martes, 4 de octubre de 2011

Las respuestas de Apologista

Y es que, o no se llega…… o se pasa uno. Y eso es lo que parece haberle ocurrido a Apologista Mario Olcese, que de golpe parece dispuesto a responder cualquier cosa que desde este blog publiquemos (aunque sea la mismísima guía telefónica), como si le hubieran dado cuerda, como a los relojes antiguos. Incluso haciendo referencia a cuestiones que ya discutimos hace tiempo, como el caso de Mat. 11:11 (26/01/11) y en un burdo intento de crear un ambiente de confusión con tanta respuesta entremezclada y en su deseo/necesidad de eclipsar con ello el tema de fondo que estamos tratando y del que sabe que no tiene la razón: los notables del AT, no pueden gobernar con Cristo, se ponga como se ponga y lo vista como lo vista; y es que D. Mario, como siempre, usa una socorrida estratagema para llevar el agua a su molino y de la que les hablaremos en un momento. Pero antes permítannos una pequeña rectificación a dicho caballero, a cierto comentario en su respuesta del 29 de Septiembre, en el artículo “Respondiendo nuevamente otra pregunta…….”; vean el comentario:

Por lo que se puede notar, el Sr. López está desesperado por escuchar mis respuestas, por no decir, mis opiniones, con respecto a ciertos puntos bíblicos, y yo, sin demora, se las brindaré.”

Y ya de entrada se le agradece el esfuerzo realizado al respondernos (¡ya era hora!), pero aclarándole eso sí, que no es tanto la cuestión de que desde este blog estemos “desesperados” por escuchar sus respuestas, que no es el caso, sino el hecho (que nos beneficia, obviamente) de que cuantas más “opiniones” publica el Sr. Olcese como respuesta a nuestras objeciones, más en evidencia se pone, más el ridículo hace y más patente queda, que no tiene ni la más remota idea de lo que está hablando; y lo que le obliga recurrir a pequeños “trucos” (como hemos señalado), que a muchos les pasarán desapercibidos…… pero no a nosotros. Y es que D. Mario, nos podrá enseñar a los autores de este blog a hacer dinero, pero del bueno, que del falso también sabemos hacer; pero en lo que tiene que ver con las Escrituras, le damos sopas con honda en todos los terrenos, por muchas ínfulas que se dé y por mucho que presuma de diplomatura en teología. Y para mostrárselo, analicemos los disparatados argumentos que ha perpetrado, con la finalidad de demostrar que los Abrahán, David, Moisés, Job, Daniel, etc., fueron Hijos de Dios y en consecuencia, reinarán con Cristo en el reino de Dios, algo que según afirmamos nosotros desde este blog, es completamente falso.

Y en el artículo al que vamos a referirnos en esta ocasión “¿Es necesario morir en el martirio para reinar con Cristo?” y en el que el Sr. Olcese obviamente niega dicho extremo, nos centraremos en el video, por ser más extenso y completo en cuanto a su argumentario que el artículo que lo acompaña. Y subdividiremos nuestro escrito en dos apartados: el primero lo dedicaremos al tema de Rom. 6:5, dado que don Mario discrepa acerca de nuestro entendimiento del mismo; y como segundo apartado, la cuestión acerca de si los notables del AT fueron reconocidos como Hijos de Dios y que les daría la posibilidad de reinar con Cristo en el reino de Dios…… y algo que desde este blog consideramos, a la luz de las Escrituras, un puro disparate. Pero vayamos al primer apartado:

Y en el que ya de entrada, le hacemos a D. Mario la siguiente puntualización: en España, hasta los tontos de pueblo (porque cada pueblo tiene su tonto particular, como es preceptivo), saben que Rom. 6:5 nos habla de morir de la misma forma que murió Jesucristo, eso es, dando la vida en sacrificio para mantener uno su integridad a Jehová y así poder resucitar a su misma forma, o sea, como probado Hijo de Dios y por tanto, heredero del reino en calidad de rey y sacerdote, al igual que él; luego se nos está hablando de una equivalencia (palabra sinónima de semejanza), entre el esfuerzo realizado y el premio recibido. Ahora bien, si los tontos de pueblo en Perú (si los hay), están todos diplomados en teología, pues ¡mire por donde! igual nos hace callar y todo; sin embargo, nos permítanos señalarle, que hasta los tontos de pueblo en España, saben que Rom. 6:4 no es el contexto del verso 5, porque este verso no necesita contexto para hacerse entender, sino más bien es al revés: el verso 5 es el contexto de los versos 3-4, porque es en dónde se nos aclara el significado de “ser bautizados en su muerte”, dado que el bautismo “en la muerte de……”, no existe, solo existe el bautismo en agua y el bautismo en espíritu; pero veamos Rom. 6:3-5:

¿O ignoran que todos los que fuimos bautizados en Cristo Jesús fuimos bautizados en su muerte? 4 Por lo tanto, fuimos sepultados con él mediante nuestro bautismo en su muerte, para que, así como Cristo fue levantado de entre los muertos mediante la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida. 5 Porque si hemos sido unidos con él en la semejanza de su muerte, ciertamente también seremos unidos con él en la semejanza de su resurrección.”

