viernes, 7 de octubre de 2011

Efe. 2:20, no dice eso, Sr. Olcese

Y es que el citado caballero, en su errática y persecutoria obsesión de colocar a los Abrahán, David y compañía, reinando al lado de Jesucristo, busca hasta el más leve resquicio para intentar colarnos aquello que niegan tajantemente las Escrituras y claro, el resultado es quedar una vez más en evidencia, hacer el ridículo y acabar de convencernos (por si nos quedaba alguna duda) que en cuanto a la Biblia, no sabe ni por dónde le sopla en aire. En esta ocasión (y tenemos otra en la recámara), nos centraremos en un artículo/video del 30/09/11, titulado “El genuino fundamento de la Iglesia: ¡La verdad que pocos entienden en su real dimensión!” y en donde usa como base para su planteamiento, las palabras que un tal Saulo de Tarso y conocido como el apóstol Pablo (y que tomaremos como referente en nuestra exposición), escribió en Efe. 2:20 y en dónde nos dice como sigue:

“...... y han sido edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular de fundamento.”

Y claro, el amigo Olcese ha visto la palabra “profetas” en ese texto y ¡albricias!, he ahí el texto clave que por fin acallará las “chorradas” del irreductible galo “Armandito” en el enfrentamiento argumental que sobre dicho tema, sostenemos entre ambos. Y ni corto ni perezoso y cómo se dice coloquialmente, sin encomendarse a Dios ni al diablo, nos planta la idea de que esos profetas mencionados en el pasaje en cuestión, solo pueden ser los profetas del AT; y con lo que ya tenemos a los Abrahán, David y resto de profetas ¡por fin! reinando con Cristo. Pero es que resulta (y continuando con la historieta de “Las aventuras de Astérix y Obélix”), que el “César” D. Mario “Augustus” Olcese, se ha encontrado en su camino con una aldea gala irreductible, llamada “MABEL” y en donde residen esos dos personajes de ficción protagonistas de la citada historieta; y que bien podría ser representado el primero de ellos por mi compañero Manuel (bajito y delgadito como Asterix) y de un servidor “Armandito”, como gusta de llamarme el Sr. Olcese y que soy más alto, gordo y barrigón, o sea, el Obélix de turno…… y que no le pasamos una: por algo somos irreductibles ¿no? Por lo tanto y hechas las “presentaciones”, vamos a ver cómo desmontamos esta nueva tropelía que acaba de perpetrar el amigo Mario; y para ello, empezaremos analizando el texto en cuestión.

Y en el observamos y como nos dice el Sr. Olcese en su exposición, que se nos habla de una “piedra angular”, que es Jesucristo y por otra parte, de algo que ha sido edificado sobre el fundamento de los apóstoles y profetas y que obviamente, es la “Iglesia” o cuerpo de Cristo. Luego veamos en primer lugar, que significa la “piedra angular: con esa expresión, se hace referencia a lo que actualmente se conoce como la “primera piedra” que se coloca en la construcción de cualquier edificio y que seguramente, cualquiera de nuestros queridos lectores, recordará alguna ceremonia oficial de colocación de la “primera piedra” por parte de algún personaje de relieve, en alguna obra de importancia. Y que si bien es cierto que en la actualidad dicha cuestión no tiene más connotación que la de ser meramente un acto protocolario y lo que suele conocerse por el “hacerse la foto” el personaje de turno, no es menos cierto que en todo caso significa el inicio de algo y en consecuencia, lo que podríamos llamar como el fundamento de aquello que a su alrededor se va a levantar. Pero en los tiempos en que fueron pronunciadas las palabras citadas en Efe. 2:20 y ello estaría en el trasfondo de la idea que quería transmitir Pablo, la piedra más importante en una construcción era la “piedra angular”; y parece ser que en esos tiempos antiguos, ésta tenía una importancia vital, pues era la que poniéndose primero (obviamente), servía de referencia para las dimensiones del edificio del que se tratare, además de otros detalles, como por ejemplo, ser el lugar donde interseccionaban algunas de las paredes principales de dicho edificio (más o menos la cosa era así, hasta dónde hemos podido averiguar, pues no somos arquitectos). Luego obviamente, ese papel de “piedra angular” lo ocupó Jesucristo y que en consecuencia, fue el verdadero y único fundamento sobre el que empezó a edificarse “algo”, como leemos por ejemplo y entre otros, en Isa. 28:16:

“…… por lo tanto, esto es lo que ha dicho el Señor Soberano Jehová: “Aquí voy a colocar como fundamento en Sión una piedra, una piedra probada, el precioso ángulo de un fundamento seguro. Nadie que ejerza fe será sobrecogido de pánico”.”

