores, tampoco hay ninguna opción de que los Abrahán y compañía, figuren en el cuadro, pues en sus tiempos no existía tal arreglo, sino que es más, faltaban aún siglos para que apareciera la figura del Hijo de Dios, e iniciara la recolección; recordemos unas reveladoras palabras de Jesús:
“Jesús le dijo: “Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí.” (Juan 14:6).
Y puesto que Jesús era el camino para llegar al Padre, o sea, el ser uno reconocido como Hijo de Dios y Jesús no existía en los tiempos del AT ¿cómo se entenderían esas palabras de Jesús, si ya antes de su aparición, hubiera habido personas que hubieran “llegado” al Padre y reconocidas por tanto, como Hijos de Él? Y puesto que eso no sería razonable, lo que tenemos que conferir es que ninguno de esos notables pudo llegar a ser adoptado como Hijo de Dios, a menos que Jesús nos hubiera mentido con su afirmación; pero es que hay algo más:
“Ustedes no me escogieron a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los nombré para que vayan adelante y sigan llevando fruto y que su fruto permanezca; a fin de que sin importar qué le pidan al Padre en mi nombre, él se lo dé a ustedes. (Juan 15:16).
Luego no solo estaba envuelto en el asunto, el ser escogido, sino el ser nombrado para una comisión en especial y que tenía que proyectarse adelante en el tiempo, en la que no podían participar, obviamente, los Abrahán, David y otros prominentes del AT; y lo cual nos demuestra una vez más, que no tenían ni arte ni parte, en ese grupo de “reyes y sacerdotes”…… luego no podían ser Hijos de Dios. Entonces y respondiendo al Sr. Olces, claro que se puede heredar el reino en calidad de súbditos del mismo y prescindiendo del hecho de que esos personajes destacados del AT y en virtud de lo dicho en el citado Sal. 15:16, lo harán en puestos de privilegio, aunque siempre en sujeción a aquellos que están por encima de ellos y que son esos Hijos de Dios, en su condición de “reyes y sacerdotes” a diferencia de otros…... por lo tanto y aunque con privilegios, súbditos al fin y al cabo y dependientes de…... Y al igual que otros que serán los primeros súbditos de ese reino y de los que vamos a hablar a continuación para demostrar, en primer lugar, que efectivamente se puede heredar un lugar en el reino milenario, regido por Cristo y sus hermanos, sin necesariamente tener que ser parte de ellos, ni siquiera ocupar un lugar de privilegio en el mismo; y en segundo lugar, que D. Mario no sabe ni por dónde le sopla el aire en cuestiones bíblicas…… y nos estamos refiriendo a los sobrevivientes de la gran tribulación, de los que se nos habla en Rev. 7:9; 14:
“Después de estas cosas vi y, ¡miren!, una gran muchedumbre, que ningún hombre podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos de largas ropas blancas; y había ramas de palmera en sus manos (……) De modo que le dije inmediatamente: “Señor mío, tú eres el que sabe”. Y me dijo: “Estos son los que salen de la gran tribulación y han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.”
Es cierto que el caballero en cuestión y ya en el colmo de una más que extravagante forma de interpretar las Escrituras, nos aseguró en su día (y planteamiento del que no se ha retractado), que esa “gran muchedumbre” formaba parte también del conjunto de gobernantes que con Cristo han de reinar en el reino de Dios, lo cual vemos en los siguientes artículos y que solo los mismos títulos, ya son todo un poema y un canto al disparate:
“La muchedumbre incalculable de 144.000, viene de la Gran Tribulación.”
Porque claro, si sabemos que son 144.000, no pueden ser una muchedumbre “incalculable”…… porque ya están perfectamente calculados ¿o no?
“Los 144.000 sellados de Apocalipsis, son una grande muchedumbre.”
Y si a D. Mario, 144.000 (luego están perfectamente contados) le parecen una gran muchedumbre, de la que se nos dice “que ningún hombre podía contar”…… pues en fin, si él lo dice.
“¿Pueden ser los 144.000 de Apocalipsis 7 y 14, la misma grande muchedumbre? ¡Las evidencias muestran que sí!”
Y se me antoja a mí, que una cosa con la otra, tienen exactamente el mismo parecido que un huevo a una castaña…… no sé qué opinarán ustedes.
Pero por mucha evidencia que el Sr. Olcese afirme que exista (y que no ha podido presentar, obviamente), semejante animalada queda desbaratada cuando analizamos la cuestión, desde la lógica y el sentido común; porque esta “gran muchedumbre” aparece, como nos dicen las Escrituras, después de la gran tribulación (pues sobreviven a ella) y lógicamente, ya en el momento de entrar en el período milenario…… pero fijémonos en un pequeño detalle: esas personas sobreviven, luego pasan con vida al nuevo sistema de cosas que se establece, con la aparición de los “nuevos cielos y la nueva tierra” (2 Ped. 3:13; Rev. 21:1) y por lo tanto, puesto que no han experimentado la muerte, no participan de ninguna resurrección. Sin embargo, los que con Cristo han de reinar, obligatoriamente tiene que tomar parte de una “primera” resurrección:
“Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos (los que participan de esta resurrección y no, sobre los que no lo hagan) la muerte segunda no tiene autoridad, sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.” (Rev. 20:6). (Acotación mía).
Luego queda claro, que si no se toma parte de esa primera resurrección, no se puede obtener la inmortalidad, ni se puede reinar con Cristo…… porque eso es lo que nos dice el texto ¿o no? Luego razonablemente, de ninguna manera pueden ser los miembros de esa gran muchedumbre de sobrevivientes, miembros de ese grupo gobernante; pero es que además, antes de que se produzca la gran tribulación (a la que sobrevive esa gran muchedumbre, gracias a la protección del Altísimo ) y que tiene que ver con el “gran día de Jehová” (Sof. 1:14-18, suceden algunas cosas: la segunda venida de Jesucristo y momento en que se produce esa citada “primera” resurrección y ya a continuación, para finiquitar este sistema de cosas (Dan. 2:44), se produce la batalla de Armagedón y que es con lo que culmina la citada gran tribulación y el mundo tal como lo conocemos; y batalla peleada por Jesucristo…… y sus hermanos:
“Y los diez cuernos que viste significan diez reyes, que todavía no han recibido un reino, pero sí reciben autoridad como reyes por una hora con la bestia salvaje. 13 Estos tienen un solo pensamiento y por eso dan su poder y autoridad a la bestia salvaje. 14 Estos combatirán contra el Cordero, pero, porque es Señor de señores y Rey de reyes, el Cordero los vencerá. También, los llamados y escogidos y fieles que con él están lo harán.” (Rev. 17:12-14).
O sea, que para cuando se produce esa batalla final y antesala de la instauración del reino, todos los que componen ese gobierno de “reyes y sacerdotes”, los hermanos de Cristo ya están junto a él, peleando en defensa de la Soberanía del Altísimo y para derrotar a las fuerzas inicuas de Satanás…… luego dicho gobierno ya está al completo y no se le puede añadir a nadie más. Y siendo solo después de esta batalla, eliminados ya todos los opositores al gobierno del reino establecido por Dios y preso Satanás por un largo tiempo (Rev. 19:19-21 hasta 20:3), cuando aparece esa gran muchedumbre de sobrevivientes y la instauración del reino de Dios, con la toma de posesión de esos reyes gobernantes:
“Y vi tronos y hubo quienes se sentaron en ellos y se les dio poder para juzgar. Sí, vi las almas de los que fueron ejecutados con hacha por el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios y los que no habían adorado ni a la bestia salvaje ni a su imagen y que no habían recibido la marca sobre la frente ni sobre la mano.” (Rev. 20:4).
Luego, resumiendo y a menos que las Escrituras nos mientan, la secuencia de los acontecimientos es la siguiente: esos sobrevivientes de la “gran tribulación” y tal como he mencionado, aparecen al iniciarse el período milenario, o sea después de que esos “reyes y sacerdotes” hayan aparecido y peleado junto a su Hermano Mayor, Jesucristo, la batalla de Armagedón, con la que culmina dicha “gran tribulación” y a la que esa “gran muchedumbre” sobrevive y por lo que se convierten en los primeros súbditos de ese reino milenario y a ser seguidos, por los participantes de lo que podríamos considerar como la segunda resurrección y que se produce durante ese período del reinado de Cristo…... y no al final del mismo, según proponen los Sres. Olcese, Rivas Martínez, Dávila, Buzzard y tantos otros, en una clara muestra de que no saben de qué están hablando. Y tiempo en que se llevará a cabo “la restauración de todas las cosas de que habló Dios por boca de sus santos profetas de tiempo antiguo”, según Hech. 3:21 y como consecuencia de ello, el restablecimiento a la perfección del ser humano, notables del AT incluidos. Entonces, claro que es posible heredar el reino como súbdito del mismo…… pues esto es lo que acabamos de ver ¿o no es así?
Y en cuanto a la primera parte de la pregunta formulada por el Sr. Olcese, en esos pasajes que nos cita de Rom. 4:13; Gál. 3:16 y 29, no se trata tanto de lo que realmente dicen, sino de lo que dicho caballero entiende que dicen y siempre condicionado por la empanada mental que lleva; cuando es el caso de que nada en ellos se nos habla en el sentido que Abrahán tenga que heredar el mundo como rey; pero como si me esforzara en intentar explicarle el significado de dichos pasajes, tanto daría que daría tanto, pues él continuará a la suya y sin atender a ningún razonamiento (como ha venido haciendo hasta el momento), considero oportuno mejor dejarlo como está y así no pierdo el tiempo.
Y continuando con el “dossier”, en cuanto a la pregunta número nueve, acerca de David, pues que se lea de nuevo, mi artículo “Apologista…… y Oseas 3:4-5” (10/10/11), pues allí tiene la respuesta. Por otra parte, la pregunta diez, está respondida en mí artículo “Efe. 2:20, no dice esto, Sr. Olcese” (07/10/11); la número once, en “Y “Armandito” respondió…” (15/09/11) y ya para finalizar, la número doce en “¿Y qué hay del apóstol Juan?” (08/10/11) y escritos a los que dicho caballero no ha hecho el menor caso. Y es que una cosa es que a dicho caballero le parezcan bien o no mis respuesta, o el que las entienda o no las entienda…… y que tanto me da que me da lo mismo; pero de que formule preguntas mencionando que a ver “si de una vez” se las respondo, ya es otra cosa y que solo demuestra lo falaz que es. Pero la verdadera cuestión, es que la pelota y por decirlo de una manera que nos entendamos todos, está en el tejado de cada uno de ustedes que siguen este enfrentamiento argumental y que tendrán que decidir, quién tiene la razón o quién no la tiene…… eso es, quién les cuenta la verdad de lo que realmente dicen las Escrituras y quién les está intentando meter un gol por toda la escuadra.