Luego es el versículo 5, el que nos aclara el significado o resumen de los versos 3-4, al decirnos que el ser “bautizados en su muerte”, significa el tener que morir de la misma forma que él murió, eso es, resistiendo hasta la muerte la presión satánica, para poder alcanzar una igual resurrección de gloria; y le repetimos que eso, hasta los tontos de pueblo en España, lo saben. Sin embargo y por lo visto, los tontos de pueblo en Perú (personajes entrañables por otra parte, donde los haya) usan el texto dependiente de un contexto para su mejor comprensión, precisamente para negar el sentido del contexto al que está sujeto…… y claro, luego pasa lo que pasa: que tal da la sensación de que uno en lugar de la Biblia, parece que ha leído las aventuras del Capitán Trueno, como le pasa a dicho caballero. Y esta es la razón, por la que en nuestro artículo no citábamos de esos versos 3 y 4; y es que no nos podíamos ni imaginar, que el Sr. Olcese fuera tan zote de salirnos con esas…… y es que los tontos de pueblo en España y ya en su más tierna infancia, conocen estas cosas. Por lo tanto, el ser semejantes a Cristo en su resurrección, eso es, el levantarse como perfectos e inmortales Hijos de Dios y por tanto, herederos del reino en calidad de reyes y sacerdotes (Rev. 20:6), tiene que ver con el morir a su “semejanza”, o sea, por la misma causa o razón por la que murió Jesús, como nos deja perfectamente claro y aunque D. Mario en un total desconocimiento de las Escrituras, afirme en el citado video (minuto 17 ‘40) que no hay textos bíblicos que se pronuncien en cuanto a ello, el pasaje de Rev. 6:9 entre otros y que se los iremos señalando a continuación:

Y cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido degollados a causa de la palabra de Dios y a causa de la obra de testimonio que solían tener.”

Luego ese texto (y Pablo en Rom. 6:5, no podía decir algo distinto), nos habla de personas que han sido muertas violentamente (degolladas) y ahí se está hablando de aquellos que tienen que reinar con Cristo); pero el texto pone el énfasis en la razón o causa por la que Jesús fue muerto y no en el medio o instrumento que se usó para darle muerte; luego se nos está hablando de una muerte violenta a causa de la fe y que es lo que se nos quiere decir en Rev. 3:21, cuando Jesucristo afirma lo siguiente:

Al que venza, le concederé sentarse conmigo en mi trono, así como yo vencí y me senté con mi Padre en su trono.”

Y hasta los tontos de pueblo en España, tiene que saber el Sr Olcese, entienden que la victoria de Jesús, o sea, su “vencer”, estuvo precisamente en el hecho de que ni con la muerte atroz a que fue sometido, le fue posible a Satanás doblegar la lealtad inquebrantable del Hijo de Dios hacia su Padre Celestial…… esa y no otra, fue su victoria; luego razonablemente, en ese sentido es en el que “venció” y por lo que exigió a todos aquellos que con él tuvieran que gobernar, a “vencer” en el mismo aspecto, si querían acceder al mismo premio. Pero claro, ahí nos sale dicho caballero, con la patochada de que la cuestión envuelta en Rom. 6:5 tenía que ver, con el hecho de morir en una cruz exactamente como él o de lo contrario, ya no era morir “a su semejanza”. Entonces y según su estrafalaria explicación, deberíamos entender que el primer mártir del cristianismo (Esteban), que murió lapidado por su lealtad inquebrantable tanto a Jehová como a Jesucristo y lo cual queda patente en su discurso, no murió a la “semejanza” de la muerte de Jesús y por lo tanto, no reinará con él en el reino (Hech. cap. 7). Pero por otra parte ¿no es cierto que la causa por la que murió, fue por el mantener su integridad, exactamente como Jesús y que fue eso lo que realmente asemejó su muerte a la de Jesús? ¿O para D. Mario y en la empanada mental que tiene, en su intento de mantener tercamente su insostenible planteamiento de un David o Abrahán reinando con Cristo, lo más importante es el cómo, antes que la razón o el porqué de la muerte de Jesús y que es a lo que se refiere Pablo, en Rom. 6:5?