Luego Jesucristo fue el punto de partida, en dónde se empezó a levantar un simbólico edificio, a ser seguido por los doce apóstoles y que (ya dejado Jesús aparte) fueron el fundamento sobre el que se empezó a edificar la “Nueva Jerusalén”, o sea, la “Iglesia” o cuerpo de Cristo, “la novia” según Rev. 21:2:

Vi también la santa ciudad, la Nueva Jerusalén, que descendía del cielo desde Dios y preparada como una novia adornada para su esposo.”

Sin embargo, hay que notar que cuando se nos dan detalles de esa “Santa Ciudad” en Rev. 21:9-14 y en donde se la identifica como la “novia” de Cristo, eso es, la congregación de “ungidos” de éste, en ese último versículo 14 se nos dice lo siguiente:

El muro de la ciudad (parte importante y elemento fundamental en una ciudad de aquellos tiempos) también tenía doce piedras de fundamento y sobre ellas, los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.”(Acotación nuestra).

Luego lo que se nos está diciendo, es que los apóstoles fueron el fundamento de esa edificación espiritual y sin embargo, nada en esos seis versos del citado pasaje hace referencia de los profetas del AT; por lo que la pregunta sería ¿de qué profetas entonces, se nos habla en Efe. 2:20, si todo lo edificado, fue a partir de los apóstoles? Pero veamos qué planteamiento nos hace el Sr. Olcese en el artículo previo al video (en el video se repite lo mismo), en sus dos primeros párrafos y transcrito tal cual, sin ningún retoque:

Y es que Jesús dijo que edificaría su iglesia (Mt. 16:18), pero esto él lo haría sobre UN FUNDAMENTO PREVIAMENTE ESTABLECIDO, el cual lo componen él mismo (como la piedra angular), sus apóstoles, y por supuesto, LOS PROFETAS. Esto debe quedar bien en claro en sus mentes.

Pues bien, el FUNDAMENTO de la iglesia es Cristo, los apóstoles, y los profetas. Ahora bien, lo que se ha edificado sobre éste son los creyentes que vendrían por el ministerio del Señor y sus apóstoles quienes hablarían respaldados por los profetas y las promesas que ellos anunciaron. Recordemos que Jesús dijo en Mateo 16:18 que él edificaría su iglesia, cuyo fundamento es él, sus apóstoles y TODOS los profetas del AT. Esto quiere decir, repito, que el cuerpo de Cristo lo componen todos los apóstoles, todos los profetas, y todos los conversos que vendrían después por la predicación de sus discípulos hasta el presente
.” (Negritas nuestras).

Y a nosotros no nos queda nada clara, esa tajante afirmación del Sr. Olcese en el sentido de que existía un fundamento “previamente establecido” (luego anterior a Jesús), porque esa afirmación se da de bofetadas con las palabras de Jehová, en el ya citado texto de Isa. 28:16; pero es que además, afirmación que no solo no aparece por ningún lado en Mat. 16:18, sino que ni siquiera se nos da a entender en él algo parecido; luego no hay en ese texto sobre el que soporta su argumento, nada de toda esta fantástica historia que nos cuenta D. Mario; vean ustedes lo que sencillamente nos dice Mat. 16:18:

También, yo te digo a ti: Tú eres Pedro y sobre esta masa rocosa (refiriéndose a sí mismo) edificaré mi congregación y las puertas del Hades no la subyugarán.” (Acotación nuestra).