Y si resulta que los que decimos la verdad somos nosotros (y eso es lo que ustedes tienen que averiguar), todo lo que ha escrito o en su defecto ha explicado en sus videos, absolutamente todo lo publicado por el Sr. Olcese acerca de este tema, como por ejemplo, sus últimos artículos del pasado día 24, son pura bazofia, producto de una disparatada idea e indemostrable a todas luces, como es la de los Abrahán, David y compañía, reinando con Cristo en el reino de Dios: Luego lo dicho: a ustedes les corresponde decidir y actuar en consecuencia…… porque si está equivocado con respecto de esta enseñanza, puede estar y de hecho lo está, con respecto de todas las demás y por lo que sus afirmaciones, no merecen ningún tipo de credibilidad. Y extremo que nosotros, desde este blog, tenemos clarísimo.
Armando López Golart
Y cuestión que tiene que ver, con una de las preguntas que tengo pendientes de responderle a Apologista Mario Olcese, que fue formulada de la siguiente manera y que, como es costumbre en este blog, se transcribe sin retoque alguno:
“8.- Si Abraham será sólo un mero súbdito del reino de Cristo, ¿por qué dice Pablo en Rom. 4:13 que Abraham y su simiente serán los herederos del mundo?¿No es la simiente de Abraham, Cristo y su cuerpo o iglesia según Gál. 3:16,29)?¿Se puede ser heredero del mundo siendo un mero súbdito del reino en la tierra?¿Es sensato sostener que el padre de la fe será un mero súbdito de sus hijos en la fe (Cristo y la iglesia)?”
Y empezando la respuesta por la parte final de su pregunta, yo entiendo que lo que no es sensato es afirmar lo contrario, pues me permito recordarle a D. Mario, que en infinidad de ocasiones desde este blog se le ha explicado (por lo visto sin ningún éxito), que Abrahán no será un mero súbdito del reino, sino que ocupará un lugar de privilegio en el mismo, así como David y otros notables del AT, según el Sal. 45:16:
“En lugar de tus antepasados (o “padres”, según versiones) llegará a haber tus hijos, a quienes nombrarás príncipes en toda la tierra.” (Acotación mía).
Pero claro, lo que dicho salmo también nos dice y sin dejar lugar a duda alguna, es que Abrahán y como antepasado de Jesús que era, pasará en el reino milenario a tener la condición de hijo de Jesucristo (por derecho de recompra, mediante su sacrificio expiatorio), que no la de hermano del mismo y por lo que, obviamente, no puede heredar el reino en calidad de rey, porque consecuentemente no es un Hijo de Dios, pues de lo contrario sí sería hermano de Jesucristo. Por lo tanto y puesto que hemos visto que no es así, podemos asumir que dicho personaje, durante su estancia sobre esta tierra y contrario a la disparatada afirmación del Sr. Olcese, en el sentido que hubiera sido hecho por el Altísimo, Hijo adoptivo Suyo, estaba bajo la paternidad de Satanás como el resto de la humanidad. Porque no olvidemos, que cuando Adán pecó, no solo fue echado del paraíso, sino que también fue repudiado por su Creador, de la relación paterno/filial que les unía y pasando por lo tanto, a depender del diablo como padre adoptivo, según propia decisión (Gén. 2:16-17) y condición que recibieron sus descendientes como herencia…… porque de lo contrario ¿cómo se entendería que Abrahán pasara (y de ser cierta la afirmación de D. Mario) de ser un Hijo de Dios, a ser un hijo de Jesucristo? ¿O es que acaso, por alguna oscura y desconocida razón, fue rebajado de tal condición, al pasar de Hijo de Dios…… a hijo de Jesucristo? Porque lo que nos afirma el citado salmo está clarísimo y por lo tanto, solo la razón nos dice que hijo de los dos no podía serlo el citado personaje…… siempre y cuando las Escrituras mantengan un mínimo de coherencia, claro.
Y siendo cierto que ese texto ya en sí mismo, es demoledor y suficiente para desbaratar la disparatada afirmación del Sr. Olcese, en el sentido de que los notables del AT tengan que reinar con Cristo en el reino de Dios, dicho caballero y a pesar de las veces que le hemos mostrado (y razonado) dicho pasaje, continúa publicando, sorprendentemente y en una actitud rayana en lo demencial, el mismo argumento. Y si no, vean sus últimos videos titulados “Abrahán esperaba la ciudad celestial (el tabernáculo permanente)” y un doble video más, bajo el título “Todos los fieles creyentes somos extranjeros y peregrinos sobre esta tierra”, amén de lo que ya ha publicado anteriormente en el mismo sentido y siempre con la misma extravagante intención: demostrar que Abrahán, David y resto de notables, serán reyes en el milenio y planteamiento esperpéntico donde los haya.
Pero si con ese salmo ya no fuera suficiente para eliminar de un plumazo tan disparada enseñanza y demostrar que ese caballero no tiene ni la más remota idea de lo que dicen las Escrituras, existe otro argumento que demuestra la razón que nos asiste, cuando desde este blog negamos una y otra vez tan estrambótica idea; porque veamos: casi 350 años después de la muerte de Abrahán, se produjo la liberación de los israelitas de la tiranía de Egipto y usando Jehová para ello a Moisés; ya lejos del alcance de los egipcios, se produjo el siguiente episodio y en el que intermedió dicho personje:
“Al tercer mes después de haber salido los hijos de Israel de la tierra de Egipto, el mismo día, entraron en el desierto de Sinaí. 2 Y procedieron a partir de Refidim y a entrar en el desierto de Sinaí y a acampar en el desierto; e Israel se puso a acampar allí enfrente de la montaña.
3 Y Moisés subió al Dios verdadero y Jehová empezó a llamarlo de la montaña, diciendo: “Esto es lo que has de decir a la casa de Jacob y anunciar a los hijos de Israel: 4 “Ustedes mismos han visto lo que hice a los egipcios, para llevarlos a ustedes sobre alas de águilas y traerlos a mí mismo. 5 Y ahora si ustedes obedecen estrictamente mi voz y verdaderamente guardan mi pacto, entonces ciertamente llegarán a ser mi propiedad especial de entre todos los demás pueblos, porque toda la tierra me pertenece a mí. 6 Y ustedes mismos llegarán a ser para mí un reino de sacerdotes y una nación santa”. Estas son las palabras que has de decir a los hijos de Israel”.
7 De modo que Moisés vino y llamó a los ancianos del pueblo y expuso ante ellos todas estas palabras que Jehová le había mandado. 8 Después de eso todo el pueblo respondió unánimemente y dijo: “Todo lo que Jehová ha hablado estamos dispuestos a hacerlo”. Inmediatamente llevó Moisés a Jehová las palabras del pueblo. 9 Ante esto, Jehová dijo a Moisés: “¡Mira! Vengo a ti en una nube oscura, a fin de que el pueblo oiga cuando hable contigo y para que en ti también pongan fe hasta tiempo indefinido”. Entonces Moisés informó a Jehová las palabras del pueblo.” (Exo. 19:1-9).
Y ya a continuación, después de la aceptación por parte del pueblo de Israel de la oferta de Jehová, fue cuando Este les pasó a exponer Sus mandamientos que tenían que ser cumplidos sin defecto y sin falta; pero quedémonos con lo sustancial y analicémoslo detenidamente la siguiente cuestión ¿con quién fue establecido el pacto, quiénes lo aceptaron y lo más importante…… para cuándo se llevó a cabo el cumplimento de dicha promesa?
El citado pacto, fue establecido con personas que vivieron casi 350 años después de la muerte del patriarca Abrahán y desparecidos también, su hijo Isaac, así como su nieto Jacob (quién dio nombre al pueblo elegido por Dios: Israel) y la desaparición también, de aquellos que dieron nombre a las doce tribus de Israel. Luego esos personajes no estuvieron en ese momento presentes para manifestar su aceptación o rechazo a dicho pacto y sabido es, por otra parte, que un pacto no tiene efectos retroactivos, pues solo es aplicable entre las partes que lo validan…… en este caso, entre Jehová y las personas que estuvieron presentes en ese momento y que decidieron en uso de su libre albedrio, el aceptarlo y comprometiendo así también a sus descendientes, pues el pacto tenía que ver con algo que aplicaba en un futuro lejano, según los términos en que fue establecido el mismo:
“Y ahora, si ustedes obedecen estrictamente mi voz y verdaderamente guardan mi pacto (y algo que requería de tiempo, para ser constatado), entonces ciertamente llegarán a ser mi propiedad especial de entre todos los demás pueblos, porque toda la tierra me pertenece a mí. 6 Y ustedes mismos llegarán (se entiende por el tiempo verbal, que se hacía referencia a un tiempo futuro) a ser para mí un reino de sacerdotes y una nación santa” (Exo. 19:5-6). (Acotaciones mías).
Luego las personas que en ese momento estaban presentes y aceptaron el pacto, no fueron los directos beneficiarios del mismo, o sea, no llegaron a ser ese “reino de sacerdotes” prometido, ni los descendientes de ellos después y eso durante generaciones, pues esa promesa tuvo su cumplimiento cuando apareció Jesús, más de 1.500 años después de ser establecido dicho pacto, e inició la búsqueda de aquellos que junto a él, tenían que conformar ese “reino de sacerdotes” prometido por Jehová. Y algo en lo que tiene que estar de acuerdo el Sr. Olcese, pues esto es lo que él mismo publicó, el 12/12/10, bajo el título “Estar con Cristo -- ¿qué significa esta frase?” y en la segunda mitad del último párrafo:
“Pero lo cierto es que Jesús vino a los Suyos para buscar herederos de su reino, y éstos, por supuesto, eran una manada pequeña comparados con los gentiles del mundo entero. Pero una vez que la mayoría de Su pueblo natural rechazó la oferta del reino, Jesús llamó a los gentiles a través del ministerio de Pablo, y a éstos, les dijo: “Si sufrimos, también REINAREMOS con él; Si le negáremos, él también nos negará” (2 Timoteo 2:12). Así que una participación activa en el reino también le fue ofrecida a una grande multitud de conversos gentiles.” (Negritas mías).
O sea, que lo que habría que entender de lo que nos dice el Sr. Olcese, es que después de la aparición del legítimo heredero al trono del rey David, el propio Jesús, lógicamente se tenía que proceder a la búsqueda de aquellos que lo tendrían que acompañar en ese gobierno del reino y que pasarían a conformar ese “reino de sacerdotes” anunciado. Y puesto que esos judíos del primer siglo, se habían apartado del obligado cumplimiento de las condiciones impuestas por Jehová, en el pacto del Sinaí, se tuvo que extender dicha búsqueda a personas de entre los gentiles o gente de las naciones; ahora bien…… ¿qué podemos entender de esa circunstancia?