Y es que la literalidad de ese pasaje, lo único que nos señala, es la necesidad de morir una muerte de sacrificio o martirio, como a la que fue sometido Jesús y algo que el escritor del libro de Hebreos y generalmente atribuido a Pablo, tenía muy claro. Ahí y hablando del pecado “que fácilmente nos enreda” (la falta de fe), vean que palabras dijo:

“…… mirando atentamente al Agente Principal y Perfeccionador de nuestra fe, Jesús. Por el gozo que fue puesto delante de él (la inmortalidad y el reinar sobre el reino de su Padre) aguantó un madero de tormento (una muerte de sacrificio o martirio), despreciando la vergüenza y se ha sentado a la diestra del trono de Dios. 3 Sí, consideren con sumo cuidado y atención al que ha aguantado tal habla contraria de pecadores en contra de sus propios intereses, para que no vayan a cansarse y a desfallecer en sus almas. 4 Al ocuparse en su contienda contra ese pecado, ustedes todavía no han resistido hasta la sangre (o sea, hasta la muerte).” (Hebr. 12:2-4). (Acotaciones nuestras).

Y noten por favor, la estrecha relación que existe en este pasaje, entre el reinar en el reino de Dios, con el morir una muerte violenta por causa de su esperanza, al ser probada la fe de uno “hasta la sangre”. Y pasaje en donde la expresión “todavía”, es un serio indicativo de que esa circunstancia les tenía que alcanzar a todos, tarde o temprano, en su esfuerzo por adherirse del reino de Dios: enfrentarse a la muerte, por mantener su fe, a la “semejanza” de Jesús.

Luego el Sr. Olcese miente cuando afirma (minuto 17 ‘40) que en ninguna parte de la Biblia se nos dice que para reinar con Cristo, haya que sufrir una muerte de sacrificio o martirio por la fe; bien, le acabamos de dar tres pasajes que así lo indican: Rev. 6:9; 3:21 y Hebr. 12:2-4 y ahora vamos a darle algunos más, en los que es el propio Jesucristo (y que algo sabría del tema), el que le lleva la contraria cuando en la Revelación y dirigiéndose a la congregación de Esmirna, dice lo siguiente:

No tengas miedo de las cosas que estás para sufrir. ¡Mira! El Diablo seguirá echando a algunos de ustedes en la prisión para que sean puestos a prueba plenamente y para que tengan tribulación diez días. Pruébate fiel hasta la misma muerte y yo te daré la corona de la vida. 11 El que tenga oído, oiga lo que el espíritu dice a las congregaciones: El que venza, de ninguna manera recibirá daño de la muerte segunda.” (Rev. 2:10-11).

Luego la oferta de Jesucristo era clarísima: o se aguantaba hasta la muerte…… o no había corona de la vida ¿o no es eso lo que dijo? Ahora bien ¿el que “venza” en qué? podría preguntarse uno y después de oír el disparatado argumento de Apologista: pues en enfrentar ese desafío de guardar integridad hasta la misma muerte y que según Jesucristo, era la única manera de conseguir la “corona de la vida”. Pero por otra parte ¿a qué se estaba refiriendo Pablo, cuando dijo lo siguiente?:

“…… a fin de conocerlo a él y el poder de su resurrección y una participación en sus sufrimientos, sometiéndome a una muerte como la de él 11 para ver si de algún modo puedo alcanzar la resurrección más temprana de entre los muertos. ” (Fil. 3:10-11)

¿Se estaba refiriendo con esas palabras a un bautismo, que le permitiera alcanzar una resurrección semejante a la de Cristo, como disparatadamente nos afirma Mario Olcese, según su particular “entendimiento” de Rom. 6.5, o más bien en morir literalmente y por la misma causa o razón por la que Jesús fue ejecutado? Porque cuando Pablo hizo esa reflexión, hacía años que había sido bautizado en agua y en espíritu (Juan 3:5), por lo que no podía estar hablando de otro bautismo, porque no había otro. Y claramente lo que Pablo estaba pidiendo, nada tenía que ver con el someterse a un “simbólico” bautismo de muerte, sino someterse “a una muerte” (eso dice literalmente el texto) como la que había sufrido Jesús, para “alcanzar la resurrección más temprana”, o sea, la “primera” resurrección (Rev. 20:6) y que le daba acceso a reinar con Cristo. Luego de nuevo relaciona Pablo, el literalmente morir como Cristo, manteniendo integridad, con el resucitar con la misma gloria que él; y reafirmando por tanto, el verdadero significado de Rom. 6:5.

Y palabras de Fil. 3:10-11, recordémoslo, que fueron dichas por el mismo personaje que escribió Rom. 6:3-5…… luego ¿qué era lo que nos quiso decir Pablo en ese pasaje de la carta a los romanos? ¿Qué los que quisieran una resurrección como la de Cristo, no les era necesario que murieran una muerte de sacrificio como él, según nos intenta hacer creer D. Mario? Porque no solo ese pasaje no dice absolutamente nada de eso, sino que de nuevo aquí tenemos otro texto que sí nos habla de esa necesidad; veamos lo que se nos dice ahora en Rev. 20:4:

Y vi tronos y hubo quienes se sentaron en ellos y se les dio poder para juzgar. Sí, vi las almas de los que fueron ejecutados con hacha por el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios y los que no habían adorado ni a la bestia salvaje ni a su imagen y que no habían recibido la marca sobre la frente ni sobre la mano. Y llegaron a vivir y reinaron con el Cristo por mil años.”