Luego ¿en dónde dice ese pasaje que los profetas del AT, formaban parte del fundamento de la “Iglesia”, cuerpo o congregación de Cristo? ¿De dónde saca esa conclusión dicho caballero? Como máximo, uno podría deducir y puesto que aparentemente se dirige a Pedro como la masa rocosa sobre la que pensaba fundar su congregación, que éste (Pedro) sería el fundamento de la misma, eso es, sobre el que se edificaría tal congregación o cuerpo de Cristo y nada por lo tanto, parecido a un fundamento “previamente establecido”; ya otra cuestión, es que de ser Pedro personalmente el fundamento de dicha edificación, se dejaría con ello fuera del cuadro al resto de apóstoles, lo cual sería impensable. Y que tenemos razón en nuestro argumento, nos lo muestra el propio Pedro, que nos explica que él no fue la masa rocosa sobre la que se edificó tal congregación en primera instancia y totalmente en línea con las palabras de Jehová en Isa. 28:16, citado con anterioridad y a las que hace referencia, por cierto, para apoyar su argumentación; veamos pues, que nos dijo el bueno de Pedro:

Porque está contenido en la Escritura: “¡Miren!, voy a colocar en Sión una piedra, escogida, una piedra angular de fundamento, preciosa; y nadie que ejerza fe en ella sufrirá desilusión de manera alguna”. 7 Para ustedes, por lo tanto, él (Jesucristo) es precioso, porque son creyentes; pero para los que no creen “la mismísima piedra que los edificadores rechazaron ha llegado a ser la cabeza del ángulo” 8 y “una piedra de tropiezo y masa rocosa de ofensa”. Estos tropiezan porque son desobedientes a la palabra. Para este mismo fin también fueron señalados.” (1 Ped. 2:6-8). (Acotación nuestra).

Y obviamente y sabido es, que el que fue rechazado fue Jesús y no Pedro, por lo que este mismo reconoce, que la “masa rocosa” sobre la que se iba a edificar la congregación, era el propio Jesucristo y no él; por lo tanto y puesto que en Mat. 16:18, Jesús nos dice que es a partir de esa “masa de rocosa” (que él prefiguraba), sobre la que él iba a edificar su congregación, no podía existir un fundamento “previamente establecido”. Luego si Jesucristo como “masa rocosa”, tenía que ser la “piedra angular de fundamento”, es obvio que aún no había ningún otro fundamento anterior y por lo tanto, los profetas del AT no pintan nada en ese cuadro; pero quizás ustedes se pregunten ¿porque entonces, el Sr. Olcese ha dicho lo que ha dicho? Pues porque el Sr. Olcese tiene la mala costumbre de ir añadiendo pequeñas coletillas a sus comentarios, o sea, pequeñas afirmaciones que poco o nada tienen que ver con los textos que usa y que suelen pasar desapercibidas en primera instancia, pero que van condicionando poco a poco la mente de sus lectores hacia una idea determinada que le interesa a él. Fíjense y a modo de ejemplo, con que frase acaba el primer párrafo de los dos que hemos transcrito: “Esto debe quedar bien claro en sus mentes”; o sea, que el lector ya debe poner en su mente y lo que ya va a condicionar su entendimiento de todo lo que le vaya contando dicho caballero, la idea que se les acaba de contar en el sentido de que ya existía “un fundamento previamente establecido” y que eran los profetas del AT…… y cosa que Mat. 16:18 no dice ni por el forro. Y fraudulenta a la par que diabólica acción, que pueden comprobar comparando sus afirmaciones en la porción transcrita de su artículo, con lo que realmente dice el texto al que hace referencia de Mat. 16:18 y en el que se apoya para sustentar las tales afirmaciones y que se parecen como un huevo a una castaña. Pero quizás alguno de ustedes insista, diciendo que en Efe. 2:20 sí se nos habla de profetas y lo cual es cierto…… pero ¿de qué profetas se nos habla? Vean una nota que la propia versión RVR 1995, nos da de ese texto y acerca de ese punto en concreto:

Profetas: Parece referirse aquí a quienes en la iglesia ejercían el don de profecía (véase 1 Cor. 14.1 n.; cf. 1 Co 12.28; Ef 4.11).” (Negritas nuestras).

En ese primer texto recomendado de 1 Cor. 14:1 (los dos restantes los citaremos más adelante), leemos la que parecía ser la principal tarea, encomendada a los fieles seguidores de Cristo:

Sigan tras el amor; sin embargo, sigan procurando celosamente los dones espirituales, pero preferiblemente que profeticen.”