En primer lugar, que habían pasado siglos desde que se hizo la promesa de “ahora si ustedes obedecen estrictamente mi voz y verdaderamente guardan mi pacto, entonces (……) ustedes mismos llegarán a ser para mí un reino de sacerdotes”, hasta que llegó el momento del cumplimiento de la misma y se empezaron a buscar (por medio de Jesús) a esos que tenían que calificar para ser “reyes y sacerdotes” en el reino de Dios…… luego nadie que hubiera muerto para antes de ese tiempo, pudo alcanzar el cumplimiento de esa citada promesa de Jehová y por lo cual, razonablemente, los notables del AT quedaban fuera del cuadro. De hecho, son interesantísimas para dar validez a mi planteamiento, las palabras que se produjeron en cierta ocasión entre Jesús y sus discípulos; veámoslas:
“Entonces Pedro le dijo en respuesta: “¡Mira! Nosotros hemos dejado todas las cosas y te hemos seguido; ¿qué habrá para nosotros, realmente?”. 28 Jesús les dijo: “En verdad les digo: En la re-creación, cuando el Hijo del hombre se siente sobre su trono glorioso, ustedes los que me han seguido también se sentarán sobre doce tronos y juzgarán a las doce tribus de Israel. 29 Y todo el que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos, o tierras, por causa de mi nombre, recibirá muchas veces más y heredará la vida eterna.” (Mat. 19:27-29).
Luego lo que entendemos de esas palabras de Jesús y aunque el Sr. Olcese se obstine en no aceptarlo, es que solo aquellos que le habían seguido y seguirían posteriormente, a través de la actividad de sus apóstoles (Juan 17:20), serían los que conseguirían el poder acceder a conformar el prometido “reino de sacerdotes” y sentarse en esos tronos ofrecidos por Jesús, que permitían reinar con él en el reino de Dios…… luego de nuevo vemos que inevitablemente, los Abrahán, David y muchísimos otros más, quedaban fuera de este cuadro, pues para ese tiempo ya llevaban siglos muertos y lógicamente, no pudieron seguir a Jesús…… y repito, a menos que podamos confiar en la coherencia y lógica de la Biblia.
En segundo lugar, todo parece indicar, que estaríamos hablando de una cantidad determinada de personas las que tendrían que configurar ese grupo de gobernantes, no solo por las palabras de Jesús en Luc. 12:32 y en el sentido de que serían un “rebaño pequeño”, sino por las palabras que en su momento dirigió Pablo a personas “ungidas” como Hijos de Dios y que no eran israelitas, sino gente de las naciones (o gentiles); veámoslas y prestemos atención:
“Porque no quiero, hermanos, que ignoren este secreto sagrado, para que no sean discretos a sus propios ojos: que un embotamiento de las sensibilidades le ha sucedido en parte a Israel hasta que el número pleno de gente de las naciones haya entrado.” (Rom. 11:25).
Luego una vez ese número pleno de las naciones hubiera entrado a formar parte de ese grupo, obviamente algo se habría completado y solo se podía hacer referencia al total de los miembros de ese grupo de “reyes y sacerdotes” por aparecer y con lo que se habría cerrado la posibilidad de acceder al privilegio de reinar junto Cristo; y que estaríamos hablando de un número (en conjunto, o sea, de judíos y gentiles) determinado de gobernantes con Jesucristo, nos lo indica también, algo que Pablo había dicho un momento antes de las palabras transcritas:
“Sin embargo, si algunas de las ramas fueron desgajadas, pero tú, aunque eres acebuche, fuiste injertado entre ellas y llegaste a ser partícipe de la raíz de grosura del olivo, 18 no te alboroces en triunfo sobre las ramas. Pero, si te alborozas en triunfo sobre ellas, no eres tú quien soporta la raíz, sino la raíz a ti. 19 Dirás, pues: “Algunas ramas fueron desgajadas para que yo fuera injertado”. 20 ¡Está bien! Por su falta de fe fueron desgajadas, pero tú por la fe estás en pie. Cesa de tener ideas encumbradas; antes bien, teme. 21 Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, tampoco te perdonará a ti.” (Rom. 11:17-21).
Luego lo que estamos viendo es que se trataba de sustituir ramas desgajadas de un simbólico olivo (Israel), por otras procedentes de un olivo silvestre (los gentiles); luego no se añadían ramas al citado olivo, en este caso personas, sino que solo eran sustituidas aquellas que por no ser merecedoras de formar parte de ese grupo selecto, que tenía que reinar en el reino de Dios junto a Cristo, eran desgajadas o rechazadas. Entonces estamos hablando de mantener siempre una cantidad determinada, la que fuere y mediante sustitución de unas por otras, pero que en todo caso y según Luc. 12:32 (como hemos señalado), de reducido tamaño y lejos por lo tanto, de la burrada que nos ha contado reiteradamente el Sr. Olcese, en el sentido que los gobernantes con Cristo serán “millones, miles de millones”. Y si este proceso, como es lógico, inició con Jesús, pues fue él quien dio inicio a la búsqueda de aquellos merecedores, tampoco hay ninguna opción de que los Abrahán y compañía, figuren en el cuadro, pues en sus tiempos no existía tal arreglo, sino que es más, faltaban aún siglos para que apareciera la figura del Hijo de Dios, e iniciara la recolección; recordemos unas reveladoras palabras de Jesús:
“Jesús le dijo: “Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí.” (Juan 14:6).
Y puesto que Jesús era el camino para llegar al Padre, o sea, el ser uno reconocido como Hijo de Dios y Jesús no existía en los tiempos del AT ¿cómo se entenderían esas palabras de Jesús, si ya antes de su aparición, hubiera habido personas que hubieran “llegado” al Padre y reconocidas por tanto, como Hijos de Él? Y puesto que eso no sería razonable, lo que tenemos que conferir es que ninguno de esos notables pudo llegar a ser adoptado como Hijo de Dios, a menos que Jesús nos hubiera mentido con su afirmación; pero es que hay algo más:
“Ustedes no me escogieron a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los nombré para que vayan adelante y sigan llevando fruto y que su fruto permanezca; a fin de que sin importar qué le pidan al Padre en mi nombre, él se lo dé a ustedes. (Juan 15:16).
Luego no solo estaba envuelto en el asunto, el ser escogido, sino el ser nombrado para una comisión en especial y que tenía que proyectarse adelante en el tiempo, en la que no podían participar, obviamente, los Abrahán, David y otros prominentes del AT; y lo cual nos demuestra una vez más, que no tenían ni arte ni parte, en ese grupo de “reyes y sacerdotes”…… luego no podían ser Hijos de Dios. Entonces y respondiendo al Sr. Olces, claro que se puede heredar el reino en calidad de súbditos del mismo y prescindiendo del hecho de que esos personajes destacados del AT y en virtud de lo dicho en el citado Sal. 15:16, lo harán en puestos de privilegio, aunque siempre en sujeción a aquellos que están por encima de ellos y que son esos Hijos de Dios, en su condición de “reyes y sacerdotes” a diferencia de otros…... por lo tanto y aunque con privilegios, súbditos al fin y al cabo y dependientes de…... Y al igual que otros que serán los primeros súbditos de ese reino y de los que vamos a hablar a continuación para demostrar, en primer lugar, que efectivamente se puede heredar un lugar en el reino milenario, regido por Cristo y sus hermanos, sin necesariamente tener que ser parte de ellos, ni siquiera ocupar un lugar de privilegio en el mismo; y en segundo lugar, que D. Mario no sabe ni por dónde le sopla el aire en cuestiones bíblicas…… y nos estamos refiriendo a los sobrevivientes de la gran tribulación, de los que se nos habla en Rev. 7:9; 14:
“Después de estas cosas vi y, ¡miren!, una gran muchedumbre, que ningún hombre podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos de largas ropas blancas; y había ramas de palmera en sus manos (……) De modo que le dije inmediatamente: “Señor mío, tú eres el que sabe”. Y me dijo: “Estos son los que salen de la gran tribulación y han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.”
Es cierto que el caballero en cuestión y ya en el colmo de una más que extravagante forma de interpretar las Escrituras, nos aseguró en su día (y planteamiento del que no se ha retractado), que esa “gran muchedumbre” formaba parte también del conjunto de gobernantes que con Cristo han de reinar en el reino de Dios, lo cual vemos en los siguientes artículos y que solo los mismos títulos, ya son todo un poema y un canto al disparate:
“La muchedumbre incalculable de 144.000, viene de la Gran Tribulación.”
Porque claro, si sabemos que son 144.000, no pueden ser una muchedumbre “incalculable”…… porque ya están perfectamente calculados ¿o no?
“Los 144.000 sellados de Apocalipsis, son una grande muchedumbre.”
Y si a D. Mario, 144.000 (luego están perfectamente contados) le parecen una gran muchedumbre, de la que se nos dice “que ningún hombre podía contar”…… pues en fin, si él lo dice.
“¿Pueden ser los 144.000 de Apocalipsis 7 y 14, la misma grande muchedumbre? ¡Las evidencias muestran que sí!”
Y se me antoja a mí, que una cosa con la otra, tienen exactamente el mismo parecido que un huevo a una castaña…… no sé qué opinarán ustedes.
Pero por mucha evidencia que el Sr. Olcese afirme que exista (y que no ha podido presentar, obviamente), semejante animalada queda desbaratada cuando analizamos la cuestión, desde la lógica y el sentido común; porque esta “gran muchedumbre” aparece, como nos dicen las Escrituras, después de la gran tribulación (pues sobreviven a ella) y lógicamente, ya en el momento de entrar en el período milenario…… pero fijémonos en un pequeño detalle: esas personas sobreviven, luego pasan con vida al nuevo sistema de cosas que se establece, con la aparición de los “nuevos cielos y la nueva tierra” (2 Ped. 3:13; Rev. 21:1) y por lo tanto, puesto que no han experimentado la muerte, no participan de ninguna resurrección. Sin embargo, los que con Cristo han de reinar, obligatoriamente tiene que tomar parte de una “primera” resurrección:
“Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos (los que participan de esta resurrección y no, sobre los que no lo hagan) la muerte segunda no tiene autoridad, sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.” (Rev. 20:6). (Acotación mía).
Luego queda claro, que si no se toma parte de esa primera resurrección, no se puede obtener la inmortalidad, ni se puede reinar con Cristo…… porque eso es lo que nos dice el texto ¿o no? Luego razonablemente, de ninguna manera pueden ser los miembros de esa gran muchedumbre de sobrevivientes, miembros de ese grupo gobernante; pero es que además, antes de que se produzca la gran tribulación (a la que sobrevive esa gran muchedumbre, gracias a la protección del Altísimo ) y que tiene que ver con el “gran día de Jehová” (Sof. 1:14-18, suceden algunas cosas: la segunda venida de Jesucristo y momento en que se produce esa citada “primera” resurrección y ya a continuación, para finiquitar este sistema de cosas (Dan. 2:44), se produce la batalla de Armagedón y que es con lo que culmina la citada gran tribulación y el mundo tal como lo conocemos; y batalla peleada por Jesucristo…… y sus hermanos:
“Y los diez cuernos que viste significan diez reyes, que todavía no han recibido un reino, pero sí reciben autoridad como reyes por una hora con la bestia salvaje. 13 Estos tienen un solo pensamiento y por eso dan su poder y autoridad a la bestia salvaje. 14 Estos combatirán contra el Cordero, pero, porque es Señor de señores y Rey de reyes, el Cordero los vencerá. También, los llamados y escogidos y fieles que con él están lo harán.” (Rev. 17:12-14).