Luego resulta que si todos esos personajes que se sientan en los tronos y a los que se les da poder para juzgar, son lo que reinan con Cristo (ello es obvio) y de ellos se nos dice que fueron muertos a causa del “testimonio” que dieron de Jesús y que si bien no fueron crucificados como él, si se nos concreta que fueron “ejecutados con hacha”, en definitiva, muertos violentamente en defensa de su fe, la idea que nos transmite el citado pasaje y en perfecta armonía con Rom. 6:5; Fil. 3:10-11 y Hebr. 12:2-4 (la Biblia no se contradice), es la de que para sentarse en esos tronos de gloria la lado de Cristo, hay que sufrir una muerte violenta por causa de mantener la fe en Jesucristo, como bien nos aclara el texto al decir (repetimos) que fueron “ejecutados……por el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios”. Entonces ¿de dónde nos saca el Sr. Olcese esa mamarrachada de que morir a la “semejanza” de Cristo, no significa el sufrir una muerte violenta por apegarse uno a su fe en Jesucristo y a la verdad de su evangelio o buenas nuevas, sino que con el simple bautismo, ya es suficiente? ¿Es eso lo que entendemos de este pasaje de Revelación que acabamos de leer, o es totalmente lo contrario? Pero leamos otro pasaje:

Y cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido degollados a causa de la palabra de Dios y a causa de la obra de testimonio que solían tener. 10 Y clamaban con voz fuerte y decían: “¿Hasta cuándo, Señor Soberano santo y verdadero, te abstienes de juzgar y de vengar nuestra sangre en los que moran en la tierra?”. 11 Y a cada uno de ellos se dio una larga ropa blanca; y se les dijo que descansaran por un poco de tiempo más, hasta que se completara también el número de sus coesclavos y de sus hermanos que estaban a punto de ser muertos como ellos también lo habían sido.” (Rev. 6:9-11).

Y lo que leemos en este distinto pasaje, continúa yendo en línea con lo considerado hasta el momento: hay que morir una muerte de martirio para reinar con Cristo; y es que lo que se nos está explicando en el mismo, tiene que ver con una simbólica petición de venganza hecha a Jehová por parte de aquellos que tenían que reinar con Cristo, por haber sido degollados a causa de la justicia, eso es “a causa de la palabra de Dios y a causa de la obra de testimonio que solían tener”. El mismo hecho de que pidan venganza, prueba que sufrieron muerte violenta e injusta, pues “habían sido degollados” por su fe, cosa que no pedirían si hubieran muerto de buena vejez en la cama, como la inmensa mayoría de los notables del AT, o sea, los Abrahán, David, Daniel, Jacob, Job, etc. Sin embargo, prestemos atención al hecho que este pasaje se corresponde a la apertura del quinto sello y lo cual significa que la acción se traslada a nuestros días y por lo tanto, esos acontecimientos son aún futuros; no obstante, vean lo que responde Jehová ante esa petición de venganza y la razón con que sustenta su respuesta: les dijo que descansaran por un poco de tiempo más, hasta que “se completara” también el número de sus co-esclavos y de sus hermanos que estaban a punto de ser muertos como ellos también lo habían sido, eso es, ejecutados violentamente. O sea que en nuestros días, que es cuando se cumplirá el contenido de ese pasaje profético y según Jehová, aquellos futuros hermanos (por tanto “ungidos” como Hijos de Dios y aún por aparecer) de esos que fueron muertos violentamente degollados y clamaban por venganza, tendrán que morir de la misma manera que los anteriores, o sea, ejecutados con violencia en defensa de su fe…… o no adquirirán la corona de la vida (Rev. 2:10-11).

Por lo tanto, que no les quede duda a tantísimo fantoche supuestamente “ungido” que pulula por ahí, entre ellos, los Olcese, Rivas, etc., además de todos aquellos que se creen las barbaridades del Sr. Olcese y que le escriben palabras de elogio, porque les ha “arreglado” la vida al “enseñarles” que reinarán con Cristo “solo” por haberse bautizado, pues que nada de nada…… o enfrentan una muerte de martirio en defensa de su fe, como todos aquellos que se sientan en los tronos de Rev. 20:4 y “vencen” en esa prueba…… o no tendrán trono. Y en cuanto a esos ignorantes que se creyeron las barbaridades contadas por Apologista, decirles que sencillamente fueron engañados como tontos por un analfabeto integral en cuestiones bíblicas y que miente más que habla. Porque Jehová es clarísimo en su resolución: o uno aguanta hasta la muerte en sacrificio por su fe, o no hay corona de la vida y por lo tanto, no se puede reinar con Cristo y eso, desde el primero al último “ungido”; de hecho ¿qué clase de muerte sufren los dos testigos de Rev. 11:3 y que representan precisamente a ese resto “ungido” (aún por aparecer, afirmamos nosotros), o sea, a esos hermanos de aquellos que claman venganza a Jehová por su asesinato y que están a punto de ser muertos “como ellos”? Veámoslo:

Y cuando hayan terminado de dar su testimonio, la bestia salvaje que asciende del abismo hará guerra contra ellos y los vencerá y los matará.” (Rev. 11:7).