Y probablemente es este pasaje, a lo que Pablo se refería es a que el esfuerzo principal en aquellas personas a las que se dirigía, fuera el dar adelanto (mediante su predicación) a las buenas nuevas anunciadas por Jesús, pues el término griego para profeta significa literalmente “proclamador” y designa a la persona que declara o da a conocer mensajes atribuidos a una fuente divina, como era el caso que nos ocupa; y aunque en este concepto entraría también la predicción del futuro, como veremos más adelante, este no es el significado fundamental de la palabra. Pero en todo caso, esa traducción citada de RVR 1995, no contempla que los profetas mencionados tengan nada que ver con los del AT, sino con los que habían dentro de la congregación cristiana primitiva y algo que se nos confirma en el siguiente pasaje:

Hech. 13:1: “Ahora bien, había en Antioquía profetas y maestros en la congregación local: tanto Bernabé como Symeón, que se llamaba Niger y Lucio de Cirene; y Manaén, que se había educado con Herodes el gobernante de distrito y Saulo (o Pablo).” (Acotación nuestra).

Luego queda claro que en la primitiva congregación cristiana y Pablo era uno de ellos, había también profetas y que son razonablemente de los que cita éste en el pasaje de Efe. 2:20; pero veamos más pasajes, que nos prueban que eso era así:

1 Cor. 12:27-28: “Pues bien, ustedes son el cuerpo de Cristo y miembros individualmente. 28 Y Dios ha colocado a las personas respectivas en la congregación: primero, apóstoles; segundo, profetas; tercero, maestros; luego obras poderosas; luego dones de curaciones; servicios de ayuda, capacidades directivas, diferentes lenguas.”

Pero observen que en el verso 27, en donde Pablo y contrario al disparate afirmado por el Sr. Olcese, señala a quiénes eran los verdaderos componentes del cuerpo de Cristo, cuando dice “ustedes son el cuerpo de Cristo y miembros individualmente”, ya se excluye la posibilidad de que hubiera otros miembros individuales del pasado, que formaran parte de ese cuerpo…… de lo contrario, Pablo les habría mentido. Luego obviamente y con ese “ustedes”, se estaba señalando a los que en ese momento eran seguidores de Jesucristo y “ungidos” como él mismo (Pablo), como únicos integrantes hasta el momento, de ese cuerpo de Cristo y por lo tanto, nada que tuviera que ver con los profetas del AT. Y puesto que en un pasaje tan directo y específico como este, Pablo no hace mención de ellos, solo podemos entender que los tales, no formaban parte del citado cuerpo de Cristo, diga lo que diga el Sr. Olcese…… ¿o estaríamos hablando de un lapsus de Pablo?; pero veamos más:

Efe. 4:11-12: “Y dio algunos como apóstoles, algunos como profetas, algunos como evangelizadores, algunos como pastores y maestros, 12 con miras al reajuste de los santos, para obra ministerial, para la edificación del cuerpo del Cristo.”

Entonces queda claro, que si se nos está hablando de un arreglo expresamente establecido para “el reajuste” y para la “edificación” del cuerpo de Cristo, es obvio que se estaba haciendo referencia a las personas que en ese momento conformaban dicho “cuerpo” y no a otras que hacia siglos que habían muerto y que en consecuencia, no se podían beneficiar de tal arreglo…… sencillamente, porque no se había hecho para ellos. No olvidemos, que Pablo en el versículo 7, ya nos había dicho lo siguiente:

Ahora bien, a cada uno de nosotros se le dio bondad inmerecida según la manera como el Cristo dio por medida la dádiva gratuita.”

Y siendo que en los siguientes versos 11-12, en donde se nos especifica la manera en que fueron distribuidos esos dones y que incluía a profetas, se nos dice que fueron dados por Jesucristo ya desde su posición celestial a la derecha del Padre…… nada que ver con los profetas del AT, que repetimos, hacía siglos que habían muerto y consecuentemente no podían entrar en ese arreglo; con lo que de nuevo queda patente que no podían formar parte del citado cuerpo de Cristo (aún en edificación) y por lo que tampoco Pablo, hace referencia alguna de los tales; pero veamos otro ejemplo:

Hech. 11:27-30: “Ahora bien, en estos días unos profetas bajaron de Jerusalén a Antioquía. 28 Uno de ellos, por nombre Ágabo, se levantó y por el espíritu procedió a indicar que una gran hambre estaba para venir sobre toda la tierra habitada; la cual, de hecho, tuvo lugar en el tiempo de Claudio. 29 Así que aquellos de los discípulos resolvieron, cada uno de ellos según los medios que tenía, enviar una ministración de socorro a los hermanos que moraban en Judea; 30 y lo hicieron, despachándola a los ancianos por mano de Bernabé y de Saulo (o Pablo).” (Acotación nuestra).