O sea, que para cuando se produce esa batalla final y antesala de la instauración del reino, todos los que componen ese gobierno de “reyes y sacerdotes”, los hermanos de Cristo ya están junto a él, peleando en defensa de la Soberanía del Altísimo y para derrotar a las fuerzas inicuas de Satanás…… luego dicho gobierno ya está al completo y no se le puede añadir a nadie más. Y siendo solo después de esta batalla, eliminados ya todos los opositores al gobierno del reino establecido por Dios y preso Satanás por un largo tiempo (Rev. 19:19-21 hasta 20:3), cuando aparece esa gran muchedumbre de sobrevivientes y la instauración del reino de Dios, con la toma de posesión de esos reyes gobernantes:
“Y vi tronos y hubo quienes se sentaron en ellos y se les dio poder para juzgar. Sí, vi las almas de los que fueron ejecutados con hacha por el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios y los que no habían adorado ni a la bestia salvaje ni a su imagen y que no habían recibido la marca sobre la frente ni sobre la mano.” (Rev. 20:4).
Luego, resumiendo y a menos que las Escrituras nos mientan, la secuencia de los acontecimientos es la siguiente: esos sobrevivientes de la “gran tribulación” y tal como he mencionado, aparecen al iniciarse el período milenario, o sea después de que esos “reyes y sacerdotes” hayan aparecido y peleado junto a su Hermano Mayor, Jesucristo, la batalla de Armagedón, con la que culmina dicha “gran tribulación” y a la que esa “gran muchedumbre” sobrevive y por lo que se convierten en los primeros súbditos de ese reino milenario y a ser seguidos, por los participantes de lo que podríamos considerar como la segunda resurrección y que se produce durante ese período del reinado de Cristo…... y no al final del mismo, según proponen los Sres. Olcese, Rivas Martínez, Dávila, Buzzard y tantos otros, en una clara muestra de que no saben de qué están hablando. Y tiempo en que se llevará a cabo “la restauración de todas las cosas de que habló Dios por boca de sus santos profetas de tiempo antiguo”, según Hech. 3:21 y como consecuencia de ello, el restablecimiento a la perfección del ser humano, notables del AT incluidos. Entonces, claro que es posible heredar el reino como súbdito del mismo…… pues esto es lo que acabamos de ver ¿o no es así?
Y en cuanto a la primera parte de la pregunta formulada por el Sr. Olcese, en esos pasajes que nos cita de Rom. 4:13; Gál. 3:16 y 29, no se trata tanto de lo que realmente dicen, sino de lo que dicho caballero entiende que dicen y siempre condicionado por la empanada mental que lleva; cuando es el caso de que nada en ellos se nos habla en el sentido que Abrahán tenga que heredar el mundo como rey; pero como si me esforzara en intentar explicarle el significado de dichos pasajes, tanto daría que daría tanto, pues él continuará a la suya y sin atender a ningún razonamiento (como ha venido haciendo hasta el momento), considero oportuno mejor dejarlo como está y así no pierdo el tiempo.
Y continuando con el “dossier”, en cuanto a la pregunta número nueve, acerca de David, pues que se lea de nuevo, mi artículo “Apologista…… y Oseas 3:4-5” (10/10/11), pues allí tiene la respuesta. Por otra parte, la pregunta diez, está respondida en mí artículo “Efe. 2:20, no dice esto, Sr. Olcese” (07/10/11); la número once, en “Y “Armandito” respondió…” (15/09/11) y ya para finalizar, la número doce en “¿Y qué hay del apóstol Juan?” (08/10/11) y escritos a los que dicho caballero no ha hecho el menor caso. Y es que una cosa es que a dicho caballero le parezcan bien o no mis respuesta, o el que las entienda o no las entienda…… y que tanto me da que me da lo mismo; pero de que formule preguntas mencionando que a ver “si de una vez” se las respondo, ya es otra cosa y que solo demuestra lo falaz que es. Pero la verdadera cuestión, es que la pelota y por decirlo de una manera que nos entendamos todos, está en el tejado de cada uno de ustedes que siguen este enfrentamiento argumental y que tendrán que decidir, quién tiene la razón o quién no la tiene…… eso es, quién les cuenta la verdad de lo que realmente dicen las Escrituras y quién les está intentando meter un gol por toda la escuadra.
Y si resulta que los que decimos la verdad somos nosotros (y eso es lo que ustedes tienen que averiguar), todo lo que ha escrito o en su defecto ha explicado en sus videos, absolutamente todo lo publicado por el Sr. Olcese acerca de este tema, como por ejemplo, sus últimos artículos del pasado día 24, son pura bazofia, producto de una disparatada idea e indemostrable a todas luces, como es la de los Abrahán, David y compañía, reinando con Cristo en el reino de Dios: Luego lo dicho: a ustedes les corresponde decidir y actuar en consecuencia…… porque si está equivocado con respecto de esta enseñanza, puede estar y de hecho lo está, con respecto de todas las demás y por lo que sus afirmaciones, no merecen ningún tipo de credibilidad. Y extremo que nosotros, desde este blog, tenemos clarísimo.
Armando López Golart
domingo, 23 de octubre de 2011
Más respuestas para Apologista
Y es que tal como me comprometí (en este blog solemos tener la sana costumbre de ser formales y cumplir con nuestros compromisos), voy a continuar con la serie de respuestas a las preguntas de D. Mario Olcese contenidas en su artículo del 16/10/11 “Don Armando: el “correcaminos”.” Luego para abreviar y ya atendida la primera, en el artículo anterior a este que están ustedes leyendo, pasemos al contenido de la segunda pregunta y que como es costumbre, transcribimos tal cual:
“2.- Si Ud., Don Armado, no es miembro del cuerpo de Cristo, cuya cabeza es obviamente Cristo mismo, ¿Por qué sigue usted los mandamientos de Jesús, si usted no es miembro de su cuerpo?¿No dirige Jesús (la cabeza) sólo a su cuerpo (la iglesia)?”
En primer lugar, decirle al Sr. Olcese, que esta pregunta carece de sentido, porque los seguidores de Cristo, no siguen los mandamientos de este, sino los de Jehová…… al menos eso es lo que se deduce de las palabras de Jesús:
“El que me desatiende y no recibe mis dichos tiene quien lo juzgue. La palabra que he hablado es lo que lo juzgará en el último día; 49 porque no he hablado de mi propio impulso, sino que el Padre mismo, que me ha enviado, me ha dado mandamiento en cuanto a qué decir y qué hablar. 50 También, sé que su mandamiento significa vida eterna. Por lo tanto, las cosas que hablo, así como el Padre me las ha dicho, así las hablo.” (Juan 12:48-50).
Y algo que el apóstol Juan tenía perfectamente claro, pues reconoció que “aquel a quien Dios envió habla los dichos de Dios” (Juan 3:34) y por eso, casi al final de su vida, pudo decir lo siguiente:
“Pues esto es lo que el amor a Dios significa: que observemos sus mandamientos; y, sin embargo, sus mandamientos no son gravosos.” (1 Juan 5:3).
Entonces, como estamos sometidos a los mandamientos del Altísimo y puesto que entiendo que ese es el deber de todo bien nacido, el obedecer a Dios, por eso obedezco Sus mandamientos (llegados a nosotros, a través de Su Hijo Jesucristo), en cumplimiento de Ecle. 12:14:
“La conclusión del asunto, habiéndose oído todo, es: Teme al Dios verdadero y guarda sus mandamientos. Porque este es todo el deber del hombre (o “de la humanidad”, según traducción literal). 14 Porque el Dios verdadero mismo traerá toda clase de obra a juicio con relación a toda cosa escondida, en cuanto a si es buena o es mala.” (Acotación mía).
Y me permito rogar a dicho caballero, que antes de formular una pregunta, se asegure de que está planteada correctamente, porque tal da la sensación de que ni para eso alcanza; pero veamos ahora, la tercera pregunta:
“3.- Si usted no es ungido por el espíritu santo, ¿cómo puede usted producir buenos frutos como el amor, gozo, paz, mansedumbre, etc, etc?”
Pues porque una cosa es desarrollar esos frutos del espíritu y que no nos vienen dados, sino que hay que esforzarse en desarrollar, como queda claro de las palabras de Pablo en Rom. 7:21-25 y otra muy distinta, el ser “elegido” directamente por Dios, para pasar a formar parte del grupo de Sus Hijos Adoptivos y algo que ya no depende de uno mismo, sino de la voluntad expresa de Jehová:
“Y no solo ese caso, sino también cuando Rebeca concibió gemelos de un solo hombre, de Isaac nuestro antepasado: 11 pues cuando todavía no habían nacido ni practicado cosa buena ni vil, para que el propósito de Dios tocante a la selección continuara dependiendo, no de obras, sino de Aquel que llama, 12 se le dijo a ella: “El mayor será esclavo del menor”. 13 Así como está escrito: “Amé a Jacob, pero odié a Esaú”.” (Rom. 9:10-13).
Y para un mayor entendimiento de lo que pretendo decir, veamos cómo nos expresa la idea el escritor del libro de Hebreos y refiriéndose en este caso al sacerdocio, según una versión de las Escrituras, muy fácil de entender y que suele aclarar muchas dudas, como es La Biblia en lenguaje actual:
“Dios elige a los jefes de los sacerdotes para que ayuden al pueblo y para que presenten las ofrendas y sacrificios, para que Dios los perdone. 2 Y como a esos sacerdotes también les resulta difícil obedecer a Dios, pueden mostrarse pacientes con los ignorantes y pecadores. 3 Por eso tienen que presentar ofrendas y sacrificios, para que Dios perdone los pecados del pueblo y también los de ellos.
4 Pero nadie puede ser jefe de los sacerdotes sólo porque así lo quiere, sino que Dios es quien lo elige y le da ese honor. Así lo hizo Dios cuando escogió a Aarón como jefe de los sacerdotes.
5 Cristo no llegó a ser Jefe de sacerdotes porque así lo quiso, sino que Dios lo eligió y le dio ese honor. Fue Dios quien le dijo: “Tú eres mi Hijo; desde hoy soy tu padre.” 6 En otra parte de la Biblia también le dijo: “Tú eres sacerdote para siempre, como lo fue Melquisedec.”
Luego la idea queda perfectamente establecida, pues si así era en el caso de la elección del Sumo Sacerdote, cuanto más en el caso de ser declarado uno Hijo de Dios y cuestión que queda perfectamente interrelacionada en el versículo 5. Y lo cual no sería así, de ser cierta esa chorrada que D. Mario defiende, en el sentido que cuando uno se bautiza, automáticamente ya es “ungido” y reconocido como Hijo adoptivo de Dios (con todo lo que eso conlleva), pues entonces la cosa quedaría en manos de la voluntad de cada cual: la de bautizarse o de no bautizarse y viéndose por tanto obligado Jehová, a reconocer como Hijo Suyo al primero que le diera la ventolera de decantarse por el bautismo...... dicho sea de forma coloquial y para entendernos; y veamos ahora la cuarta pregunta:
“4.- Si usted no es un hijo de Dios y tampoco un hermano de Cristo, ¿Por qué se dirige usted a Dios como “Padre celestial” cuando le ora? Por otro lado, ¿acaso no dice Jesús que los que hacen la voluntad del Padre esos son sus hermanos?¿Si usted no es hermano de Cristo e hijo de Dios, entonces la voluntad de quién está haciendo usted, Don Armando?”
