miércoles, 26 de octubre de 2011

¿Reinará Abrahán con Cristo, en el reino de Dios?

Y cuestión que tiene que ver, con una de las preguntas que tengo pendientes de responderle a Apologista Mario Olcese, que fue formulada de la siguiente manera y que, como es costumbre en este blog, se transcribe sin retoque alguno:

8.- Si Abraham será sólo un mero súbdito del reino de Cristo, ¿por qué dice Pablo en Rom. 4:13 que Abraham y su simiente serán los herederos del mundo?¿No es la simiente de Abraham, Cristo y su cuerpo o iglesia según Gál. 3:16,29)?¿Se puede ser heredero del mundo siendo un mero súbdito del reino en la tierra?¿Es sensato sostener que el padre de la fe será un mero súbdito de sus hijos en la fe (Cristo y la iglesia)?
Y empezando la respuesta por la parte final de su pregunta, yo entiendo que lo que no es sensato es afirmar lo contrario, pues me permito recordarle a D. Mario, que en infinidad de ocasiones desde este blog se le ha explicado (por lo visto sin ningún éxito), que Abrahán no será un mero súbdito del reino, sino que ocupará un lugar de privilegio en el mismo, así como David y otros notables del AT, según el Sal. 45:16:

En lugar de tus antepasados (o “padres”, según versiones) llegará a haber tus hijos, a quienes nombrarás príncipes en toda la tierra.” (Acotación mía).

Pero claro, lo que dicho salmo también nos dice y sin dejar lugar a duda alguna, es que Abrahán y como antepasado de Jesús que era, pasará en el reino milenario a tener la condición de hijo de Jesucristo (por derecho de recompra, mediante su sacrificio expiatorio), que no la de hermano del mismo y por lo que, obviamente, no puede heredar el reino en calidad de rey, porque consecuentemente no es un Hijo de Dios, pues de lo contrario sí sería hermano de Jesucristo. Por lo tanto y puesto que hemos visto que no es así, podemos asumir que dicho personaje, durante su estancia sobre esta tierra y contrario a la disparatada afirmación del Sr. Olcese, en el sentido que hubiera sido hecho por el Altísimo, Hijo adoptivo Suyo, estaba bajo la paternidad de Satanás como el resto de la humanidad. Porque no olvidemos, que cuando Adán pecó, no solo fue echado del paraíso, sino que también fue repudiado por su Creador, de la relación paterno/filial que les unía y pasando por lo tanto, a depender del diablo como padre adoptivo, según propia decisión (Gén. 2:16-17) y condición que recibieron sus descendientes como herencia…… porque de lo contrario ¿cómo se entendería que Abrahán pasara (y de ser cierta la afirmación de D. Mario) de ser un Hijo de Dios, a ser un hijo de Jesucristo? ¿O es que acaso, por alguna oscura y desconocida razón, fue rebajado de tal condición, al pasar de Hijo de Dios…… a hijo de Jesucristo? Porque lo que nos afirma el citado salmo está clarísimo y por lo tanto, solo la razón nos dice que hijo de los dos no podía serlo el citado personaje…… siempre y cuando las Escrituras mantengan un mínimo de coherencia, claro.

Y siendo cierto que ese texto ya en sí mismo, es demoledor y suficiente para desbaratar la disparatada afirmación del Sr. Olcese, en el sentido de que los notables del AT tengan que reinar con Cristo en el reino de Dios, dicho caballero y a pesar de las veces que le hemos mostrado (y razonado) dicho pasaje, continúa publicando, sorprendentemente y en una actitud rayana en lo demencial, el mismo argumento. Y si no, vean sus últimos videos titulados “Abrahán esperaba la ciudad celestial (el tabernáculo permanente)” y un doble video más, bajo el título “Todos los fieles creyentes somos extranjeros y peregrinos sobre esta tierra”, amén de lo que ya ha publicado anteriormente en el mismo sentido y siempre con la misma extravagante intención: demostrar que Abrahán, David y resto de notables, serán reyes en el milenio y planteamiento esperpéntico donde los haya.