Y repetimos, que estamos hablando de un hecho profético y por acontecer aún; por lo que la afirmación del Sr. Olcese, (minuto 17 ’30 de grabación) en el sentido de que los ungidos de nuestros días no han de ser probados hasta la muerte y que solo con el bautismo, es suficiente para reinar con Cristo, no deja de ser una estupidez y que es desmentida por todo el contexto bíblico. Porque ¿tendría sentido que mientras unos han tenido que enfrentar la muerte para conseguir dicho galardón, como los seguidores de Cristo del primer siglo, otros, como los notables del AT muriendo de viejos y satisfechos de días o los actuales “ungidos”, lo puedan hacer sin ningún esfuerzo…… estos últimos, “solo” por bautizarse? Porque lo que Jesús advirtió a todos sus seguidores, incluyendo a los actuales obviamente, no parece ir por ahí:

“Simón, Simón, ¡mira! Satanás ha demandado tenerlos para zarandearlos como a trigo.” (Luc. 22:31).

Y eso significaba dificultades serias, como nos ejemplifica el relato de los dos primeros capítulos de Job y en donde si Satanás no llegó a ponerlo ante la muerte, en su intento de obligarle a transgredir contra Jehová, fue sencillamente porque Este se lo impidió:

Por consiguiente, Jehová dijo a Satanás: “¡Allí está en tu mano! ¡Solo ten cuidado con su alma (o vida) misma!”.” (Job 2:6). (Acotación nuestra).

Pero esa circunstancia no se da entre aquellos que han de reinar con Cristo y que le es permitido a Satanás, probarlos hasta la muerte, según lo leído hasta ahora. De hecho, la lectura de Luc. 22:31 en la versión Traducción en Lenguaje Actual, nos ayuda a entender la situación:

Después, Jesús le dijo a Pedro: Pedro, escucha bien. Satanás ha pedido permiso a Dios para ponerles pruebas difíciles a todos ustedes y Dios se lo ha dado.”

Luego el ser probados hasta la muerte, estaría en la voluntad del Altísimo y hasta tal grado eso era así, que se lo permitió a Satanás hasta en su propio Hijo; luego es obvio que la voluntad de Jehová en todos aquellos que hayan de acceder a reinar con Cristo, es que sean probados lejos de toda duda y lo que implicaría el ser probados hasta el punto de perder lo más preciado para el ser humano, que es la propia vida de uno: esa es la prueba definitiva y que nos habla de la devoción de esas personas a Jehová y en la persona que Él ha delegado, Jesucristo y por tanto, merecedores sin discusión posible de tal galardón. No olvidemos que uno de los argumentos de Satanás a Jehová en el caso de Job, fue el siguiente:

Pero Satanás respondió a Jehová y dijo: “Piel en el interés de piel y todo lo que el hombre tiene lo dará en el interés de su alma (o vida).” (Job 2:4). (Acotación nuestra).

Pero como hemos dicho, mientras Jehová le prohibió a Satanás el tocar la vida de Job, no se lo ha prohibido en el caso de los “ungidos” como Hijos Suyos y por la razón antes expuesta. Por lo que sería absurdo pensar que Satanás, con “barra libre” por delante, se limitara solo a los apóstoles y dejar en paz al resto de seguidores de Jesucristo también “ungidos” y con lo que esto significaría de absurdo, pues la propuesta de Satanás incluía, en el verso 5, las siguientes palabras:

Para variar, sírvete alargar la mano y toca hasta su hueso y su carne (ponerle a uno al límite de la muerte) y ve si no te maldice en tu misma cara.” (Acotación nuestra).

Luego lo que está claro, es que Satanás no parará hasta encontrar siquiera uno solo que transija, para echárselo en cara a Jehová; luego probará a todos los “ungidos” o Hijos de Dios sin excepción y hasta la misma muerte, esperando que alguno de el paso atrás y que le proporcione una ínfima victoria sobre Jehová. Y esta es la verdadera cuestión en juego y de la que Mario Olcese ni se ha enterado, porque sencillamente no le es permitido por Jehová el entender las Escrituras, por eso desbarra como desbarra y sin darse cuenta de ello; es más, en su fuero interno cree tener toda la razón, sencillamente porque se cree, como tantos otros y en su altanería, ser un “ungido” y que tiene el espíritu de la verdad apoyándole (Juan 14:25-27), aunque la evidencia demuestre lo contrario, como es el caso. Por ello, cuando unos descamisados como nosotros, le salen al paso y le ponen las peras al cuarto diciéndole que su idea de un David reinando con Cristo es una burrada, porque no fue “ungido” como Hijo de Dios, sino solo como rey de Israel, así como que todo aquél que quiera reinar con Cristo en el reino de Dios, tiene que ser probado hasta la muerte, como la Biblia deja perfectamente claro, pierde los estribos y se dedica a publicar todas esas incoherencias (como que con bautizarse uno y mantener una buena trayectoria, hay suficiente para reinar con Cristo), que no hacen más que dejarle en ridículo ante aquellos que razonan con lógica y sentido común sobre el contenido de las Escrituras. Porque ya solo el resultado de semejante disparate, nos indica que eso no puede ser así: y es que el mismo premio, para tan distinto coste, no parece estar acorde con la justa personalidad de Jehová.