¿Y al Sr. Olcese, quién le ha dicho de qué manera me dirijo a Dios en mis oraciones? ¿No cree dicho caballero, que en su intento de torcer las cosas según su conveniencia y en su inaudito atrevimiento, va un poco “más allá” de dónde puede llegar? Y es que desde que inicie mi andadura con los TJ y hasta mi expulsión, el 99% de las oraciones que he escuchado (y en más de 30 años de militancia ¡cuidadito que habré escuchado oraciones y a diferentes oradores!) se dirigían al Altísimo bajo la fórmula de “Señor Soberano Jehová……” y no como les imputa dicho caballero (la fórmula que menciona en la pregunta) en algunos de sus artículos. Y ese uno por ciento restante, siempre a cargo de personas que se iniciaban en el dirigir a la congregación en oración y usaban el consabido inicio “Padre nuestro que estás en los cielos……” y lo que dijeran a continuación, pero siempre en su condición de inexpertos y que con el tiempo rectificaban dicha frase inicial…… y en mi caso particular y si a D. Mario le parece bien ¡faltaría más! suelo dirigirme a mi Creador, con la frase “Señor y Dios mío……” y lo que siga, para cerrar la oración rogándole que la misma le sea acepta en el nombre de Su Hijo Jesucristo, en su posición de actual mediador (1 Tim. 2:5) y según nos enseñó él mismo:
“En aquel día ya no me preguntarán nada. De cierto, de cierto les digo, que todo lo que pidan al Padre, en mi nombre, él se lo concederá. 24 Hasta ahora nada han pedido en mi nombre; pidan y recibirán, para que su alegría se vea cumplida.” (Juan 16:23-24-RVC).
Y habida cuenta que es Jehová y no Jesucristo, el “oidor” de la oración (Sal. 65:2), a Él nos tenemos que dirigir; y como a mi edad y diga lo que el Sr. Olcese diga, ya no voy a cambiar…… pues así lo vamos a dejar. Y en cuanto la voluntad de quién estoy haciendo ¿pues la de quién va a ser? La de Jehová y es que según Jesús, si queremos ser sus “amigos” (Juan 15:14), tenemos que hacer las cosas que nos manda y si como hemos visto en la primera respuesta que hemos dado, Jesús solo manda lo que a su vez le fue mandado a él, la conclusión es clara: podemos tener una buena relación con nuestro Creador y sin necesidad de ser reconocidos como Hijos suyos, al igual que muchísimas personas del AT, si hacemos lo que nos manda (1 Sam. 15:22; Hech. 20:35)…… en nuestro caso, por boca de su Hijo Jesucristo, Su mediador; y pasemos a la quinta pregunta:
“5.- ¿Si la congregación o iglesia de los primogénitos están inscritos en los cielos, según Heb. 12:23, ¿por qué dice usted que el rey David será un mero súbdito del reino en la tierra, si él mismo es también llamado por Dios como “mi primogénito” en Salmo 89:20,27?¿No debería estar David también incluido dentro de la iglesia o congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos?”
Y en cuanto a esta pregunta, decirle a ese caballero que su ignorancia solo es superada por su propia ignorancia, pues de ninguna manera en este profético salmo que nos cita, se puede hacer referencia con esa expresión “mi primogénito”, literalmente al personaje David…… pues resulta que este Salmo 89, fue escrito después de la muerte de éste, por un tal Etán, el ezrahíta y uno de los cuatro hombres cuya sabiduría, aunque considerable, fue superada por la del rey Salomón:
“Y Dios continuó dando a Salomón sabiduría y entendimiento en medida sumamente grande y una anchura de corazón, como la arena que está sobre la orilla del mar. 30 Y la sabiduría de Salomón era más vasta que la sabiduría de todos los orientales y que toda la sabiduría de Egipto. 31 Y era más sabio que todo otro hombre, más que Etán el ezrahíta y Hemán y Calcol y Dardá, hijos de Mahol; y su fama llegó a estar en todas las naciones todo en derredor.” (1 Rey. 4:29-31).
Luego estaríamos hablando de un contemporáneo del reinado de Salomón y por lo tanto, su salmo no podía ir dirigido al rey David, que como hemos dicho ya había muerto para cuando el citado salmo fue escrito, por lo que y de forma profética, solo podía hacer referencia a Jesucristo y algo que ya le expliqué al Sr. Olcese en mi artículo del 11 de Agosto pasado “Luego es mentira que……”; porque veamos que nos dicen los versos 26-27:
“El me clamará: Mi padre eres tú, Mi Dios y la roca de mi salvación. 27 Yo también le pondré por primogénito, El más excelso de los reyes de la tierra.”
Y lo que vemos, es que el citado pasaje está escrito en tiempo futuro, por lo que no podía aplicar de ninguna manera a un David que ya había muerto, ni a su hijo Salomón, que en ese momento ya estaba ejerciendo de rey sobre Israel. Luego con la referencia del verso 20 al nombre “David” y como ya le expliqué en mi reciente artículo “Apologista…… y Oseas 3:4-5” (10/10/11), tenemos que tener en cuenta que cuando en las Escrituras se hace proféticamente referencia al nombre del rey David y más en este caso, que dicho personaje hacía tiempo que había desparecido de la escena, se nos está hablando del llamado David Mayor, o sea, de Jesucristo. Por otra parte (y ello valida mi afirmación), el hecho de que tenía que ser “el más excelso” de entre los reyes de la tierra, obviamente nos muestra que solo se podía referir a Jesucristo, pues de aplicar al rey David esas palabras, como erróneamente afirma el Sr. Olcese, lo colocarían en una posición superior al propio Hijo de Dios, que razonablemente ya no podría ser “el rey de reyes y señor de señores” (Rev. 19:16).
Luego, resumiendo, dicho Salmo 89 no se podía referir de ninguna manera al literal rey David y por lo tanto, el verso 20 se dirigía proféticamente al futuro heredero del trono que había ocupado en su día David, eso es, al David Mayor, Jesucristo y no al propio David…… con lo que de nuevo y a pesar de estar advertido en el artículo citado, D. Mario ha vuelto a meter la pata hasta el corvejón, lo que hace patente la errática deriva que está tomando últimamente. Recordemos que en ese momento de la profecía, no había ni hombre ni nombre (pues Jesús aún no existía), por lo que Jehová y a fin de transmitir la idea a su pueblo, hace uso de esa alegoría para presentar al desconocido personaje y que tendría que ser el artífice de la verdadera y definitiva restauración del reino, en que un día fungió como rey su antepasado David, en calidad de legítimo heredero del mismo y de las bendiciones que este derramaría sobre la humanidad obediente…… y qué mejor que personalizarlo en un personaje prominente y por todos reconocido, como el anterior rey David. Dicho esto, pasemos a la pregunta número seis:
“6.- Si usted cree que es necesario el bautismo para la salvación, y sabemos que Cristo salva a su cuerpo o iglesia, ¿por qué dice usted que no es miembro del cuerpo o iglesia de Cristo si usted es un bautizado?”
Pues porque yo fui bautizado en agua, como seguidor de Jesucristo, pero no con el Espíritu Santo de adopción como Hijo de Dios, porque no había ( ni hay) nadie con la autoridad para dar ese bautismo, como en su día fueron los apóstoles (para más información al respecto, vean por favor “La Iglesia de Cristo…… ¿dónde está?” (12/07/11). Luego si bien nací del agua, no así del espíritu (Juan 3:5) y por lo tanto, no tengo la unción como Hijo de Dios; y es que esta milonga que nos cuenta D. Mario y “cuatro iluminados” más (obviamente porque les interesa, pues se creen Hijos de Dios), de que inmediatamente después de ser uno bautizado con agua, ya de forma automática es “ungido” o declarado Hijo de Dios…… pues que quieren que les diga, como no sea que las Escrituras no nos dicen nada de ello, sino exactamente todo lo contrario; y si alguien desea enterarse de ello con todo detalle, incluido el Sr. Olcese, que lea mi artículo “No es eso, Sr. Olcese…… no es eso” del 14/09/10, en el que aclaro la cuestión punto por punto…… y si procede, que D. Mario nos demuestre lo contrario (si puede, claro, porque hasta el momento no ha sido así). No obstante, esa pregunta acerca de la cuestión del bautismo en la actualidad, tiene un trasfondo en el que llevo pensando mucho tiempo (aún no lo tengo del todo claro), por lo que me reservo el hablarles más delante de este tema. Pero pasemos ya a la séptima pregunta y última para hoy:
“7.- Si los santos recibirán el reino, y éstos gobernarán con Cristo, según Daniel 7:13,14,21, ¿debemos concluir que usted no es un santo puesto que dice que no reinará con Cristo en su reino? Si no es un santo, ¿qué es entonces? ¿No dice la Biblia que quién no es un santo es un inmundo (ver 1 Tes. 4:7)?”
Pues por supuesto que no soy un “santo” o persona “elegida” por Jehová para reinar con Cristo, según se desprende de Dan. 7:18, como no lo es ni el Sr. Olcese, ni tantos otros farsantes que andan sueltos por ahí y que presuntuosamente se las van dando de Hijos de Dios y que en su delirio pretenden reinar con Cristo en el reino de Dios…… por la sencilla razón de que actualmente no existe ninguna persona de esas características sobre la tierra, a menos eso sí, que Rev. 11:3-6 nos esté mintiendo:
“Y haré que mis dos testigos profeticen mil doscientos sesenta días vestidos de saco”. 4 Estos son simbolizados por los dos olivos y los dos candelabros y están de pie delante del Señor de la tierra. 5 Y si alguien quiere hacerles daño, de la boca de ellos sale fuego y devora a sus enemigos; y si alguien quisiera hacerles daño, tiene que ser muerto de esta manera. 6 Estos tienen la autoridad para cerrar el cielo de modo que no caiga lluvia durante los días de su profetizar y tienen autoridad sobre las aguas para tornarlas en sangre y para herir la tierra con toda clase de plaga cuantas veces deseen.”
En resumidas cuentas, que estamos hablando de personajes poderosísimos. Y puesto que actualmente no hay sobre la tierra personas que manifiesten estos poderes (solo al alcance de los verdaderos Hijos de Dios) y por los que precisamente, tienen que ser reconocidos como tales enviados por el Altísimo…… pues eso, que aún no han aparecido esos personajes y que por lo tanto, con relación a lo que tenemos por aquí abajo, pues estaríamos hablando de unos auténticos charlatanes, digan lo que digan y lo digan como lo digan aquellos que actualmente nos quieren hacer creer, mediante su sola afirmación personal (como el propio Sr. Olcese, o los Rivas, Buzzard, Dávila, los “ungidos” de los TJ y tantísimos otros), que son Hijos de Dios y que reinarán con Cristo. Y si no es así, que nos demuestren esos poderes y que son, como hemos dicho, tarjeta de presentación de todos aquellos que son enviados por Dios…… o en su defecto que nos dejen de dar la lata con sus paranoias: actualmente no hay “ungidos” o Hijos de Dios sobre la tierra. Porque todas, absolutamente todas aquellas personas enviadas por Jehová en todos los tiempos, para cumplir con una comisión divina, fueron dotadas de los poderes sobrenaturales necesarios para acreditar la autoridad que les había sido conferida en función de la tarea para la que habían sido enviados por Jehová.