Pero si con ese salmo ya no fuera suficiente para eliminar de un plumazo tan disparada enseñanza y demostrar que ese caballero no tiene ni la más remota idea de lo que dicen las Escrituras, existe otro argumento que demuestra la razón que nos asiste, cuando desde este blog negamos una y otra vez tan estrambótica idea; porque veamos: casi 350 años después de la muerte de Abrahán, se produjo la liberación de los israelitas de la tiranía de Egipto y usando Jehová para ello a Moisés; ya lejos del alcance de los egipcios, se produjo el siguiente episodio y en el que intermedió dicho personje:

Al tercer mes después de haber salido los hijos de Israel de la tierra de Egipto, el mismo día, entraron en el desierto de Sinaí. 2 Y procedieron a partir de Refidim y a entrar en el desierto de Sinaí y a acampar en el desierto; e Israel se puso a acampar allí enfrente de la montaña.

3 Y Moisés subió al Dios verdadero y Jehová empezó a llamarlo de la montaña, diciendo: “Esto es lo que has de decir a la casa de Jacob y anunciar a los hijos de Israel: 4 “Ustedes mismos han visto lo que hice a los egipcios, para llevarlos a ustedes sobre alas de águilas y traerlos a mí mismo. 5 Y ahora si ustedes obedecen estrictamente mi voz y verdaderamente guardan mi pacto, entonces ciertamente llegarán a ser mi propiedad especial de entre todos los demás pueblos, porque toda la tierra me pertenece a mí. 6 Y ustedes mismos llegarán a ser para mí un reino de sacerdotes y una nación santa”. Estas son las palabras que has de decir a los hijos de Israel”.


7 De modo que Moisés vino y llamó a los ancianos del pueblo y expuso ante ellos todas estas palabras que Jehová le había mandado. 8 Después de eso todo el pueblo respondió unánimemente y dijo: “Todo lo que Jehová ha hablado estamos dispuestos a hacerlo”. Inmediatamente llevó Moisés a Jehová las palabras del pueblo. 9 Ante esto, Jehová dijo a Moisés: “¡Mira! Vengo a ti en una nube oscura, a fin de que el pueblo oiga cuando hable contigo y para que en ti también pongan fe hasta tiempo indefinido”. Entonces Moisés informó a Jehová las palabras del pueblo
.” (Exo. 19:1-9).

Y ya a continuación, después de la aceptación por parte del pueblo de Israel de la oferta de Jehová, fue cuando Este les pasó a exponer Sus mandamientos que tenían que ser cumplidos sin defecto y sin falta; pero quedémonos con lo sustancial y analicémoslo detenidamente la siguiente cuestión ¿con quién fue establecido el pacto, quiénes lo aceptaron y lo más importante…… para cuándo se llevó a cabo el cumplimento de dicha promesa?

El citado pacto, fue establecido con personas que vivieron casi 350 años después de la muerte del patriarca Abrahán y desparecidos también, su hijo Isaac, así como su nieto Jacob (quién dio nombre al pueblo elegido por Dios: Israel) y la desaparición también, de aquellos que dieron nombre a las doce tribus de Israel. Luego esos personajes no estuvieron en ese momento presentes para manifestar su aceptación o rechazo a dicho pacto y sabido es, por otra parte, que un pacto no tiene efectos retroactivos, pues solo es aplicable entre las partes que lo validan…… en este caso, entre Jehová y las personas que estuvieron presentes en ese momento y que decidieron en uso de su libre albedrio, el aceptarlo y comprometiendo así también a sus descendientes, pues el pacto tenía que ver con algo que aplicaba en un futuro lejano, según los términos en que fue establecido el mismo:

Y ahora, si ustedes obedecen estrictamente mi voz y verdaderamente guardan mi pacto (y algo que requería de tiempo, para ser constatado), entonces ciertamente llegarán a ser mi propiedad especial de entre todos los demás pueblos, porque toda la tierra me pertenece a mí. 6 Y ustedes mismos llegarán (se entiende por el tiempo verbal, que se hacía referencia a un tiempo futuro) a ser para mí un reino de sacerdotes y una nación santa” (Exo. 19:5-6). (Acotaciones mías).