Pero yendo al fondo de la cuestión y ya entrando en el segundo de nuestros apartados para centrar el tema principal que nos ocupa, ese caballero afirma en el citado video y en el minuto 26 de grabación concretamente, que David era un “ungido” y por tanto un Hijo de Dios, así como que el que nosotros cometemos una “burradita”, al afirmar que en el AT no habían hijos de Dios (ni actualmente, añadimos nosotros). Pues bien, puesto que el Sr. Olcese nos dice al final de su grabación, que cree que no se le escapa nada más para decirnos, tenemos que señalarle que el caso es que sí se ha dejado algo en el tintero, que no ha citado y que tiene que ver con la pequeña estratagema que mencionamos al principio de este artículo: y es que como siempre, D. Mario, atendiendo a lo que le interesa y pasando por alto aquello que le perjudica, solo nos ha rebatido la mitad de nuestros argumentos. Porque por ejemplo, nada nos dice de nuestra argumentación acerca de Juan 3:5 y del Sal. 45:16 y que lejos de su afirmación en el sentido de que nuestros argumentos, no aportan nada que pueda desmontar su planteamiento, dichos pasajes señalan inequívocamente que los notables del AT y según las Escrituras no pueden reinar con Cristo, algo que le argumentamos perfectamente en nuestro artículo.

Y claro, al parcelar nuestro escrito, respondiendo a unas cosas sí y a las otras no, parece tener la razón en su respuesta…… aunque se olvida de que los lectores que nos siguen sí se lo han leído al completo y pueden opinar con conocimiento de causa y saber quién realmente está diciendo la verdad. Pero dejémoslo estar así y centrémonos en otro texto y que en el artículo que nos rebate D. Mario, lo tiene a continuación del pasaje de Mat. 19:27-29, con el que da inicio a su video y que sin embargo, tampoco ha hecho mención de él…… y no porque no lo haya visto, porque repetimos, está a continuación del de Mateo. Lo que ocurre, es que no le interesa mencionarlo porque no puede rebatirlo, al igual que Juan 3:5 y Sal. 45:16; y nos permitimos señalarle, que es el argumento principal en el que apoyamos nuestra tesis, pues los que siguen y a los que si da atención y nos rebate, solo son un apoyo del mismo…… pero aquí se lo planteamos de nuevo:

“…… porque a los que dio su primer reconocimiento también los predeterminó para que fueran hechos conforme a la imagen de su Hijo (obviamente Jesucristo), para que él fuera el primogénito entre muchos hermanos.” (Rom. 8:29). (Acotación nuestra).

Pero observemos que la expresión “conforme a la imagen de su Hijo”, está en singular y algo que no sería correcto de tener Jehová más de un hijo, con lo que ya de entrada queda claro que Jehová reconoce tener un solo Hijo. Sin embargo, el Sr. Olcese nos ha dicho por activa, por pasiva y por perifrástica, luego no dejando lugar a dudas en cuanto a ello (minuto 26 de grabación), que David fue un “ungido” y por tanto un Hijo de Dios y nos recalca además el hecho, de que jamás “perdió” dicho ungimiento, así como Salomón (y posteriores) también fue un Hijo de Dios; Abrahán también era un “ungido” (minuto 21/22), los jueces de Israel eran “ungidos” y por tanto Hijos de Dios, los profetas más de lo mismo, etc., pues todos ellos fueron reconocidos (y siempre según D. Mario) mediante ser “ungidos”, como Hijos de Dios.

Entonces que nos explique de que manera podía ser Jesucristo “la imagen” o el modelo a partir del cual tenían que ser hechos aquellos que Jehová “predeterminó”, así como “el primogénito” de entre muchos hermanos, si mucho antes de venir él al mundo, ya existían otros Hijos de Dios. Y le recordamos al Sr. Olcese, que el ser la “imagen de……” significa ser el “modelo” de algo, mientras que “primogénito” significa ser el primero en algo. Y obviamente, de ser las cosas como ese caballero nos las plantea, resulta que sería Jesús el que tuvo que ser hecho a la imagen de otro anterior a él, bien fuera Abrahán, bien fuera David o cualquier otro y por lo tanto, de ninguna manera sería “el primogénito” de entre muchos hermanos, sino uno más entre tantos…… Luego ¿quién fue el modelo a cuya “imagen” tenían que ser hechos todos aquellos a los que Jehová “predetermino”…… Abrahán, David, Salomón o quién? ¿Quién por lo tanto, resultó ser el “primogénito” de entre los Hijos de Dios: Abrahán, David, Abel…… en definitiva, quién en última instancia ocupó la primogenitura, eso es, fue el primero que inició esa serie de Hijos de Dios? ¿Tenía realmente Jehová en el AT, otros Hijos anteriores a Jesús, como con tanta rotundidad y convencimiento nos afirma D. Mario? Dejemos que sea el propio Jehová, el que se lo explique, porque aparte del citado pasaje de Rom. 8:29, hay dos textos más que nos hablan en el sentido de que Jehová no reconoce tener ningún otro Hijo aparte de Jesús:

Mat. 3:16-17: “Después que Jesús fue bautizado, inmediatamente salió del agua; y, ¡mire!, los cielos se abrieron y él vio descender como paloma el espíritu de Dios que venía sobre él. 17 ¡Mire! También hubo una voz desde los cielos que decía: “Este es mi Hijo, el amado, a quien he aprobado (“en quien tengo complacencia”, según RVR 1960)”.” (Acotación nuestra).

Mat. 17:5: “Mientras él todavía hablaba, ¡mire!, una nube brillante los cubrió con su sombra y, ¡mire!, una voz procedente de la nube, que decía: “Este es mi Hijo, el amado, a quien he aprobado (“en quién tengo complacencia”, según RVR 1960); escúchenle”.” (Acotación nuestra).

Luego el único Hijo que Jehová reconoció como Suyo, fue Jesucristo y lo cual significa que no había otros hijos anteriores a él, como en una muestra más de la incapacidad e ignorancia supina que tiene ese caballero de las Escrituras y que en una actitud rayando en la paranoia, está intentando hacernos creer…… a menos eso sí, que nuestro Creador y de forma subliminal, nos pretendiera decir en esos dos últimos pasajes, que tenía otros Hijos a quienes no había aprobado, o en los que no se había complacido y lo cual, tendría difícil explicación. Entonces ¿cómo resuelve este “fandango” en el que se ha metido el Sr. Olcese y que le convierte en el hazmerreír de la Red? Porque todo parece dar a entender, según el registro escritural al menos, que Jehová se está refiriendo a Su Hijo Jesucristo como el único que tenía; y eso solo significa que Jehová no tuvo hasta ese momento, ningún otro Hijo aquí en la tierra, pues de lo contrario, no habría permitido que Pablo dijera en Rom. 8:29, que Jesucristo sería “la imagen” de los que tenían que ser “hechos” a su forma (luego obviamente tenían que aparecer después de él) y muchísimo menos, que sería “el primogénito” de entre muchos hermanos. Y si según la estructura del texto, se estaba hablando de personas posteriores a Jesús ¿qué pintan en ese cuadro, los Abrahám, David y compañía, todos anteriores a él? Luego ¿a la imagen de quién fueron hechos esos supuestos Hijos de Dios?

Por otra parte ¿se olvida el Sr. Olcese de un comentario que él mismo hizo en un video anterior y publicado el 18 de Julio del año en curso, titulado “Llamados para ser Cristos” y en el que al inicio del mismo (minuto 1‘40), nos dice:

“…… Jesús fue ungido por Dios, para ser un hijo de Dios; el ungimiento de Jesucristo, como también los ungimientos del NT, hacían de los hombres que también fueran Hijos de Dios…” (Negritas nuestras).

Luego aplicando el sentido común y sobre todo, leyendo con un mínimo de corrección, tenemos que concluir de esas palabras de D. Mario y tomando la oración por pasiva, que los “ungimientos” del AT (tanto de los reyes de Israel, como de los jueces o de los profetas), no hacían a los hombres Hijos de Dios y por lo tanto, estaría negando su propia afirmación de que David y otros, hubieran sido “ungidos” como tales. Y siendo esto así, nada parecido por lo tanto, a que en el AT existiera algo semejante a personas reconocidas como Hijos del Altísimo, a la manera de Jesús o sus apóstoles y resto de seguidores del primer siglo. Porque de lo contrario ¿qué sentido tendría esa frase que él mismo escribió?…… porque eso lo dijo el Sr. Olcese, no nosotros. Pero veamos por otra parte, unas interesantes palabras del apóstol Pablo y que también demuestran que no podía haber en el AT, nada parecido a Hijos de Dios:

Por consiguiente, si alguien está en unión con Cristo, es una nueva creación; las cosas viejas pasaron, ¡miren!, cosas nuevas han llegado a existir.” (2 Cor. 5:17).