Sin embargo y sorprendentemente, en estos tiempos actuales y siempre según esos farsantes, Jehová tiene a una montonera de sus Hijos sueltos por ahí y sin dar un palo al agua, luego…… ¿para que los tiene aquí? O sea y para entendernos ¿qué tarea les ha sido encomendado de parte de Jehová? Porque si es la de predicar el reino de Dios, como presume dicho caballero y otros tantos como él, en primer lugar ¡anda con el éxito que tienen!...... aparte, por supuesto, de la burradas que continuamente publican; y en segundo lugar, la gran predicación de Mat. 24:14 aún no ha comenzado, porque todavía no ha aparecido ese resto de hermanos de Jesucristo de Rev. 6:9-11 (por tanto Hijos de Dios) y prefigurados por esos “dos testigos” citados, que tienen que llevar la delantera en dicha obra; luego si no hay comisión divina…… no hay obra divina y por lo tanto, lo que están haciendo esos señores, al igual que los TJ y muchos otros, es el “canelo”, eso es, el tonto. Pero dándose el caso además, de que tampoco ha sido cumplida aún la segunda y más completa parte de la profecía de Joel 2:28-29 y derramamiento de dicho espíritu o poder de Dios, que acompañará a aquellos que tomen parte en dicha predicación:
“Y después de eso tiene que ocurrir que derramaré mi espíritu sobre toda clase de carne y sus hijos y sus hijas ciertamente profetizarán. En cuanto a sus viejos, sueños soñarán. En cuanto a sus jóvenes, visiones verán. 29 Y aun sobre los siervos y sobre las siervas derramaré en aquellos días mi espíritu.”
Y que eso es así, tal como lo estoy afirmado, que queda una segunda parte de esa profecía por cumplir, queda probado por lo que sigue inmediatamente a continuación, en los versículos 30-32 y que leemos seguidamente:
“Y ciertamente daré portentos presagiosos en los cielos y en la tierra, sangre y fuego y columnas de humo. 31 El sol mismo será convertido en oscuridad y la luna en sangre, antes de la venida del día de Jehová, grande e inspirador de temor. 32 Y tiene que ocurrir que todo el que invoque el nombre de Jehová escapará salvo; porque en el monte Sión y en Jerusalén resultarán estar los escapados, tal como ha dicho Jehová, y entre los sobrevivientes, a quienes Jehová llama.”
Y señales o “portentos presagiosos” que no ocurrieron en el primer cumplimiento de esta profecía, en el Pentecostés de 33 E.C. ni posteriormente, en aquellos tiempos del primer siglo, sino que además se nos señala el tal derramamiento, para antes de la “venida del día de Jehová, grande e inspirador de temor” (y que no vino en el primer siglo, como es obvio) e idea que cuadra perfectamente con las palabras proféticas de Luc. 21:25-28 y con la apertura del sexto sello, según Rev. 6:12-17 y que señalan a nuestros días. Y con el agravante que en aquellos tiempos, al que invocaba el nombre de Jehová, se le perseguía y se le ejecutaba (le cortaban la cabeza, para entendernos) y a diferencia de lo que se nos dice que va a ocurrir en la actualidad, en el sentido de que “escaparán” o serán “ocultados” (Sof. 2:3; Isa. 26:20). Luego, puesto que no hay ni rastro de ese resto de Hijos de Dios por aparecer, ni muestra alguna del poder el Espíritu Santo de Jehová en acción, en una gran obra de predicación mundial en marcha, fíjense ustedes sin van errados todos esos farsantes y engañabobos, que tan altaneramente se arrogan el ser Hijos de Dios y por tanto, su condición de reyes en reino milenario, al lado de Jesucristo.
Y por otra parte, que no nos salgan con la monserga de que esas señales llevadas a cabo por esos citados “dos profetas” son “simbólicas”, porque el libro de Revelación está precisamente escrito para mostrar a los siervos del Altísimo, las cosas que han de ocurrir aquí en la tierra:
“Y me dijo: “Estas palabras son fieles y verdaderas; sí, Jehová el Dios de las expresiones inspiradas de los profetas envió a su ángel para mostrar a sus esclavos las cosas que tienen que efectuarse dentro de poco.” (Rev. 22:6).
Porque además se da la circunstancia, de que esas poderosas señales ya fueron efectuadas por profetas de la antigüedad, como Elías en el caso del fuego destructor, como sistema de autodefensa (2 Rey. 1:9-15) y en el caso de la falta de lluvia (1 Rey. 7:1); o en el relato acerca de Moisés, con el tornar el agua en sangre y los posteriores derramamientos de plagas mortíferas (Éxo. 7:14 a 11:10) y acciones por las que demostraron ser verdaderos profetas del Altísimo. Y además, que la primera parte del cumplimiento de la profecía de Joel 2:28-29 en el primer siglo, no tuvo nada de simbólica, sino que fue muy real y de lo cual nos hablan las Escrituras.
Y en cuanto a lo que personalmente yo soy y que el señor Olcese parece interesado en saber, se lo expliqué el 14/07/10 en mi artículo “Hijos de Dios…… ¿o del diablo?”; o sea, que si lo quiere averiguar, ya sabe dónde buscarlo. Por otra parte, 1 Tes. 4:7 nada afirma de lo que ese caballero pretende y en su intento, una vez más, de conseguir y mediante torcerlos, que los textos bíblicos digan aquello que él necesita que digan, para conseguir un fin determinado; y es que sencillamente no se entera de la película. Porque de lo que ese pasaje nos habla, no es el que si no se es “blanco”, solo se puede ser “negro”, sino lo que hace y para entendernos, es dar una advertencia o recordatorio a las personas a las que fueron dirigidas dichas palabras, en el sentido de que “Dios no nos ha llamado a seguir pecando, sino a vivir una vida santa”…… o limpia, aclaro yo (La Biblia en lenguaje actual). Eso es, según Pablo, que dicho llamamiento no les concedía a esas personas involucradas en sus palabras, “barra libre” o los hacía inmunes a las consecuencias del pecado, sino que les exigía un cambio de actitud, perceptible y ejemplar para el resto del personal, que se podría sentir atraído hacia ese nuevo derrotero de vida. Ya el apóstol Pedro, posteriormente, lo explicitó de la siguiente manera en 1 Ped. 1:13-16:
“Por lo tanto, fortifiquen su mente para actividad, mantengan completamente su juicio; pongan su esperanza resueltamente en la bondad inmerecida que ha de ser traída a ustedes en la revelación de Jesucristo. 14 Como hijos obedientes, dejen de amoldarse según los deseos que tuvieron en otro tiempo en su ignorancia, 15 y más bien, de acuerdo con el Santo que los llamó, háganse ustedes mismos santos (o limpios) también en toda su conducta, 16 porque está escrito: “Tienen que ser santos, porque yo soy santo”.” (Acotación mía).
O sea, que tenían que reflejar y en la medida de sus posibilidades, una conducta acorde con la “personalidad” del Ser Supremo y del cual habían recibido tal llamamiento, o sea, Jehová Dios.
Entonces, con lo que nos hemos encontrado de nuevo en 1 Tes. 4:7, es con un pasaje de las Escrituras “forzado” para que se ajuste a la idea que D. Mario desea exponer, para mantener su torpe razonamiento al proponer la pregunta. Y dicho esto, aquí lo dejo de momento y espero en un par de días, ir a por la octava pregunta y que de nuevo se me antoja que D. Mario tendrá alguna sorpresa, a causa del argumento que demuestra que Abrahán no puede reinar con Cristo…… y que al Sr. Olcese jamás se le habría ocurrido, pues de lo contrario no haría las afirmaciones que hace sobre este particular, por ejemplo, en un reciente video titulado “Abrahán esperaba la ciudad celestial (el tabernáculo permanente)”.
Armando López Golar
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Y es que tal como me comprometí (en este blog solemos tener la sana costumbre de ser formales y cumplir con nuestros compromisos), voy a continuar con la serie de respuestas a las preguntas de D. Mario Olcese contenidas en su artículo del 16/10/11 “Don Armando: el “correcaminos”.” Luego para abreviar y ya atendida la primera, en el artículo anterior a este que están ustedes leyendo, pasemos al contenido de la segunda pregunta y que como es costumbre, transcribimos tal cual:
“2.- Si Ud., Don Armado, no es miembro del cuerpo de Cristo, cuya cabeza es obviamente Cristo mismo, ¿Por qué sigue usted los mandamientos de Jesús, si usted no es miembro de su cuerpo?¿No dirige Jesús (la cabeza) sólo a su cuerpo (la iglesia)?”
En primer lugar, decirle al Sr. Olcese, que esta pregunta carece de sentido, porque los seguidores de Cristo, no siguen los mandamientos de este, sino los de Jehová…… al menos eso es lo que se deduce de las palabras de Jesús:
“El que me desatiende y no recibe mis dichos tiene quien lo juzgue. La palabra que he hablado es lo que lo juzgará en el último día; 49 porque no he hablado de mi propio impulso, sino que el Padre mismo, que me ha enviado, me ha dado mandamiento en cuanto a qué decir y qué hablar. 50 También, sé que su mandamiento significa vida eterna. Por lo tanto, las cosas que hablo, así como el Padre me las ha dicho, así las hablo.” (Juan 12:48-50).
Y algo que el apóstol Juan tenía perfectamente claro, pues reconoció que “aquel a quien Dios envió habla los dichos de Dios” (Juan 3:34) y por eso, casi al final de su vida, pudo decir lo siguiente:
“Pues esto es lo que el amor a Dios significa: que observemos sus mandamientos; y, sin embargo, sus mandamientos no son gravosos.” (1 Juan 5:3).
Entonces, como estamos sometidos a los mandamientos del Altísimo y puesto que entiendo que ese es el deber de todo bien nacido, el obedecer a Dios, por eso obedezco Sus mandamientos (llegados a nosotros, a través de Su Hijo Jesucristo), en cumplimiento de Ecle. 12:14:
“La conclusión del asunto, habiéndose oído todo, es: Teme al Dios verdadero y guarda sus mandamientos. Porque este es todo el deber del hombre (o “de la humanidad”, según traducción literal). 14 Porque el Dios verdadero mismo traerá toda clase de obra a juicio con relación a toda cosa escondida, en cuanto a si es buena o es mala.” (Acotación mía).
Y me permito rogar a dicho caballero, que antes de formular una pregunta, se asegure de que está planteada correctamente, porque tal da la sensación de que ni para eso alcanza; pero veamos ahora, la tercera pregunta:
“3.- Si usted no es ungido por el espíritu santo, ¿cómo puede usted producir buenos frutos como el amor, gozo, paz, mansedumbre, etc, etc?”