Luego las personas que en ese momento estaban presentes y aceptaron el pacto, no fueron los directos beneficiarios del mismo, o sea, no llegaron a ser ese “reino de sacerdotes” prometido, ni los descendientes de ellos después y eso durante generaciones, pues esa promesa tuvo su cumplimiento cuando apareció Jesús, más de 1.500 años después de ser establecido dicho pacto, e inició la búsqueda de aquellos que junto a él, tenían que conformar ese “reino de sacerdotes” prometido por Jehová. Y algo en lo que tiene que estar de acuerdo el Sr. Olcese, pues esto es lo que él mismo publicó, el 12/12/10, bajo el título “Estar con Cristo -- ¿qué significa esta frase?” y en la segunda mitad del último párrafo:

Pero lo cierto es que Jesús vino a los Suyos para buscar herederos de su reino, y éstos, por supuesto, eran una manada pequeña comparados con los gentiles del mundo entero. Pero una vez que la mayoría de Su pueblo natural rechazó la oferta del reino, Jesús llamó a los gentiles a través del ministerio de Pablo, y a éstos, les dijo: “Si sufrimos, también REINAREMOS con él; Si le negáremos, él también nos negará” (2 Timoteo 2:12). Así que una participación activa en el reino también le fue ofrecida a una grande multitud de conversos gentiles.” (Negritas mías).

O sea, que lo que habría que entender de lo que nos dice el Sr. Olcese, es que después de la aparición del legítimo heredero al trono del rey David, el propio Jesús, lógicamente se tenía que proceder a la búsqueda de aquellos que lo tendrían que acompañar en ese gobierno del reino y que pasarían a conformar ese “reino de sacerdotes” anunciado. Y puesto que esos judíos del primer siglo, se habían apartado del obligado cumplimiento de las condiciones impuestas por Jehová, en el pacto del Sinaí, se tuvo que extender dicha búsqueda a personas de entre los gentiles o gente de las naciones; ahora bien…… ¿qué podemos entender de esa circunstancia?

En primer lugar, que habían pasado siglos desde que se hizo la promesa de “ahora si ustedes obedecen estrictamente mi voz y verdaderamente guardan mi pacto, entonces (……) ustedes mismos llegarán a ser para mí un reino de sacerdotes”, hasta que llegó el momento del cumplimiento de la misma y se empezaron a buscar (por medio de Jesús) a esos que tenían que calificar para ser “reyes y sacerdotes” en el reino de Dios…… luego nadie que hubiera muerto para antes de ese tiempo, pudo alcanzar el cumplimiento de esa citada promesa de Jehová y por lo cual, razonablemente, los notables del AT quedaban fuera del cuadro. De hecho, son interesantísimas para dar validez a mi planteamiento, las palabras que se produjeron en cierta ocasión entre Jesús y sus discípulos; veámoslas:

Entonces Pedro le dijo en respuesta: “¡Mira! Nosotros hemos dejado todas las cosas y te hemos seguido; ¿qué habrá para nosotros, realmente?”. 28 Jesús les dijo: “En verdad les digo: En la re-creación, cuando el Hijo del hombre se siente sobre su trono glorioso, ustedes los que me han seguido también se sentarán sobre doce tronos y juzgarán a las doce tribus de Israel. 29 Y todo el que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos, o tierras, por causa de mi nombre, recibirá muchas veces más y heredará la vida eterna.” (Mat. 19:27-29).