Y profetas que pertenecían a la congregación cristiana, no solo porque se nos dice que hablaron “por el espíritu”, sino por el hecho de que sus requerimientos, fueron atendidos por los hermanos de Antioquía y que por mano de Pablo y Bernabé, se mandó la correspondiente administración de socorro.

Luego lo que no se entiende y si las cosas fueran como nos las plantea D. Mario, cómo es posible que en ninguno de los pasajes citados y en donde se nos habla de profetas y del inicio de la “Iglesia” o cuerpo de Cristo, se haga la más mínima referencia a los profetas del AT, si estos hubieran sido realmente el fundamento “previamente” establecido, según D. Mario. Y con lo cual, solo se nos ocurre una explicación: el Sr. Olcese, una vez más demuestra no tener ni idea de lo que está diciendo y publica otro disparatada teoría para sostener lo insostenible (los notables del AT, reinando con Cristo), en la que es incapaz de aportar un solo texto que relacione a los profetas del AT, con la Iglesia o Cuerpo de Cristo; solo su propia y esperpéntica convicción, además de mucha palabrería, mucha lista de profetas (no entendemos que nos quiere demostrar con ello) y encima, nos cita un texto al final de su artículo y que en total ignorancia acerca del conocimiento bíblico, se cree de forma absurda, que es concluyente para demostrar algo totalmente indemostrable…… pero vean el texto en cuestión:

Allí es donde será su llanto y el crujir de sus dientes, cuando vean a Abrahán y a Isaac y a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, pero a ustedes echados fuera.” (Luc. 13:28).

Y texto que no nos dice si esos personajes estarán en el reino de Dios en calidad de miembros del cuerpo de Cristo (o sea, reinando con él) o en calidad de qué, porque en el reino habrá tanto gobernantes como súbditos; aunque el Sr. Olcese presupone, erróneamente, pues no lo puede demostrar, que lo harán en calidad de reyes. Y texto que tiene perfectamente explicado y en sentido contrario, obviamente, en nuestro artículo del 11/02/11, “La “mesa” del reino de Dios” y sin tener en cuenta por supuesto, todos aquellos que últimamente hemos ido publicando en el sentido de que ni Abrahán, ni David ni ningún otro profeta del AT, puede reinar con Cristo, como por ejemplo el más reciente “Las respuestas del Sr. Olcese” (04/10/11).

Y como decía el clásico “permanezcan atentos a la pantalla”, porque en breve vamos a contarles otra “perla” de dicho caballero; pero de momento, ya saben: vean el video de D. Mario, lo contrastan con lo que nosotros les explicamos y pásenlo por el tamiz de las Escrituras…… y opinen lo que crean oportuno. Pero permítannos una pequeña puntualización: no se tomen estas discusiones que mantenemos con dicho caballero, como algo de poca importancia para ustedes, porque de ellas pueden derivar grandes beneficios para su personal conocimiento de la Palabra de Dios, la Biblia. Y es que tanto D. Mario, como nosotros en este blog, tenemos las ideas perfectamente claras y prescindiendo de quién esté equivocado en cuanto a ellas, difícilmente nos bajaremos del burro, eso es, cambiaremos de postura; son ustedes quiénes tienen que averiguar (si así lo desean) de parte de quién está la razón y para su propio beneficio. Obviamente, mediante investigación personal como les hemos dicho y decantándose por la opción que les merezca más credibilidad; probablemente en un futuro ya inmediato, su interés por dicho asunto y si eligen correctamente, les servirá lo que aprendan, para acceder a la posibilidad de conseguir la vida eterna…… y no se lo tomen a broma.

MABEL

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