Pues porque una cosa es desarrollar esos frutos del espíritu y que no nos vienen dados, sino que hay que esforzarse en desarrollar, como queda claro de las palabras de Pablo en Rom. 7:21-25 y otra muy distinta, el ser “elegido” directamente por Dios, para pasar a formar parte del grupo de Sus Hijos Adoptivos y algo que ya no depende de uno mismo, sino de la voluntad expresa de Jehová:
“Y no solo ese caso, sino también cuando Rebeca concibió gemelos de un solo hombre, de Isaac nuestro antepasado: 11 pues cuando todavía no habían nacido ni practicado cosa buena ni vil, para que el propósito de Dios tocante a la selección continuara dependiendo, no de obras, sino de Aquel que llama, 12 se le dijo a ella: “El mayor será esclavo del menor”. 13 Así como está escrito: “Amé a Jacob, pero odié a Esaú”.” (Rom. 9:10-13).
Y para un mayor entendimiento de lo que pretendo decir, veamos cómo nos expresa la idea el escritor del libro de Hebreos y refiriéndose en este caso al sacerdocio, según una versión de las Escrituras, muy fácil de entender y que suele aclarar muchas dudas, como es La Biblia en lenguaje actual:
“Dios elige a los jefes de los sacerdotes para que ayuden al pueblo y para que presenten las ofrendas y sacrificios, para que Dios los perdone. 2 Y como a esos sacerdotes también les resulta difícil obedecer a Dios, pueden mostrarse pacientes con los ignorantes y pecadores. 3 Por eso tienen que presentar ofrendas y sacrificios, para que Dios perdone los pecados del pueblo y también los de ellos.
4 Pero nadie puede ser jefe de los sacerdotes sólo porque así lo quiere, sino que Dios es quien lo elige y le da ese honor. Así lo hizo Dios cuando escogió a Aarón como jefe de los sacerdotes.
5 Cristo no llegó a ser Jefe de sacerdotes porque así lo quiso, sino que Dios lo eligió y le dio ese honor. Fue Dios quien le dijo: “Tú eres mi Hijo; desde hoy soy tu padre.” 6 En otra parte de la Biblia también le dijo: “Tú eres sacerdote para siempre, como lo fue Melquisedec.”
Luego la idea queda perfectamente establecida, pues si así era en el caso de la elección del Sumo Sacerdote, cuanto más en el caso de ser declarado uno Hijo de Dios y cuestión que queda perfectamente interrelacionada en el versículo 5. Y lo cual no sería así, de ser cierta esa chorrada que D. Mario defiende, en el sentido que cuando uno se bautiza, automáticamente ya es “ungido” y reconocido como Hijo adoptivo de Dios (con todo lo que eso conlleva), pues entonces la cosa quedaría en manos de la voluntad de cada cual: la de bautizarse o de no bautizarse y viéndose por tanto obligado Jehová, a reconocer como Hijo Suyo al primero que le diera la ventolera de decantarse por el bautismo...... dicho sea de forma coloquial y para entendernos; y veamos ahora la cuarta pregunta:
“4.- Si usted no es un hijo de Dios y tampoco un hermano de Cristo, ¿Por qué se dirige usted a Dios como “Padre celestial” cuando le ora? Por otro lado, ¿acaso no dice Jesús que los que hacen la voluntad del Padre esos son sus hermanos?¿Si usted no es hermano de Cristo e hijo de Dios, entonces la voluntad de quién está haciendo usted, Don Armando?”
¿Y al Sr. Olcese, quién le ha dicho de qué manera me dirijo a Dios en mis oraciones? ¿No cree dicho caballero, que en su intento de torcer las cosas según su conveniencia y en su inaudito atrevimiento, va un poco “más allá” de dónde puede llegar? Y es que desde que inicie mi andadura con los TJ y hasta mi expulsión, el 99% de las oraciones que he escuchado (y en más de 30 años de militancia ¡cuidadito que habré escuchado oraciones y a diferentes oradores!) se dirigían al Altísimo bajo la fórmula de “Señor Soberano Jehová……” y no como les imputa dicho caballero (la fórmula que menciona en la pregunta) en algunos de sus artículos. Y ese uno por ciento restante, siempre a cargo de personas que se iniciaban en el dirigir a la congregación en oración y usaban el consabido inicio “Padre nuestro que estás en los cielos……” y lo que dijeran a continuación, pero siempre en su condición de inexpertos y que con el tiempo rectificaban dicha frase inicial…… y en mi caso particular y si a D. Mario le parece bien ¡faltaría más! suelo dirigirme a mi Creador, con la frase “Señor y Dios mío……” y lo que siga, para cerrar la oración rogándole que la misma le sea acepta en el nombre de Su Hijo Jesucristo, en su posición de actual mediador (1 Tim. 2:5) y según nos enseñó él mismo:
“En aquel día ya no me preguntarán nada. De cierto, de cierto les digo, que todo lo que pidan al Padre, en mi nombre, él se lo concederá. 24 Hasta ahora nada han pedido en mi nombre; pidan y recibirán, para que su alegría se vea cumplida.” (Juan 16:23-24-RVC).
Y habida cuenta que es Jehová y no Jesucristo, el “oidor” de la oración (Sal. 65:2), a Él nos tenemos que dirigir; y como a mi edad y diga lo que el Sr. Olcese diga, ya no voy a cambiar…… pues así lo vamos a dejar. Y en cuanto la voluntad de quién estoy haciendo ¿pues la de quién va a ser? La de Jehová y es que según Jesús, si queremos ser sus “amigos” (Juan 15:14), tenemos que hacer las cosas que nos manda y si como hemos visto en la primera respuesta que hemos dado, Jesús solo manda lo que a su vez le fue mandado a él, la conclusión es clara: podemos tener una buena relación con nuestro Creador y sin necesidad de ser reconocidos como Hijos suyos, al igual que muchísimas personas del AT, si hacemos lo que nos manda (1 Sam. 15:22; Hech. 20:35)…… en nuestro caso, por boca de su Hijo Jesucristo, Su mediador; y pasemos a la quinta pregunta:
“5.- ¿Si la congregación o iglesia de los primogénitos están inscritos en los cielos, según Heb. 12:23, ¿por qué dice usted que el rey David será un mero súbdito del reino en la tierra, si él mismo es también llamado por Dios como “mi primogénito” en Salmo 89:20,27?¿No debería estar David también incluido dentro de la iglesia o congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos?”
Y en cuanto a esta pregunta, decirle a ese caballero que su ignorancia solo es superada por su propia ignorancia, pues de ninguna manera en este profético salmo que nos cita, se puede hacer referencia con esa expresión “mi primogénito”, literalmente al personaje David…… pues resulta que este Salmo 89, fue escrito después de la muerte de éste, por un tal Etán, el ezrahíta y uno de los cuatro hombres cuya sabiduría, aunque considerable, fue superada por la del rey Salomón:
“Y Dios continuó dando a Salomón sabiduría y entendimiento en medida sumamente grande y una anchura de corazón, como la arena que está sobre la orilla del mar. 30 Y la sabiduría de Salomón era más vasta que la sabiduría de todos los orientales y que toda la sabiduría de Egipto. 31 Y era más sabio que todo otro hombre, más que Etán el ezrahíta y Hemán y Calcol y Dardá, hijos de Mahol; y su fama llegó a estar en todas las naciones todo en derredor.” (1 Rey. 4:29-31).
Luego estaríamos hablando de un contemporáneo del reinado de Salomón y por lo tanto, su salmo no podía ir dirigido al rey David, que como hemos dicho ya había muerto para cuando el citado salmo fue escrito, por lo que y de forma profética, solo podía hacer referencia a Jesucristo y algo que ya le expliqué al Sr. Olcese en mi artículo del 11 de Agosto pasado “Luego es mentira que……”; porque veamos que nos dicen los versos 26-27:
“El me clamará: Mi padre eres tú, Mi Dios y la roca de mi salvación. 27 Yo también le pondré por primogénito, El más excelso de los reyes de la tierra.”
Y lo que vemos, es que el citado pasaje está escrito en tiempo futuro, por lo que no podía aplicar de ninguna manera a un David que ya había muerto, ni a su hijo Salomón, que en ese momento ya estaba ejerciendo de rey sobre Israel. Luego con la referencia del verso 20 al nombre “David” y como ya le expliqué en mi reciente artículo “Apologista…… y Oseas 3:4-5” (10/10/11), tenemos que tener en cuenta que cuando en las Escrituras se hace proféticamente referencia al nombre del rey David y más en este caso, que dicho personaje hacía tiempo que había desparecido de la escena, se nos está hablando del llamado David Mayor, o sea, de Jesucristo. Por otra parte (y ello valida mi afirmación), el hecho de que tenía que ser “el más excelso” de entre los reyes de la tierra, obviamente nos muestra que solo se podía referir a Jesucristo, pues de aplicar al rey David esas palabras, como erróneamente afirma el Sr. Olcese, lo colocarían en una posición superior al propio Hijo de Dios, que razonablemente ya no podría ser “el rey de reyes y señor de señores” (Rev. 19:16).
Luego, resumiendo, dicho Salmo 89 no se podía referir de ninguna manera al literal rey David y por lo tanto, el verso 20 se dirigía proféticamente al futuro heredero del trono que había ocupado en su día David, eso es, al David Mayor, Jesucristo y no al propio David…… con lo que de nuevo y a pesar de estar advertido en el artículo citado, D. Mario ha vuelto a meter la pata hasta el corvejón, lo que hace patente la errática deriva que está tomando últimamente. Recordemos que en ese momento de la profecía, no había ni hombre ni nombre (pues Jesús aún no existía), por lo que Jehová y a fin de transmitir la idea a su pueblo, hace uso de esa alegoría para presentar al desconocido personaje y que tendría que ser el artífice de la verdadera y definitiva restauración del reino, en que un día fungió como rey su antepasado David, en calidad de legítimo heredero del mismo y de las bendiciones que este derramaría sobre la humanidad obediente…… y qué mejor que personalizarlo en un personaje prominente y por todos reconocido, como el anterior rey David. Dicho esto, pasemos a la pregunta número seis:
“6.- Si usted cree que es necesario el bautismo para la salvación, y sabemos que Cristo salva a su cuerpo o iglesia, ¿por qué dice usted que no es miembro del cuerpo o iglesia de Cristo si usted es un bautizado?”
Pues porque yo fui bautizado en agua, como seguidor de Jesucristo, pero no con el Espíritu Santo de adopción como Hijo de Dios, porque no había ( ni hay) nadie con la autoridad para dar ese bautismo, como en su día fueron los apóstoles (para más información al respecto, vean por favor “La Iglesia de Cristo…… ¿dónde está?” (12/07/11). Luego si bien nací del agua, no así del espíritu (Juan 3:5) y por lo tanto, no tengo la unción como Hijo de Dios; y es que esta milonga que nos cuenta D. Mario y “cuatro iluminados” más (obviamente porque les interesa, pues se creen Hijos de Dios), de que inmediatamente después de ser uno bautizado con agua, ya de forma automática es “ungido” o declarado Hijo de Dios…… pues que quieren que les diga, como no sea que las Escrituras no nos dicen nada de ello, sino exactamente todo lo contrario; y si alguien desea enterarse de ello con todo detalle, incluido el Sr. Olcese, que lea mi artículo “No es eso, Sr. Olcese…… no es eso” del 14/09/10, en el que aclaro la cuestión punto por punto…… y si procede, que D. Mario nos demuestre lo contrario (si puede, claro, porque hasta el momento no ha sido así). No obstante, esa pregunta acerca de la cuestión del bautismo en la actualidad, tiene un trasfondo en el que llevo pensando mucho tiempo (aún no lo tengo del todo claro), por lo que me reservo el hablarles más delante de este tema. Pero pasemos ya a la séptima pregunta y última para hoy:
“7.- Si los santos recibirán el reino, y éstos gobernarán con Cristo, según Daniel 7:13,14,21, ¿debemos concluir que usted no es un santo puesto que dice que no reinará con Cristo en su reino? Si no es un santo, ¿qué es entonces? ¿No dice la Biblia que quién no es un santo es un inmundo (ver 1 Tes. 4:7)?”