Luego lo que entendemos de esas palabras de Jesús y aunque el Sr. Olcese se obstine en no aceptarlo, es que solo aquellos que le habían seguido y seguirían posteriormente, a través de la actividad de sus apóstoles (Juan 17:20), serían los que conseguirían el poder acceder a conformar el prometido “reino de sacerdotes” y sentarse en esos tronos ofrecidos por Jesús, que permitían reinar con él en el reino de Dios…… luego de nuevo vemos que inevitablemente, los Abrahán, David y muchísimos otros más, quedaban fuera de este cuadro, pues para ese tiempo ya llevaban siglos muertos y lógicamente, no pudieron seguir a Jesús…… y repito, a menos que podamos confiar en la coherencia y lógica de la Biblia.

En segundo lugar, todo parece indicar, que estaríamos hablando de una cantidad determinada de personas las que tendrían que configurar ese grupo de gobernantes, no solo por las palabras de Jesús en Luc. 12:32 y en el sentido de que serían un “rebaño pequeño”, sino por las palabras que en su momento dirigió Pablo a personas “ungidas” como Hijos de Dios y que no eran israelitas, sino gente de las naciones (o gentiles); veámoslas y prestemos atención:

Porque no quiero, hermanos, que ignoren este secreto sagrado, para que no sean discretos a sus propios ojos: que un embotamiento de las sensibilidades le ha sucedido en parte a Israel hasta que el número pleno de gente de las naciones haya entrado.” (Rom. 11:25).

Luego una vez ese número pleno de las naciones hubiera entrado a formar parte de ese grupo, obviamente algo se habría completado y solo se podía hacer referencia al total de los miembros de ese grupo de “reyes y sacerdotes” por aparecer y con lo que se habría cerrado la posibilidad de acceder al privilegio de reinar junto Cristo; y que estaríamos hablando de un número (en conjunto, o sea, de judíos y gentiles) determinado de gobernantes con Jesucristo, nos lo indica también, algo que Pablo había dicho un momento antes de las palabras transcritas:

Sin embargo, si algunas de las ramas fueron desgajadas, pero tú, aunque eres acebuche, fuiste injertado entre ellas y llegaste a ser partícipe de la raíz de grosura del olivo, 18 no te alboroces en triunfo sobre las ramas. Pero, si te alborozas en triunfo sobre ellas, no eres tú quien soporta la raíz, sino la raíz a ti. 19 Dirás, pues: “Algunas ramas fueron desgajadas para que yo fuera injertado”. 20 ¡Está bien! Por su falta de fe fueron desgajadas, pero tú por la fe estás en pie. Cesa de tener ideas encumbradas; antes bien, teme. 21 Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, tampoco te perdonará a ti.” (Rom. 11:17-21).

Luego lo que estamos viendo es que se trataba de sustituir ramas desgajadas de un simbólico olivo (Israel), por otras procedentes de un olivo silvestre (los gentiles); luego no se añadían ramas al citado olivo, en este caso personas, sino que solo eran sustituidas aquellas que por no ser merecedoras de formar parte de ese grupo selecto, que tenía que reinar en el reino de Dios junto a Cristo, eran desgajadas o rechazadas. Entonces estamos hablando de mantener siempre una cantidad determinada, la que fuere y mediante sustitución de unas por otras, pero que en todo caso y según Luc. 12:32 (como hemos señalado), de reducido tamaño y lejos por lo tanto, de la burrada que nos ha contado reiteradamente el Sr. Olcese, en el sentido que los gobernantes con Cristo serán “millones, miles de millones”. Y si este proceso, como es lógico, inició con Jesús, pues fue él quien dio inicio a la búsqueda de aquellos merecedores, tampoco hay ninguna opción de que los Abrahán y compañía, figuren en el cuadro, pues en sus tiempos no existía tal arreglo, sino que es más, faltaban aún siglos para que apareciera la figura del Hijo de Dios, e iniciara la recolección; recordemos unas reveladoras palabras de Jesús:

Jesús le dijo: “Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí.” (Juan 14:6).