Y por nueva creación, obviamente se hacía referencia a seres humanos adoptados como Hijos de Dios, que serían resucitados inmortales y que al igual que Jesucristo, podrían estar directamente ante Su Santa Presencia y verlo directamente, a diferencia del resto de mortales que no pueden hacerlo (Exo. 33:20). Por lo tanto, si Pablo nos estaba hablando de una “nueva creación”, en directa relación con el estar en “unión con Cristo”, o sea, estableciendo una relación causa/efecto, es que con anterioridad a éste, no había nada de eso…… luego David, Abrahán y otros, formaban parte de las cosas “viejas” mencionadas y por lo que Pablo nos pudo hablar de algo “nuevo” y en lo que lógicamente, no podían tener participación esos personajes, muertos hacía siglos: ellos era las cosas viejas…… ¿o qué era realmente lo que nos quería transmitir Pablo con esas palabras?

Por lo tanto, la conclusión del asunto es la siguiente: no siendo esos personajes del AT, Hijos adoptados por el Altísimo, pues el propio Jehová no los reconoce como tal (como hemos visto), todo el planteamiento del Sr. Olcese acerca de que reinarán con Cristo en el reino de Dios, se derrumba como un castillo de naipes y queda probado falso de toda falsedad; lo mismo, en lógica consecuencia, que todos los artículos que alrededor de este tema ha ido publicando (y continua publicando) y que resultan ser solo burdas mentiras; y los argumentos en ellos presentados, así como los textos en los que los apoya, disparatadas y erráticas interpretaciones que no son avaladas por el contexto bíblico y cosa que iremos probando en futuros artículos, porque ya conocen nuestro lema: no solo hay que decir, sino que hay que probar. Por lo tanto y como tantas veces hemos señalado desde este blog, todo se reduce a que ese caballero no tiene ni puñetera idea de lo que dicen las Escrituras y no siendo más que un farsante mentiroso, usado por Satanás para engañar a los incautos que se dejan embaucar por sus disparatadas y fraudulentas enseñanzas…… y si no es así, que nos desmienta el reconocimiento que Jehová hace en el sentido de que Jesucristo era Su único Hijo en los pasajes señalados; y por otra parte, que nos aclare lo de Rom. 8:29: porque o bien y como nosotros afirmamos desde este blog, nos está mintiendo en todos y cada uno de los despropósitos que publica en sus videos, en el sentido de que en el AT ya había Hijos de Dios (David, Abrahán, los jueces, etc.) o resulta que el que miente es Jehová y que, por otra parte, Pablo estaba más “pallá que pacá” (o sea “zumbao” perdido) cuando escribió esas palabras.

Pero es que además, esta situación genera una derivada y que tiene que ver con la enseñanza o interpretación que dicho caballero hace de las dos resurrecciones de Juan 5:28-29, porque veamos: si esos personajes citados no fueron Hijos de Dios, como ha quedado palmariamente demostrado y según propia manifestación del Altísimo, obviamente no pueden reinar con Cristo y en consecuencia tampoco pueden levantarse en la “primera” resurrección mencionada en Rev. 20:6…… entonces ¿en qué resurrección los mete el Sr. Olcese? Porque según su particular “entendimiento” de ese pasaje de Juan, solo le queda una resurrección para el final de los mil años y que es para destrucción de los inicuos, luego ¿cómo solventa este “embolao”, el Sr. Olcese? ¿No será que el que tiene que reconsiderar su entendimiento de las Escrituras es él y no nosotros, tal como nos aconseja en el video que estamos analizando?

Y sirva este escrito también, como respuesta al ínclito Javier Rivas, que acaba de publicar un artículo en apoyo del Sr. Olcese (01/10/11) y en donde, por ejemplo, nos dice lo siguiente:

Este estudio es un complemento de uno de los escritos más recientes que mi hermano Mario Olcese Sanguineti publicó, y el cual habla de la certera participación del rey David y de Juan el Bautista, el mayor de los profetas del Antiguo Testamento, en el Reino de Dios como dignos gobernantes, como sacerdotes y reyes de Cristo en la tierra Milenaria, previamente restituida.” (Negritas nuestras).

O sea que “certera participación” ¿no?...... bien, bien, pero que muy bien, D. Javier, usted siempre dando en el clavo; pues dese también por aludido en esta respuesta dirigida a Mario Olcese y súmese a la labor, junto a D. Mario, de aclararnos a todos si es que Jehová nos mintió en su afirmación, al reconocer a Jesucristo como Su único Hijo y por otra parte, como tenemos que entender, las inspiradas palabras de Pablo en Rom. 8:29.

Y en cuanto a los insultos contenidos en el artículo de ese “caballero”, pues que quieren que les digamos, queridos lectores, como no sea que a nosotros se nos hace imposible el situarnos en la barriobajera condición de semejante sujeto, que en el colmo del escarnio, se reconoce también a sí mismo como un “ungido” o Hijo de Dios; en fin…… si él lo dice. Pero se nos antoja a nosotros, que como nos tenga que gobernar semejante chusma, lo tenemos claro: para eso y como diría el castizo…… “virgencita, virgencita, que me quede como estoy”.

MABEL

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