Pues por supuesto que no soy un “santo” o persona “elegida” por Jehová para reinar con Cristo, según se desprende de Dan. 7:18, como no lo es ni el Sr. Olcese, ni tantos otros farsantes que andan sueltos por ahí y que presuntuosamente se las van dando de Hijos de Dios y que en su delirio pretenden reinar con Cristo en el reino de Dios…… por la sencilla razón de que actualmente no existe ninguna persona de esas características sobre la tierra, a menos eso sí, que Rev. 11:3-6 nos esté mintiendo:
“Y haré que mis dos testigos profeticen mil doscientos sesenta días vestidos de saco”. 4 Estos son simbolizados por los dos olivos y los dos candelabros y están de pie delante del Señor de la tierra. 5 Y si alguien quiere hacerles daño, de la boca de ellos sale fuego y devora a sus enemigos; y si alguien quisiera hacerles daño, tiene que ser muerto de esta manera. 6 Estos tienen la autoridad para cerrar el cielo de modo que no caiga lluvia durante los días de su profetizar y tienen autoridad sobre las aguas para tornarlas en sangre y para herir la tierra con toda clase de plaga cuantas veces deseen.”
En resumidas cuentas, que estamos hablando de personajes poderosísimos. Y puesto que actualmente no hay sobre la tierra personas que manifiesten estos poderes (solo al alcance de los verdaderos Hijos de Dios) y por los que precisamente, tienen que ser reconocidos como tales enviados por el Altísimo…… pues eso, que aún no han aparecido esos personajes y que por lo tanto, con relación a lo que tenemos por aquí abajo, pues estaríamos hablando de unos auténticos charlatanes, digan lo que digan y lo digan como lo digan aquellos que actualmente nos quieren hacer creer, mediante su sola afirmación personal (como el propio Sr. Olcese, o los Rivas, Buzzard, Dávila, los “ungidos” de los TJ y tantísimos otros), que son Hijos de Dios y que reinarán con Cristo. Y si no es así, que nos demuestren esos poderes y que son, como hemos dicho, tarjeta de presentación de todos aquellos que son enviados por Dios…… o en su defecto que nos dejen de dar la lata con sus paranoias: actualmente no hay “ungidos” o Hijos de Dios sobre la tierra. Porque todas, absolutamente todas aquellas personas enviadas por Jehová en todos los tiempos, para cumplir con una comisión divina, fueron dotadas de los poderes sobrenaturales necesarios para acreditar la autoridad que les había sido conferida en función de la tarea para la que habían sido enviados por Jehová.
Sin embargo y sorprendentemente, en estos tiempos actuales y siempre según esos farsantes, Jehová tiene a una montonera de sus Hijos sueltos por ahí y sin dar un palo al agua, luego…… ¿para que los tiene aquí? O sea y para entendernos ¿qué tarea les ha sido encomendado de parte de Jehová? Porque si es la de predicar el reino de Dios, como presume dicho caballero y otros tantos como él, en primer lugar ¡anda con el éxito que tienen!...... aparte, por supuesto, de la burradas que continuamente publican; y en segundo lugar, la gran predicación de Mat. 24:14 aún no ha comenzado, porque todavía no ha aparecido ese resto de hermanos de Jesucristo de Rev. 6:9-11 (por tanto Hijos de Dios) y prefigurados por esos “dos testigos” citados, que tienen que llevar la delantera en dicha obra; luego si no hay comisión divina…… no hay obra divina y por lo tanto, lo que están haciendo esos señores, al igual que los TJ y muchos otros, es el “canelo”, eso es, el tonto. Pero dándose el caso además, de que tampoco ha sido cumplida aún la segunda y más completa parte de la profecía de Joel 2:28-29 y derramamiento de dicho espíritu o poder de Dios, que acompañará a aquellos que tomen parte en dicha predicación:
“Y después de eso tiene que ocurrir que derramaré mi espíritu sobre toda clase de carne y sus hijos y sus hijas ciertamente profetizarán. En cuanto a sus viejos, sueños soñarán. En cuanto a sus jóvenes, visiones verán. 29 Y aun sobre los siervos y sobre las siervas derramaré en aquellos días mi espíritu.”
Y que eso es así, tal como lo estoy afirmado, que queda una segunda parte de esa profecía por cumplir, queda probado por lo que sigue inmediatamente a continuación, en los versículos 30-32 y que leemos seguidamente:
“Y ciertamente daré portentos presagiosos en los cielos y en la tierra, sangre y fuego y columnas de humo. 31 El sol mismo será convertido en oscuridad y la luna en sangre, antes de la venida del día de Jehová, grande e inspirador de temor. 32 Y tiene que ocurrir que todo el que invoque el nombre de Jehová escapará salvo; porque en el monte Sión y en Jerusalén resultarán estar los escapados, tal como ha dicho Jehová, y entre los sobrevivientes, a quienes Jehová llama.”
Y señales o “portentos presagiosos” que no ocurrieron en el primer cumplimiento de esta profecía, en el Pentecostés de 33 E.C. ni posteriormente, en aquellos tiempos del primer siglo, sino que además se nos señala el tal derramamiento, para antes de la “venida del día de Jehová, grande e inspirador de temor” (y que no vino en el primer siglo, como es obvio) e idea que cuadra perfectamente con las palabras proféticas de Luc. 21:25-28 y con la apertura del sexto sello, según Rev. 6:12-17 y que señalan a nuestros días. Y con el agravante que en aquellos tiempos, al que invocaba el nombre de Jehová, se le perseguía y se le ejecutaba (le cortaban la cabeza, para entendernos) y a diferencia de lo que se nos dice que va a ocurrir en la actualidad, en el sentido de que “escaparán” o serán “ocultados” (Sof. 2:3; Isa. 26:20). Luego, puesto que no hay ni rastro de ese resto de Hijos de Dios por aparecer, ni muestra alguna del poder el Espíritu Santo de Jehová en acción, en una gran obra de predicación mundial en marcha, fíjense ustedes sin van errados todos esos farsantes y engañabobos, que tan altaneramente se arrogan el ser Hijos de Dios y por tanto, su condición de reyes en reino milenario, al lado de Jesucristo.
Y por otra parte, que no nos salgan con la monserga de que esas señales llevadas a cabo por esos citados “dos profetas” son “simbólicas”, porque el libro de Revelación está precisamente escrito para mostrar a los siervos del Altísimo, las cosas que han de ocurrir aquí en la tierra:
“Y me dijo: “Estas palabras son fieles y verdaderas; sí, Jehová el Dios de las expresiones inspiradas de los profetas envió a su ángel para mostrar a sus esclavos las cosas que tienen que efectuarse dentro de poco.” (Rev. 22:6).
Porque además se da la circunstancia, de que esas poderosas señales ya fueron efectuadas por profetas de la antigüedad, como Elías en el caso del fuego destructor, como sistema de autodefensa (2 Rey. 1:9-15) y en el caso de la falta de lluvia (1 Rey. 7:1); o en el relato acerca de Moisés, con el tornar el agua en sangre y los posteriores derramamientos de plagas mortíferas (Éxo. 7:14 a 11:10) y acciones por las que demostraron ser verdaderos profetas del Altísimo. Y además, que la primera parte del cumplimiento de la profecía de Joel 2:28-29 en el primer siglo, no tuvo nada de simbólica, sino que fue muy real y de lo cual nos hablan las Escrituras.
Y en cuanto a lo que personalmente yo soy y que el señor Olcese parece interesado en saber, se lo expliqué el 14/07/10 en mi artículo “Hijos de Dios…… ¿o del diablo?”; o sea, que si lo quiere averiguar, ya sabe dónde buscarlo. Por otra parte, 1 Tes. 4:7 nada afirma de lo que ese caballero pretende y en su intento, una vez más, de conseguir y mediante torcerlos, que los textos bíblicos digan aquello que él necesita que digan, para conseguir un fin determinado; y es que sencillamente no se entera de la película. Porque de lo que ese pasaje nos habla, no es el que si no se es “blanco”, solo se puede ser “negro”, sino lo que hace y para entendernos, es dar una advertencia o recordatorio a las personas a las que fueron dirigidas dichas palabras, en el sentido de que “Dios no nos ha llamado a seguir pecando, sino a vivir una vida santa”…… o limpia, aclaro yo (La Biblia en lenguaje actual). Eso es, según Pablo, que dicho llamamiento no les concedía a esas personas involucradas en sus palabras, “barra libre” o los hacía inmunes a las consecuencias del pecado, sino que les exigía un cambio de actitud, perceptible y ejemplar para el resto del personal, que se podría sentir atraído hacia ese nuevo derrotero de vida. Ya el apóstol Pedro, posteriormente, lo explicitó de la siguiente manera en 1 Ped. 1:13-16:
“Por lo tanto, fortifiquen su mente para actividad, mantengan completamente su juicio; pongan su esperanza resueltamente en la bondad inmerecida que ha de ser traída a ustedes en la revelación de Jesucristo. 14 Como hijos obedientes, dejen de amoldarse según los deseos que tuvieron en otro tiempo en su ignorancia, 15 y más bien, de acuerdo con el Santo que los llamó, háganse ustedes mismos santos (o limpios) también en toda su conducta, 16 porque está escrito: “Tienen que ser santos, porque yo soy santo”.” (Acotación mía).
O sea, que tenían que reflejar y en la medida de sus posibilidades, una conducta acorde con la “personalidad” del Ser Supremo y del cual habían recibido tal llamamiento, o sea, Jehová Dios.
Entonces, con lo que nos hemos encontrado de nuevo en 1 Tes. 4:7, es con un pasaje de las Escrituras “forzado” para que se ajuste a la idea que D. Mario desea exponer, para mantener su torpe razonamiento al proponer la pregunta. Y dicho esto, aquí lo dejo de momento y espero en un par de días, ir a por la octava pregunta y que de nuevo se me antoja que D. Mario tendrá alguna sorpresa, a causa del argumento que demuestra que Abrahán no puede reinar con Cristo…… y que al Sr. Olcese jamás se le habría ocurrido, pues de lo contrario no haría las afirmaciones que hace sobre este particular, por ejemplo, en un reciente video titulado “Abrahán esperaba la ciudad celestial (el tabernáculo permanente)”.
Armando López Golar
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