Y puesto que Jesús era el camino para llegar al Padre, o sea, el ser uno reconocido como Hijo de Dios y Jesús no existía en los tiempos del AT ¿cómo se entenderían esas palabras de Jesús, si ya antes de su aparición, hubiera habido personas que hubieran “llegado” al Padre y reconocidas por tanto, como Hijos de Él? Y puesto que eso no sería razonable, lo que tenemos que conferir es que ninguno de esos notables pudo llegar a ser adoptado como Hijo de Dios, a menos que Jesús nos hubiera mentido con su afirmación; pero es que hay algo más:

Ustedes no me escogieron a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los nombré para que vayan adelante y sigan llevando fruto y que su fruto permanezca; a fin de que sin importar qué le pidan al Padre en mi nombre, él se lo dé a ustedes. (Juan 15:16).

Luego no solo estaba envuelto en el asunto, el ser escogido, sino el ser nombrado para una comisión en especial y que tenía que proyectarse adelante en el tiempo, en la que no podían participar, obviamente, los Abrahán, David y otros prominentes del AT; y lo cual nos demuestra una vez más, que no tenían ni arte ni parte, en ese grupo de “reyes y sacerdotes”…… luego no podían ser Hijos de Dios. Entonces y respondiendo al Sr. Olces, claro que se puede heredar el reino en calidad de súbditos del mismo y prescindiendo del hecho de que esos personajes destacados del AT y en virtud de lo dicho en el citado Sal. 15:16, lo harán en puestos de privilegio, aunque siempre en sujeción a aquellos que están por encima de ellos y que son esos Hijos de Dios, en su condición de “reyes y sacerdotes” a diferencia de otros…... por lo tanto y aunque con privilegios, súbditos al fin y al cabo y dependientes de…... Y al igual que otros que serán los primeros súbditos de ese reino y de los que vamos a hablar a continuación para demostrar, en primer lugar, que efectivamente se puede heredar un lugar en el reino milenario, regido por Cristo y sus hermanos, sin necesariamente tener que ser parte de ellos, ni siquiera ocupar un lugar de privilegio en el mismo; y en segundo lugar, que D. Mario no sabe ni por dónde le sopla el aire en cuestiones bíblicas…… y nos estamos refiriendo a los sobrevivientes de la gran tribulación, de los que se nos habla en Rev. 7:9; 14:

Después de estas cosas vi y, ¡miren!, una gran muchedumbre, que ningún hombre podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos de largas ropas blancas; y había ramas de palmera en sus manos (……) De modo que le dije inmediatamente: “Señor mío, tú eres el que sabe”. Y me dijo: “Estos son los que salen de la gran tribulación y han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.”

Es cierto que el caballero en cuestión y ya en el colmo de una más que extravagante forma de interpretar las Escrituras, nos aseguró en su día (y planteamiento del que no se ha retractado), que esa “gran muchedumbre” formaba parte también del conjunto de gobernantes que con Cristo han de reinar en el reino de Dios, lo cual vemos en los siguientes artículos y que solo los mismos títulos, ya son todo un poema y un canto al disparate:

La muchedumbre incalculable de 144.000, viene de la Gran Tribulación.”

Porque claro, si sabemos que son 144.000, no pueden ser una muchedumbre “incalculable”…… porque ya están perfectamente calculados ¿o no?

Los 144.000 sellados de Apocalipsis, son una grande muchedumbre.”

Y si a D. Mario, 144.000 (luego están perfectamente contados) le parecen una gran muchedumbre, de la que se nos dice “que ningún hombre podía contar”…… pues en fin, si él lo dice.

¿Pueden ser los 144.000 de Apocalipsis 7 y 14, la misma grande muchedumbre? ¡Las evidencias muestran que sí!

Y se me antoja a mí, que una cosa con la otra, tienen exactamente el mismo parecido que un huevo a una castaña…… no sé qué opinarán ustedes.

Pero por mucha evidencia que el Sr. Olcese afirme que exista (y que no ha podido presentar, obviamente), semejante animalada queda desbaratada cuando analizamos la cuestión, desde la lógica y el sentido común; porque esta “gran muchedumbre” aparece, como nos dicen las Escrituras, después de la gran tribulación (pues sobreviven a ella) y lógicamente, ya en el momento de entrar en el período milenario…… pero fijémonos en un pequeño detalle: esas personas sobreviven, luego pasan con vida al nuevo sistema de cosas que se establece, con la aparición de los “nuevos cielos y la nueva tierra” (2 Ped. 3:13; Rev. 21:1) y por lo tanto, puesto que no han experimentado la muerte, no participan de ninguna resurrección. Sin embargo, los que con Cristo han de reinar, obligatoriamente tiene que tomar parte de una “primera” resurrección:

Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos (los que participan de esta resurrección y no, sobre los que no lo hagan) la muerte segunda no tiene autoridad, sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.” (Rev. 20:6). (Acotación mía).

Luego queda claro, que si no se toma parte de esa primera resurrección, no se puede obtener la inmortalidad, ni se puede reinar con Cristo…… porque eso es lo que nos dice el texto ¿o no? Luego razonablemente, de ninguna manera pueden ser los miembros de esa gran muchedumbre de sobrevivientes, miembros de ese grupo gobernante; pero es que además, antes de que se produzca la gran tribulación (a la que sobrevive esa gran muchedumbre, gracias a la protección del Altísimo ) y que tiene que ver con el “gran día de Jehová” (Sof. 1:14-18, suceden algunas cosas: la segunda venida de Jesucristo y momento en que se produce esa citada “primera” resurrección y ya a continuación, para finiquitar este sistema de cosas (Dan. 2:44), se produce la batalla de Armagedón y que es con lo que culmina la citada gran tribulación y el mundo tal como lo conocemos; y batalla peleada por Jesucristo…… y sus hermanos:

Y los diez cuernos que viste significan diez reyes, que todavía no han recibido un reino, pero sí reciben autoridad como reyes por una hora con la bestia salvaje. 13 Estos tienen un solo pensamiento y por eso dan su poder y autoridad a la bestia salvaje. 14 Estos combatirán contra el Cordero, pero, porque es Señor de señores y Rey de reyes, el Cordero los vencerá. También, los llamados y escogidos y fieles que con él están lo harán.” (Rev. 17:12-14).

O sea, que para cuando se produce esa batalla final y antesala de la instauración del reino, todos los que componen ese gobierno de “reyes y sacerdotes”, los hermanos de Cristo ya están junto a él, peleando en defensa de la Soberanía del Altísimo y para derrotar a las fuerzas inicuas de Satanás…… luego dicho gobierno ya está al completo y no se le puede añadir a nadie más. Y siendo solo después de esta batalla, eliminados ya todos los opositores al gobierno del reino establecido por Dios y preso Satanás por un largo tiempo (Rev. 19:19-21 hasta 20:3), cuando aparece esa gran muchedumbre de sobrevivientes y la instauración del reino de Dios, con la toma de posesión de esos reyes gobernantes:

Y vi tronos y hubo quienes se sentaron en ellos y se les dio poder para juzgar. Sí, vi las almas de los que fueron ejecutados con hacha por el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios y los que no habían adorado ni a la bestia salvaje ni a su imagen y que no habían recibido la marca sobre la frente ni sobre la mano.” (Rev. 20:4).

Luego, resumiendo y a menos que las Escrituras nos mientan, la secuencia de los acontecimientos es la siguiente: esos sobrevivientes de la “gran tribulación” y tal como he mencionado, aparecen al iniciarse el período milenario, o sea después de que esos “reyes y sacerdotes” hayan aparecido y peleado junto a su Hermano Mayor, Jesucristo, la batalla de Armagedón, con la que culmina dicha “gran tribulación” y a la que esa “gran muchedumbre” sobrevive y por lo que se convierten en los primeros súbditos de ese reino milenario y a ser seguidos, por los participantes de lo que podríamos considerar como la segunda resurrección y que se produce durante ese período del reinado de Cristo…... y no al final del mismo, según proponen los Sres. Olcese, Rivas Martínez, Dávila, Buzzard y tantos otros, en una clara muestra de que no saben de qué están hablando. Y tiempo en que se llevará a cabo “la restauración de todas las cosas de que habló Dios por boca de sus santos profetas de tiempo antiguo”, según Hech. 3:21 y como consecuencia de ello, el restablecimiento a la perfección del ser humano, notables del AT incluidos. Entonces, claro que es posible heredar el reino como súbdito del mismo…… pues esto es lo que acabamos de ver ¿o no es así?

Y en cuanto a la primera parte de la pregunta formulada por el Sr. Olcese, en esos pasajes que nos cita de Rom. 4:13; Gál. 3:16 y 29, no se trata tanto de lo que realmente dicen, sino de lo que dicho caballero entiende que dicen y siempre condicionado por la empanada mental que lleva; cuando es el caso de que nada en ellos se nos habla en el sentido que Abrahán tenga que heredar el mundo como rey; pero como si me esforzara en intentar explicarle el significado de dichos pasajes, tanto daría que daría tanto, pues él continuará a la suya y sin atender a ningún razonamiento (como ha venido haciendo hasta el momento), considero oportuno mejor dejarlo como está y así no pierdo el tiempo.

Y continuando con el “dossier”, en cuanto a la pregunta número nueve, acerca de David, pues que se lea de nuevo, mi artículo “Apologista…… y Oseas 3:4-5” (10/10/11), pues allí tiene la respuesta. Por otra parte, la pregunta diez, está respondida en mí artículo “Efe. 2:20, no dice esto, Sr. Olcese” (07/10/11); la número once, en “Y “Armandito” respondió…” (15/09/11) y ya para finalizar, la número doce en “¿Y qué hay del apóstol Juan?” (08/10/11) y escritos a los que dicho caballero no ha hecho el menor caso. Y es que una cosa es que a dicho caballero le parezcan bien o no mis respuesta, o el que las entienda o no las entienda…… y que tanto me da que me da lo mismo; pero de que formule preguntas mencionando que a ver “si de una vez” se las respondo, ya es otra cosa y que solo demuestra lo falaz que es. Pero la verdadera cuestión, es que la pelota y por decirlo de una manera que nos entendamos todos, está en el tejado de cada uno de ustedes que siguen este enfrentamiento argumental y que tendrán que decidir, quién tiene la razón o quién no la tiene…… eso es, quién les cuenta la verdad de lo que realmente dicen las Escrituras y quién les está intentando meter un gol por toda la escuadra.

Y si resulta que los que decimos la verdad somos nosotros (y eso es lo que ustedes tienen que averiguar), todo lo que ha escrito o en su defecto ha explicado en sus videos, absolutamente todo lo publicado por el Sr. Olcese acerca de este tema, como por ejemplo, sus últimos artículos del pasado día 24, son pura bazofia, producto de una disparatada idea e indemostrable a todas luces, como es la de los Abrahán, David y compañía, reinando con Cristo en el reino de Dios: Luego lo dicho: a ustedes les corresponde decidir y actuar en consecuencia…… porque si está equivocado con respecto de esta enseñanza, puede estar y de hecho lo está, con respecto de todas las demás y por lo que sus afirmaciones, no merecen ningún tipo de credibilidad. Y extremo que nosotros, desde este blog, tenemos clarísimo.

Armando López Golart

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